Diseñado por el arquitecto y pintor Jacobo Gálvez, el Teatro Degollado es referente máximo de la cultura tapatía, una obra que demoró 11 años de construcción. Los frescos del recinto fueron pintados por Gálvez y Gerardo Suárez, quienes se inspiraron en la obra de Dante Alighieri, la “Divina Comedia”.Encargado en el siglo XIX por el entonces gobernador del Estado, Santos Degollado, esta casa de las bellas artes recién cumplió 151 años de vida, el pasado 13 de septiembre. La también casa de la Orquesta Filarmónica de Jalisco tiene en su fachada nueve musas, junto con Apolo, que custodian la frase: “Que nunca llegue el rumor de la discordia”.Lo que nació como el Teatro Alarcón (por el dramaturgo novohispano Juan Ruiz de Alarcón), tuvo a Ángela Peralta en su primera función en septiembre de 1866.La cantante conocida como “el ruiseñor mexicano” protagonizó “Lucía di Lammermoor”, de Donizetti.Ya en el siglo XX, el teatro tuvo una pléyade de visitantes distinguidos, como el cantante de ópera Ramón Vargas, el bailarín ruso Rudolf Nuréyev y los músicosAlfred Brendel, en 1959 y Andrés Segovia, en 1960.En 1966, el tenor Plácido Domingo (entonces un joven con una carrera prometedora) participó en el concierto de su centenario. Plácido era un artista frecuente en la ciudad en aquellos años, y aunque su fama mundial lo alejaron de Guadalajara, ya con una carrera consolidada regresó a la ciudad para las vísperas del aniversario 150 del teatro: allí presentó su concurso “Operalia”.El mimo Marcel Marceau también pisó su escenario; de hecho, trajo en varias ocasiones sus espectáculos; incluso, ya cercano al final de su vida, en 1999. El año de 1973 este recinto fue particularmente activo con la presencia de figuras internacionales, como el hindú Ravi Shankar o los ensambles de jazz de Bill Evans y el Modern Jazz Quartet.Cabe señalar que a lo largo de su historia, el Teatro Degollado también ha sido sede de actividades no relacionadas con la cultura, como convenciones empresariales y sindicales; así como múltiples homenajes a gremios como el de los maestros.Como muchos sitios emblemáticos de Jalisco, el Degollado también tiene su propia leyenda, la cual cuenta “que cuando el águila que está colgada en la parte superior del escenario de este reciento se le suelte la cadena, el teatro colapsará y comenzará la ruina de Guadalajara”.Cabe señalar que esta águila fue colocada en 1980 y se ubica exactamente en medio del arco que protege al escenario, desde entonces comenzó a propagarse el mito vía vox populi.Ubicado en el corazón del centro de la ciudad, el Teatro Degollado no ha escapado de la polémica. Ejemplo de ello fue la controversia sobre si en el teatro debía o no permitirse la proyección de películas en la década de 1910 (con el cine todavía silente). De hecho, la proyección de filmes continuó en 1959, tal y como lo registró este medio.También se enfrentó al debate de si su escenario es artísticamente válido para albergar un espectáculo de stand up comedy: el recinto fue rentado por Netflix, a la Secretaría de Cultura, en el 2016, para la grabación del show titulado “Expuesta”, de Sofía Niño de Rivera. Esta discusión fue retomada por el columnista de esta casa editorial, Jaime García Elías, en una colaboración titulada “Discordia”. Víctima de vandalismoUn hecho que recientemente despertó el interés de la población y que fue cubierto por este medio fueron las letras grafiteadas que amanecieron en las columnas del Teatro Degollado la madrugada del lunes 27 de junio del 2017; un par de jóvenes de 16 años, quienes también rayaron la cabeza de Quetzalcóatl, ubicada entre del Degollado y el Instituto Cultural Cabañas, cometieron el delito por lo que fueron remitidos ante el Ministerio Público. La limpieza de la cantera del teatro duró tres días y tuvo un costo de 25 mil pesos.CONSULTA TODOS LOS DETALLES EN LA EDICIÓN IMPRESA DE EL INFORMADOR DE ESTE 5 DE OCTUBRETambién iremos publicando los contenidos especiales en Internet y estarán disponibles en ESTE ESPACIO y también puedes consultar la versión hojeable digital PULSA AQUÍ.
