Romper piñatas, tradición viva en las fiestas decembrinas

GUADALAJARA, JALISCO (16/DIC/2012).- Las hay de todos tamaños. De cinco o siete picos, con la figura de Santa Claus, de Mickey Mouse o de un venadito. Lo que importa es que en toda posada no falte la piñata para quebrarse y lograr la recompensa en dulces y frutas.

Esta figura hecha de periódico, engrudo, cartón y papel metálico, es capaz de reunir a familias enteras, de parar de la silla al más cansado y de hacer cantar el “dale, dale, dale, no pierdas el tino” hasta al más tímido.

Para José Antonio Alaniz Gutiérrez, hacer piñatas siempre formó parte de sus días. En 1944 sus padres iniciaron el negocio y, a la fecha, los 14 miembros de su familia que quedan siguen con la tradición, que según afirma, ha bajado considerablemente.

Elizabeth Portillo, quien también se dedica a fabricar  piñatas, señala: “Este negocio es noble, el material es muy barato y nosotros cobramos más la mano de obra”.

Ya sean las tradicionales de picos para esta temporada, o de figuras diversas, las piñatas están presentes en las celebraciones de fin de año.