Señalan al cártel de Los Valencia como responsable de homicidio a jefe investigador

ZAPOPAN, JALISCO.- Como resultado de las indagatorias efectuadas a los dos sujetos que fueron detenidos por la Policía de Zapopan luego de haber disparado y dado muerte al Jefe de la División de Homicidios Intencionales en la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), dos sujetos más fueron aprehendidos por elementos operativos de la instancia.

Se trata de  Antonio Ávila Bautista, de 32 años, residente en Juchitlán, Jalisco; y Saúl Herrera Flores, de 44, quien dijo tener su domicilio en Mexicali, Baja California.

Ambos fueron capturados en una casa ubicada en la colonia Rinconada de Santa Rita, de Zapopan; en la cual los agentes investigadores localizaron una ostentosa cantidad de armas de fuego, así como municiones para las mismas, droga y dólares americanos.

En los operativos implementados por la PGJE se logró asegurar otra casa de seguridad; ésta última ubicada en Tlajomulco de Zúñiga.

Además, se supo que uno los primeros detenidos usó otro nombre tras su arresto, toda vez que guardaba antescedentes penales en su expediente.

Quien se identificó de primera instancia como Héctor René Valdivia Cabrera, en realidad se llama Luis Augusto Manrique Hernández, presunto asesino de Rayas Rodríguez. En tanto que Moisés Javier Ríos Mejía es el nombre del individuo que conducía la motocicleta Yamaha de alto cilindraje en la que intentaron darse a la huída; ambos tenían su residencia en el Distrito Federal.

Según el interrogatorio efectuado a los presuntos autores materiales de la muerte del funcionario, las dos personas capturadas tras su declaración guardan relación directa con el cártel de Los Valencia, grupo delictivo que —a decir suyo— dio la orden de eliminar al jefe investigador.

Presumiblemente, un sujeto apodado “El Tony” los contrató para que dieran muerte al servidor público en venganza de las pesquisas que efectuó tras la muerte de Tadeo Miguel Ángel Bátiz López en el bar El Refugio, el primero de marzo de este año; caso que terminó con el arresto de seis integrantes de esa célula delictiva.

No obstante, se tiene identificado a un individuo apodado “El Moca”, como otro integrante de la agrupación michoacana que dio la orden expresa de eliminar al oficial.

Los probables sicarios también confesaron que llevaban pocos días residiendo en la ciudad; tiempo en el que estudiaron los recorridos que el agente caído acostumbraba, siendo el viernes pasado el día elegido para terminar su ilícita labor.

En lo que respecta a los otros dos detenidos; éstos trataron de sobornar a los policías investigadores cuando irrumpieron en su domicilio, razón por la cual serán consignados por el delito de cohecho.

Aunque no se ha comprobado que éstos últimos hayan tomado participación en la ejecución, sí se sabe que guardan estrecha relación con la organización criminal que —se presume— quería muerto al jefe de división.

En consecuencia a la captura de Ávila Bautista y Herrera Flores, la división que comandara el extinto mando policiaco aseguró dos inmuebles, uno de ellos ubicado en el fraccionamiento Casa Fuerte, de Tlajomulco de Zúñiga, y el otro en la colonia Rinconada de Santa Rita, de Zapopan. Estos a su vez ocultaban un fuerte arsenal, así como drogas y dinero americano propiedad del grupo delictivo de referencia.

En consecuencia, el agente del Ministerio Público afín al caso ejercitó acción penal contra los cuatro señalados, quienes fueron trasladados al penal de Puente Grande.


EL INFORMADOR // Isaack de Loza