Jalisco | En tres patadas por Diego Petersen Farah Maciel y los medios La carta de los Legionarios de Cristo aceptando los abusos y delitos de su fundador y pidiendo perdón, después de 14 años de ''escándalo'' en los medios, es el final de un proceso que dejó muchas heridas en el camino Por: EL INFORMADOR 29 de marzo de 2010 - 06:02 hs La carta de los Legionarios de Cristo aceptando los abusos y delitos de su fundador, el sacerdote Marcial Maciel Degollado y pidiendo perdón, después de 14 años de “escándalo” (así, entre comillas) en los medios, es el final de un proceso largo, complejo y que dejó muchas heridas en el camino. Sin duda habrá todavía algunas reacciones y estertores, incluso algunas consecuencias (está pendiente la decisión papal sobre el futuro de la Legión) pero como proceso social, podemos considerar que es el final de un ciclo. La pregunta entonces es si esto hubiera sido posible sin los medios, o dicho en otras palabras, si hubiésemos llegado a donde llegamos si el tema no hubiese sido un “escándalo” mediático. Por supuesto que no: ni la Legión, ni la Iglesia, ni la sociedad habrían puesto en tela de juicio el comportamiento de un personaje con fama pública de santo y un comportamiento privado de delincuente, si no hubiese pasado por los medios. Las denuncias de las víctimas de Maciel no hubieran tenido efecto si lo hubiesen dejado en el fuero interno de la Iglesia. En efecto, las víctimas de Maciel, que sacaron a la luz su denuncia en La Jornada y Canal 40, ya habían previamente presentado sus quejas contra el entonces poderosísimo Mon Pére y lo que recibieron fue un portazo en las narices. Más aún, en los los años cincuenta, el entonces joven padre Maciel fue procesado y absuelto al interior de la Iglesia, gracias a una serie de artimañas, como falsificación de documentos y ocultación de pruebas, que le permitieron seguir su obra, y sus abusos. Los medios y los periodistas somos en general, indefendibles, cuando no impresentables: la tendencia cada vez mayor al escándalo, al show noticioso y al linchamiento público, nos ha valido el peor de los desprestigios. Sin embargo, hay temas que la sociedad sólo procesa en términos de escándalo. La dureza de piel y la ineficiencia de las instituciones de justicia, la convivencia excesiva de los poderes y el silencio (en realidad ocultamiento) elevado a virtud, conforman una barrera difícil de franquear por las vías “normales” o institucionales para un ciudadano común. Maciel, independientemente de su calidad sacerdotal, debió haber sido procesado por la justicia mexicana; al César lo que es del César... Pero cuando los representantes de los dioses y los de césares cenan en la misma mesa, la sociedad busca la salida por otras vías, una de ellas son los medios. El caso de los seminaristas abusados por Maciel no hubiera llegado a este punto si no hubiesen estallado simultáneamente escándalos en Estados Unidos, Irlanda y México. Pero el “escándalo” no hubiera sido necesario si las instituciones de justicia hubiesen actuado a tiempo. Temas Diego Petersen Farah En tres patadas Lee También Sociales: André e Isabella reciben la Primera Comunión en familia KIVA Inversión inmobiliaria integral presenta Atriva, esencia viva Sociales: El Informador inicia una nueva etapa con la moderna imprenta "Doña Stella" Sociales: Domingo en los toros, concluye la primera parte de la Temporada Grande 2025 Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones