Reforestación urbana, clave contra el calor

GUADALAJARA, JALISCO (28/JUL/2014).- Vecinos de la colonia Analco, en donde serán plantados 500 árboles por las autoridades tapatías, quieren más árboles para su colonia. “El Sol está insoportable, tengo que andar todo el día con paraguas”, relata Patricia Fletes Hernández, comensal frecuente de una fonda en la zona. La masa forestal tiene la capacidad de regular la temperatura de su entorno, evitando las “islas de calor”: colonias deforestadas que registran hasta cuatro grados centígrados más que en zonas urbanas arboladas.

Entre 1960 y 2010 se detecta en la metrópoli una tendencia de incremento de ondas de calor, de acuerdo con la investigadora de la UdeG, Marta Espinosa Martínez. En 1965 ocurrió una onda de calor, mientras que en 2010 el fenómeno se registró en cuatro ocasiones; los días cálidos aumentaron de uno en 1960 a 37 en 2010. Este año, los municipios de Guadalajara, Zapopan, Tlajomulco, Tonalá, y Tlaquepaque plantarán en total 100 mil árboles en zonas urbanas. Sin embargo, especialistas consideran que los esfuerzos resultan insuficientes.

En este sentido, académicos y sociedad civil urgen a trazar un programa metropolitano de reforestación que identifique las zonas que presentan el mayor déficit de árboles, y que a fin de garantizar la supervivencia se consideren las especies más recomendables para la zona, la condición del suelo y lugar a intervenir; y sobre todo se lleve un seguimiento y monitoreo constante de los árboles plantados.

“La clave del éxito es generar una alianza entre la comunidad, el sector privado, la sociedad civil y los ayuntamientos. Debemos realizar un trabajo en equipo para que las estrategias y los objetivos en materia de reforestación urbana trasciendan trienios y sexenios y que con cada cambio de administración no se empiece de cero. Sabemos que los ayuntamientos no tienen los recursos ni el personal para mantener todas las áreas verdes, por eso debemos involucrar al ciudadano y a la iniciativa privada”, expresa Marta Arreola, directora de la Fundación Extra A.C., que a través del programa “Hagamos de nuestra ciudad un bosque urbano”, ha donado más de dos millones de árboles a la ZMG.

Con el lema “Un habitante: un árbol”, desde hace cinco años Extra promueve una solución para revertir el déficit de arbolado con una filosofía en donde cada ciudadano es clave al adoptar un árbol, plantarlo en su banqueta o camellón y brindarle cuidados. Cada poblador puede hacer mucho más de lo que cree para mitigar el calor en la urbe y no esperar a que los ayuntamientos solucionen todo. La diferencia es un árbol.