Ante un entorno más competitivo, principalmente por la reforma fiscal de Estados Unidos, se hace inminente en el país el combate a la corrupción y la impunidad, así como un Estado de derecho sólido, si se pretende crecer, incrementar o mantener la participación en el mercado global, señalaron especialistas. José Méndez Fabre, presidente de la Asociación Mexicana de Instituciones Bursátiles (AMIB), afirmó que son diversos los factores y condiciones que promueven o desalientan la inversión extranjera directa (IED), como la explotación de nuevos mercados; ubicación geográfica; eficiencia productiva enfocada en la reducción de costos; habilidades específicas y nivel de especialización y profesionalización del capital humano. Asimismo, dentro de los elementos institucionales y estructurales se contemplan los fundamentos macroeconómicos y, específicamente, que el país anfitrión mantenga finanzas públicas sanas y una adecuada infraestructura de aeropuertos, carreteras y accesos marítimos. Todo, acompañado de un marco legal y regulatorio bien establecido con un Estado de derecho sólido, asociado a la seguridad y a la aplicación de la justicia. “Este último factor, cada vez juega un papel más importante a la hora de tomar una decisión de inversión, por lo que hay que procurar que las empresas que decidan invertir en el país no se vean afectadas por cuestiones relacionadas con el Estado de derecho, debido a la falta de transparencia en los procesos regulatorios, por lo que hay que poner énfasis en este aspecto para hacer más atractiva la inversión a empresas extranjeras”, dijo Méndez Fabre. No combatir la corrupción y la impunidad le resta a México 2.0 por ciento del PIB, y en términos de inversión le resta hasta 5.0 por ciento a los países con mayor corrupción, indicó Méndez Fabre con base en datos de organismos internacionales. El presidente de la AMIB señaló que la corrupción y la impunidad han tomado gran fuerza, lo cual tiene efectos negativos y expansivos que debilitan a las instituciones, y que se deben combatir inmediatamente de manera frontal y contundente. Hay que hacerlo, “si queremos crecer e incrementar nuestra participación en el mercado global, que cada día se torna más competido y nos exige estar a la altura de esas circunstancias”. Para Alejandra Palacios, comisionada presidenta de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), la competencia económica es un instrumento valioso para fortalecer el Estado de derecho, al diluir el poder de grupos empresariales y su influencia en el gobierno para su propio beneficio. Además, la competencia iguala oportunidades y los ciudadanos tienen el poder de decidir qué oferentes permanecen en el mercado. “Los efectos positivos que genera la competencia económica deben ser un criterio central para favorecer el bienestar de las mayorías y así garantizar la existencia de mercados competidos en favor de toda la sociedad”, resaltó Palacios. PARA SABER Costos. No combatir la corrupción y la impunidad le cuesta a México 2 por ciento del PIB, según datos de organismos internacionales. Efectos. La corrupción y la impunidad, que han tomado gran fuerza, tienen efectos negtivos que debilitan las instituciones. Instrumento. La competencia económica es un instrumento valioso para fortalecer el Estado de derecho, afirma la presidenta de la Cofece.
