Viernes, 17 de Mayo 2024
México | AYER DECÍAMOS... POR CARLOS ENRIGUE

“Memorias”

Se ha discutido por muchos si hay algo que festejar con motivo de las gestas patrias, fechas totalmente arbitrarias

Por: EL INFORMADOR

Se ha discutido por muchos si hay algo que festejar con motivo de las gestas patrias, fechas totalmente arbitrarias, ya que ninguna tuvo lugar en esos años, pero festejamos el inicio de éstas y espero que sigamos festejando varios años y declaro mi admiración por nuestro primer Mandatario y barberos que lo acompañan, que chocándoles a muerte los revolucionarios —tal vez con la excepción de Madero— y sobreponiéndose a sus ascos, los conmemoran, lo cual es muy loable, y como creo que del Gobierno no se puede tener más que mucho circo y poco pan, pues festejemos que para morir nacimos.

Me gusta mucho una anécdota que cuentan de Rafael “El Gallo”, un gran torero, muy ocurrente; una vez le presentaron al maestro Ortega y Gasset. Entre los toreros se dicen maestro, seguro que el matador no le vio al pensador finta de torero y preguntó y ¿qué hace el maestro? —es filósofo, le contestaron. Y ¿qué hace un filosofo?, volvió a cuestionar. Piensa, le informaron; lo consideró y sentenció: De todo debe de haber. Por lo que siempre las generalizaciones son relativas.

Escribo esto el miércoles y es un aniversario que tiene que ver con el levantamiento de Hidalgo, ya que un 14 de abril, pero de 1816, falleció en el Castillo de Santa Catalina, sito en la ciudad de Cádiz, España, don José Mariano Abasolo, el único jefe insurgente de los juzgados en Acatita de Bajan que no fue ejecutado y descabezado, evadió la muerte, la que no le gustaba porque hasta donde se sabe es un impedimento para el gozo de los placeres corpóreos, y prefirió que lo condenaran a cadena perpetua y que le quitaran toda su lana.

Muchas son las teorías acerca de las causas para que se le concediera el perdón, que van desde que se la perdonaron porque soltó toda la sopa, lo que fue rigurosamente cierto y fue el fundamento para que se tronaran a los otros, ahora que considero que la actuación de su esposa fue determinante.

En el elenco de mujeres admirables de nuestro país se hace notar doña Manuela Rojas y Taboada, de rica familia de Dolores, apoyó a su marido durante el levantamiento y cuando fueron detenidos y juzgados ella sin descanso viajó por muchas ciudades, a pesar de lo malo de los caminos, y habló desde con el virrey y de ahí para abajo, con los jueces y con quien fue necesario para que no lo mataran; al lograrlo y que fue enviado a esa cárcel, sin tener recursos ya que se los habían quitado, lo siguió y durante la vida de éste durmió al sereno y vivió de limosna. Al enviudar volvió a México.

¡Qué extraordinaria mujer!

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