Martes, 14 de Mayo 2024
Jalisco | Aunque debería haber clases, dos planteles las suspenden por falta de alumnos

Regresan vecinos a Chulavista, el olor a gasolina se mantiene

Aunque las clases deberían de haberse reanudado, en dos planteles las clases se suspendieron porque los papás fueron a recoger a sus hijos

Por: EL INFORMADOR

Autoridades custodiaron la zona afectada por la fuga de combustible.  /

Autoridades custodiaron la zona afectada por la fuga de combustible. /

TLAJOMULCO DE ZÚÑIGA, JALISCO (31/OCT/2013).- Esta mañana Gabriela Valenzuela y sus tres hijos pasaron la noche lejos de su casa, ayer fueron evacuados por una fuga de gasolina cuyo olor no se ha ido.

En los fraccionamientos Chulavista y Lomas del Mirador la vida poco a poco vuelve a la normalidad. Una normalidad que es extraña: pocas rutas de camión llegan aquí. El transporte preferido son los mototaxis. La calle principal que lleva el mismo nombre que el fraccionamiento es en realidad un canal de aguas negras. La colonia vecina se llama Chiva Barrio y las personas se quejan más de la falta de vigilancia que de cualquier otra cosa.

No es para menos: Chulavista es una ciudad dentro de otra ciudad. Pero es una ciudad fantasma. Según el Infonavit, este desarrollo inmobiliario es el que tiene más casas con la marca "abandono" en sus paredes, como las 13 mil casas deshabitadas en Tlajomulco.

Chulavista se caracteriza por la vivienda barata: 195 mil pesos cuesta una casa en las mejores etapas, en las peores "hay letreros de que te las prestan, para que se las cuides a los dueños", dice una vecina. Así es, se prestan casas con tal de vivir el riesgo de la noche.

Mientras una casa dentro del Periférico gana plusvalía con los años, aquí el tiempo se acaba el patrimonio de los trabajadores que ganan lo suficiente para comprar una casa para vivir apretaditos: dos habitaciones, una sala, cocina y baño custodiadas por puertas de madera.

Aquí es donde el pasado 30 de octubre una fuga de gas, provocada por la ordeña de los ductos de Pemex, hizo que "pareciera que estabamos en la llevada de la virgen", dice Adán Aceves, el carnicero. Las más de siete mil personas desalojadas llegaron hoy a sus casas.

En la escuela Marcelino Dávalos Vázquez, después de que entraron los pequeños a sus clases; hora y media después sus papás fueron a recogerlos. El olor a gasolina no se va, y como las camionetas de las televisoras llegaron a hacer enlaces en vivo, los papás fueron a recoger a sus pequeños pensando que la explosión era inminente.

En Chulavista hay más de tres mil casas que no rebasan los 40 metros cuadrados de construcción. Que carecen de vías alternas de comunicación, de un transporte eficiente, de servicios básicos garantizados y sobre todo, de tranquilidad.


EL INFORMADOR/ OMAR GARCÍA
 

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