Tapatíos: ni tan machos, ni tan conservadores

La ilusión del altar va a la baja

GUADALAJARA, JALISCO (31/MAY/2010).- Aunque hay coincidencia en aceptar que la ciudad vive cambios vertiginosos, especialmente en la última década, pocos reconocen las transformaciones entre los ciudadanos y todavía se habla del tapatío como un macho, tradicional y fervorosamente católico.

Sin embargo, la realidad muestra una tendencia de diversificación en las actitudes religiosas, en la forma de ver a la familia y el papel de la mujer; en la tolerancia creciente a preferencias sexuales distintas y en el incremento de visiones seculares ante la vida.

La educación laica es mayoritaria en la zona metropolitana: sólo una de cada 15 escuelas primarias es católica, si se analiza el universo completo de educación básica. En el caso de las primarias particulares, la proporción es de tres católicas por cada 10. El Arzobispado de Guadalajara explica esta tendencia por la desatención de los ciudadanos en el apoyo a las parroquias y la consecuente pérdida de capacidad económica para sostener escuelas,

Por otro lado, la boda religiosa como forma predominante de unión en la ciudad también muestra un declive, aunque todavía es el doble que el promedio nacional. Aquí, dos de cada 10 parejas no pasan por el altar. Hace 50 años esa conducta sólo la tenía 6% de la población, según datos del INEGI.

El conservadurismo está presente, pero no uniforma la ciudad. De acuerdo con una encuesta continua realizada por IPSOS de enero a diciembre de 2009, a la mitad de los tapatíos les parece bien que la mujer trabaje fuera de casa. A 46% le parece que las familias deben tener hijos, pero al mismo tiempo 34% de los encuestados no tiene una postura rígida al respecto y el resto está en desacuerdo.