Profesionales del comienzo

El Mundial terminó para México. Y al igual que el pasado, con una derrota ante Argentina.

A partir de ahora, una vez más estamos como los municipios al final del trienio, a la espera de las nuevas ocurrencias del próximo equipo directivo.

El resultado no debe extrañar a nadie, y no estoy adoptando la pose de “ya lo sabía, México no pasaría de ahí…”. No. Considero que el problema de la Selección Nacional es el mismo que padecen los municipios del país: la falta de planeación.

El interinato de 13 meses que cubrió Javier Aguirre no podía tener otro final que unos octavos, y así será en tanto no aprendamos que un director técnico necesita tiempo para sistematizar sus estrategias.

En un país donde perder es cuestión de método, diría el escritor colombiano Santiago Gamboa, tanto los medallistas olímpicos como los seleccionados nacionales, están más pendientes de la mercadotecnia deportiva y no los culpo; el capital deportivo que logran acumular en una justa, les da para vivir de algunos contratos antes de incursionan en la política y terminar, o como Carlos Hermosillo, o como Ana Gabriela Guevara.

Cada cuatro años revive la esperanza de la afición mexicana y el patrioterismo de clóset en ese grito de “Sí se puede”, que en algunos casos termina en un “ya merito”, o en el mejor de ellos encuentra en la mala decisión de algún juez (como ha ocurrido con los marchistas olímpicos), o en un error arbitral, la frase lastimera del “No nos dejan”.

Si el futbol en México es uno de los deportes con más afición e intereses económicos, justo sería que la Federación Mexicana, los clubes y demás involucrados, invirtieran con inteligencia y visión en un director técnico que tuviera la seguridad de estar cuatro años al frente del equipo, de Mundial a Mundial. Sería menos costoso que contratar a un Eriksson.

Por el momento, no amarra otra que soportar el sobre análisis deportivo de las dos televisoras y a sus mediocres comediantes que no terminan de mostrar a la audiencia qué es Sudáfrica más allá del futbol.

Más allá del intento del reportero que emprende un viaje con nativos; más allá de una mano que habla; más allá de una guapísima conductora que hace gala de sus piernas como de su ignorancia noche a noche.

La gran mayoría de las ciudades de México padece la falta de planeación y desarrollo, en parte porque sus alcaldes reemplazan la preparación académica con ambición política.

El cuerpo técnico y directivo de la Selección mexicana padece el mal de la inmediatez coyuntural de corte mercantilista, y si no somos capaces de entender y corregir estos problemas, nos seguirá costando trabajo dejar de ser los profesionales del comienzo.

Cada tres años en lo político, cada cuatro en lo deportivo.