Miércoles, 15 de Octubre 2025
México | ¿País de mano extendida? por Lourdes Bueno

¿País de mano extendida?

La política social en México está enfocada al programa Oportunidades, lo que no está mal, pero el problema resulta cuando, como en el caso del combate al narcotráfico, la administración sexenal elige un solo camino para enfrentar problemas de enorme complejidad

Por: EL INFORMADOR

La política social en México está enfocada al programa Oportunidades, lo que no está mal, pero el problema resulta cuando, como en el caso del combate al narcotráfico, la administración sexenal elige un solo camino para enfrentar problemas de enorme complejidad. Porque el combate a la pobreza no es sólo ofrecer dádivas gubernamentales, en la forma de Oportunidades, que si bien evitan que la desnutrición se profundice y permiten un mínimo de bienestar, no es, ni a mediano, mucho menos a largo plazo, una solución a la pobreza.

Porque luego de varios años de mono-política, amplios grupos de la población beneficiada han dejado de tener el incentivo de un empleo, mucho menos de la inversión para el desarrollo que les permitan participar, de manera activa, en el crecimiento de sus comunidades; dejándolos así a merced de Oportunidades y sin recuperar pujanza, tampoco la dignidad de ser parte de la solución de la pobreza que los agobia.

Oportunidades tiene bondades, pero no bastan; como no basta el Ejército para el combate al narco. La pobreza y el narcotráfico son problemas que van de la mano con la falta de oportunidades, que no Oportunidades, de empleo —la población desempleada subió a DOS millones 264 mil personas— y de estrategias gubernamentales para el desarrollo económico-social regional. Son problemas que van de la mano con la pobre calidad del sistema educativo y la falta de políticas para la difusión de la cultura a nivel masivo. Son problemas que no pueden abordarse caminando en un solo pie.

Hoy puede verse en muchas regiones de país, que los antes campesinos han dejado de trabajar la tierra para formarse en la fila Oportunidades; manos extendidas cada 30 días que debieran estar contribuyendo al crecimiento de sus regiones; ocio y tristeza que daña no sólo la economía del país, sino el ánimo social que, en ese letargo, languidece cada vez más.

Por ello se ha pedido a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, más banca de desarrollo —inversión para detonar crecimiento económico— y menos préstamos al consumo.

Porque el efecto Oportunidades, política de un solo pie, no es exclusivo para la población, México ya también está en la fila para extender la mano y recibir del Banco Mundial cinco mil millones de dólares; préstamo a manera de dávida no para detonar el desarrollo, sino para cubrir los mínimos de Oportunidades, sin que se generen las otras, las buenas, las que debieran ser las oportunidades para este país que ya no quiere extender la mano, sino sumar esfuerzos para recuperar desde empleo, hasta crecimiento.

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