Viernes, 26 de Julio 2024
México | Por Vicente Bello

Tren parlamentario

El ''vaho del diablo''

Por: EL INFORMADOR

Respingaron todos ayer como si es “vaho del diablo”, en que se ha convertido el gas metano asociado al carbón,  se aupara sobre la atmósfera legislativa y comenzara a asfixiar a una clase política que ha aprendido a reaccionar de súbito, en el discurso al menos; pero, con esa misma prontitud fatal,  a olvidar también, en los hechos. 

La tragedia que acaeció ayer en el Pozo Carbonífero Tres, de Sabinas, Coahuila, y propiedad de los González Vélez,  era también la confirmación de que la dirigencia política que ahora gobierna al país no aprende y sí es capaz de cometer el mismo error una, dos, más veces. 

Bajo condiciones exactamente iguales, semejantes, a como sucedió en febrero de 2006 en la mina de Pasta de Conchos, adonde permanecen sepultados desde entonces los 62 trabajadores mineros que fueron sorprendidos por un estallido de la acumulación de gas grisú (metano), ahora este miércoles quedaron bajo tierra 14 trabajadores, de los cuales cinco cadáveres habían sido extraídos ya este jueves. Y el quinceavo hombre, un adolescente de 15 años de edad que laboraba allí desde la boca de la mina, atendiendo los malacates, ha ido al hospital en calidad de “muy grave” luego de que el estallido lo hubo arrojado por los aires arrancándole literalmente el brazo que le quedó atorado en las sogas del rústico elevador que atendía. 

Melchor Sánchez de la Fuente, el diputado federal representante de gran parte de la región carbonífera adonde se localizan Sabinas,  ha dicho que los 15 son oriundos de Barroterán,  Sabinas y Paláu, y que sólo siete de los 15 están afiliados al Seguro Social. 

Y fue este legislador quien ha denunciado que Javier Lozano Alarcón, secretario del Trabajo, olvidó ayer llegar acompañado del equipo técnico necesario para el rescate de los mineros; pero no olvidó, en cambio, al fotógrafo que ha comenzado a acompañarle a todos sus eventos, justo ahora en que en campaña está por la candidatura presidencial panista.  “vino sólo de turista”, apostillaba Melchor. “Y le hacía señas a su fotógrafo para que le tomara fotos a él en el momento en que se acercara a la boca de la mina, cuando sacaran a cada trabajador (los cadáveres de éstos).

Melchor Sánchez estaba allí, en la boca de la mina siniestrada, cuando se le entrevistaba telefónicamente. “No queremos perder la esperanza, pero fue muy largo el tiempo en que no hubo oxígeno. Según el parte médico de los cinco compañeros que ya fueron extraídos, murieron casi al instante”.

En Coahuila, decía el diputado, hay más de 300 minas de carbón. Y del tipo, Pocitos, que en Sabinas ha estallado, unas 200, para cuya supervisión de la seguridad e higiene en que laboran los trabajadores se requieren cuando menos 25 inspectores. Pero sólo hay tres en todo Coahuila, porque la Secretaría del Trabajo y Previsión Social no se ha dignado sacudirse la arrogancia de su titular, Javier Alarcón, y hacer caso a la infinidad de demandas y reclamos que le han hecho los trabajadores y oposición en el Congreso de la Unión, para que inspeccione las minas y se eviten las tragedias.

Pues, precisamente, de esto se insistía ayer en el discurso legislativo, cuando el Pleno de  la Comisión Permanente se posicionaba en torno de la tragedia de la mina de Bimsa.  Senadores y diputados expresaron sus condolencias a las familias de los trabajadores mineros que fallecieron en el Pozo Tres de Sabinas; se solidarizaron con los familiares de quienes continúan bajo tierra, y exhortaron a las autoridades a que intensifiquen las labores de rescate y a que apliquen con rigor su labor fiscalizadora en los asuntos de la seguridad y la  higiene, en las minas del país. 

Sonaba a la misma palabrería de otros momentos similares, aunque es de reconocer que ya hubo, en otros momentos de la LXI Legislatura, diputados que apremiaron a las autoridades federales a corregir el tremendo desmadre que se trae con los dueños de las minas del país.

Verbigracia: en octubre de 2009, Melchor Sánchez solicitó en un punto de acuerdo que fuera exhortado Felipe Calderón a obligar a la industria minera a que primero extrajera el gas metano y después el carbón.

Ese mismo año, los también  diputados priistas Miguel Pompa Corella, Rubén Moreira Valdés y Hugo Héctor Martínez González  propusieron una reforma al artículo 267 de la Ley Federal de Derechos con el fin de motivar fiscalmente a la minería a cambio de adquirir tecnología que permitiera sacar primero el gas metano para industrializarlo y después el carbón.

Ayer, en la argumentación del exhorto, la diputada federal del PT Laura Itzel Castillo Juárez  pidió algo parecido: primero extraer el gas, que ha matado a tantos mineros en México, y después el carbón. Pero con una diferencia sustancial: ese gas metano debería ser extraído por Petróleos Mexicanos, y no por particulares. 

Nada pasó realmente, política y legislativamente, a propósito de Pasta de Conchos. Y por el sentido de los discursos, por ahí van a terminar metiendo al Pocito Tres, de Sabinas, adonde ayer todavía permanecían sepultados nueve de los 14 trabajadores en desgracia.

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