De esta manera, Bittani y el colectivo ponen sobre la mesa una teoría interesante de conspiración: se sabe que las actividades de juego producen consecuencias reales en los usuarios, a pesar de que el entretenimiento digital tenga lugar en una pantalla.Como si se tratara de una historia sacada de un libro de ciencia ficción en la que las empresas y gobiernos conspiran contra los civiles, este proyecto plantea una narración apoyada en imágenes y nos cuenta a manera de investigación lo que los juegos de video le ocasionan a los usuarios en un particular mundo paralelo al nuestro.“Investigaciones al respecto se han llevado a cabo durante años en varios laboratorios clínicos de todo el mundo, pero los médicos y los investigadores no están dispuestos a compartir sus resultados con la población general (…) sin embargo, la evidencia de nuevas enfermedades tecnológicamente inducidas comienzan a ser del conocimiento general fuera de la comunidad científica”, narra la dupla artística.No obstante, estas patologías de las que escriben y toman fotografías no tienen reconocimiento oficial y (afortunadamente para los aficionados a los juegos de video sólo forman parte del imaginario de esta colaboración artística llamada “Game Arthritis” -Artritis de juego-) en donde estos padecimientos son etiquetados colectivamente bajo este nombre.El proyecto recoge leyendas urbanas y mitos en torno a la cultura de los videojuegos, impulsadas en mayor medida gracias a personas que no tienen conocimientos de este mundo o incluso por jugadores ocasionales.“Las autoridades han descartado esta epidemia oculta y la califican de ‘histeria colectiva’, pero según algunos científicos (que hablan bajo condiciones de anonimato por temor al ostracismo) estos trastornos no diagnosticados son la psicopatología de las sociedades lúdicas”, escriben Bittanti y IOCOSE en su blog en Tumblr, en donde exponen este proyecto originado hace dos años y que aún sigue en curso.Sin embargo, no por tratarse de una narración ficticia, sus creadores dejan de lado el tono dramático, propio de las historias de espías y conspiraciones internacionales y lo ejemplifican con fotografías de dedos despellejados, articulaciones con deformidades e incluso desórdenes visuales.“La tecnología digital esta, de hecho, dañando los dedos, brazos y postura de los usuarios… Incluso su ADN se ve comprometido”, agregan.De igual manera, el equipo creativo tampoco olvida hacer un recorrido histórico por las diversas generaciones de consolas y desde el Atari 2600 hasta el Wii aparecen como los causantes de estas desafortunadas malformaciones que acechan a los jugadores.Lúdica, pirotécnica y sobre todo bastante real para tratarse de ficción, “Game Arthritis” es un proyecto artístico que seguramente llenará de dudas la mente de algunos despistados con su colección de imágenes y pruebas pseudo científicas. No obstante, es una ejemplo de cómo el dramatismo suele tener un gran impacto, por encima del contenido real de la información que circula en la red.El mayor ejemplo es la narrativa de este proyecto:“La Artritis de juego no se supone que deba existir. Las compañías de juegos no quieren hablar de ello. Los médicos y dermatólogos no quieren hablar de ello. Los laboratorios se niegan a ejecutar pruebas. Y, sin embargo, miles de jugadores manifiestan síntomas similares. Miles de jugadores sienten un dolor real en sus cuerpos. Los sujetos afectados no son lo están imaginando. Fotos e imágenes empiezan a circular en Internet. Hemos recogido algunas muestras.”Sinembargo.mx
