Recuperan funcionalidad 70% de personas con derrame cerebral

GUADALAJARA, JALISCO (08/SEP/2012).- El 70 % de los pacientes con derrame cerebral, que reciben terapias rehabilitatorias, recuperan funcionalidad suficiente para su autocuidado, afirmaron especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco.

Explicaron que la diabetes, hipertensión y obesidad, además de antecedentes familiares, son los principales detonantes de derrames cerebrales que dejarán secuelas en mayor o menor grado.

El titular del área de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital de Especialidades del IMSS en Jalisco, Jorge Alberto Romano Romero, destacó que la hemiplejia o pérdida del movimiento de la mitad del cuerpo secundaria, es el segundo motivo de atención en este servicio a su cargo.

Indicó que en un año se atienden 700 pacientes, con secuelas de evento vascular cerebral (EVC) y dependiendo de la magnitud de éstas, se establece un pronóstico del porcentaje de recuperación que puede obtenerse, tras el plan de rehabilitación que como mínimo, implica tres meses de terapias.

Romano Romero explicó que el proceso de rehabilitación se divide en dos aspectos, siendo el primero de ellos el intrahospitalario, que comienza una vez que el paciente se estabiliza de la fase aguda de su EVC, lo que en promedio ocurre a las 72 horas.

En coordinación con el neurólogo tratante, continuó el médico, se establece el tamaño del daño en el cerebro y las limitaciones que éste dejó y a partir de ahí se comienza la rehabilitación que en esta fase, consiste en aplicar estímulos en algunas de las áreas afectadas.

Posterior a esto, se ofrece entrenamiento a los familiares del paciente, a fin de que la estimulación sea continua y constante, con la intención de rescatar el mayor porcentaje de funcionalidad en el menor tiempo posible, señaló el entrevistado.

Una vez que el paciente regresa a su domicilio, se le programan sesiones de rehabilitación que, conforme se consiguen objetivos, se van espaciando, pero por lo general, implican la asistencia diaria del paciente durante tres meses como mínimo, para aplicarle sus terapias físicas, ocupacionales o del lenguaje, entre las principales.

Factores como la edad del paciente, sus condiciones generales, pero sobre todo la magnitud del daño, son determinantes en la obtención del mayor o menor grado de funcionalidad, tras el programa de rehabilitación.

No obstante, reiteró que en promedio se consigue que un 70 % de los casos recupere una funcionalidad suficiente, para su autonomía en actividades básicas y autocuidado, aunque no para reintegrarse a su trabajo.

Recomendó llevar una vida lo más sana posible y esto incluye una alimentación balanceada, baja en grasas, hacer ejercicio diario y evitar el tabaquismo, sobre todo cuando existan antecedentes familiares de hipertensión, diabetes e incluso de EVC, concluyó.