Sábado, 20 de Abril 2024
México | El sonido y la furia por Martín Casillas De Alba

Autoconstrucción: improvisación a tres manos

Abraham Cruzvillegas puso sobre la mesa esos personajes como los que recordaba haber visto en las casas levantadas, quién sabe cómo, en los terrenos baldíos de la periferia del Distrito Federal o de Guadalajara

Por: EL INFORMADOR

Con esta puesta en escena conocemos a varios personajes de la parte más baja de la pirámide autoconstruida con esos materiales que se tienen a la mano, plena de erotismo y de vida —como un baño a jicarazos, ella desnuda y a pleno sol—, con gente que sobrevive, no sabemos cómo, entre el lote vacío, la corrupción, el albur y el caos que hay en esa especie de inframundo.

Abraham Cruzvillegas puso sobre la mesa esos personajes como los que recordaba haber visto en las casas levantadas, quién sabe cómo, en los terrenos baldíos de la periferia del Distrito Federal o de Guadalajara. A partir de ellos, propuso reconstruir este fenómeno hasta convertirlo en una obra de arte improvisada pero que está sostenida en tres ramas: las artes visuales de Cruzvillegas; la música de Antonio Fernández Ros y las artes escénicas de Antonio Castro.

Entre los tres crearon Autoconstrucción, una obra en un solo acto improvisada a tres voces hecha con objetos, música y drama que empezaron a surgir hace tres meses instalando sobre la marcha esas cosas de desecho que de pronto se transforma en mesa o en una cama o en nada, al tiempo que vivimos la angustia de sobrevivir, el mito de Sísifo y la corrupción de los representantes de la justicia.

Empieza con una especie de chamán o bruja o espíritu pintarrajeado (Katia Tirado) que despierta de su modorra para iniciar sus ritos de iniciación encuerada, mientras los saxofones bajos dan sus tonos como suspiros mientras ella se monta sobre la escoba y, de pasada, nos enseña sin remilgos las posaderas que las pasas, como las frutas que más se le parecen.

Merodean los albañiles (Alfonso Cárcamo y Mario Eduardo d’León) chiflando en ese lenguaje primario con respuestas precisas de la mujer que ha bajado y pisado tierra sólo para ser la Sísifo del terreno baldío. Cambia el tono aunque no se pierde el humor, aunque sea negro. La líder recita básicos los once mandamientos del Capital de Marx mientras se revuelca y practica algunas de las mil y una posiciones del Kamasutra mexicano al grito de guerra.

Autoconstrucción estará en escena hoy y mañana en la Galería Kurimanzutto de la Ciudad de México, una obra que incluye el arte conceptual, la música y el teatro con un buen humor que va parejo a la tragedia, como el albur va al lado del drama con una actuación de primera con un funcionario de la justicia que intenta aplicar la ley para que no sea sólo un espantapájaros que ya no asusta ni a las aves de rapiña que tranquilas se posan en su cabeza para pasar a la corrupción y exigir el pago con el cuerpo de la inocente.

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