Salud espera luz verde de la PGJ para atender a niña-mamá

GUADALAJARA, JALISCO (14/FEB/2013).- La Secretaría de Salud Jalisco (SSJ) está dispuesta a otorgar seguimiento médico y psicológico a la niña que dio a luz a finales del mes pasado, pero será hasta que la Procuraduría General de Justicia del Estado les dé la autorización en el caso para actuar.

Cuando así sea, la dependencia acudirá con un equipo interdisciplinario a la casa de la niña para otorgarle la atención adecuada, informó el titular de la SSJ, José Antonio Muñoz Serrano.

“Nosotros estamos prestos para darle la atención a la menor, la Procuraduría nos indica en qué  momento hacerlo, está bajo resguardo de Procuraduría, está en un albergue”.

Negó que al principio hubiera hermetismo por parte de la autoridad sanitaria en el caso de la menor, y lo que se buscaba era no violar los derechos de la niña y su identidad.

Eso, dijo, debe hacerse en la totalidad de embarazos en adolescentes, que el año pasado fueron casi 30 mil en la Entidad, y 912 en niñas menores de 12 años.

“Jamás los médicos dieron el nombre, jamás dieron el domicilio, jamás mostraron un documento que le fuera a dañar públicamente a la menor, sin embargo, algunos irresponsables sí dieron nombre, sí dieron domicilio, y esto también tiene que haber responsabilidad para los servidores públicos que incurrieron en la violación de los derechos de esta menor”.

Protocolos

Muñoz Serrano manifestó que la Norma Oficial Mexicana (NOM) 046 establece los lineamientos que deben seguirse para el abordaje del fenómeno del embarazo en adolescentes.

La norma marca que todos los casos deben ser notificados al ministerio público, para descartar abuso sexual o violación.

“Nos sorprende que los familiares no lo hagan y se esperen a que lleguen a nuestras instituciones para hacer la denuncia, es lamentable; cualquier jalisciense que vea que una menor tiene un embarazo, hay que dar cuenta al  ministerio público y abrir una averiguación porque, sin duda, se violaron los derechos de la menor”.

El protocolo también implica solicitar un consentimiento informado por parte de algún tutor de la menor, para poder ingresarla al hospital y practicarle la cirugía de cesárea, ya que la anatomía de las adolescentes no permite que sus bebés nazcan de manera natural.

EL INFORMADOR / THAMARA VILLASEÑOR