Viernes, 19 de Abril 2024
Jalisco | Fallan en eliminar contaminación

La CEDHJ supervisará las inspecciones en el río Santiago

Inician la semana entrante y participarán los tres niveles de Gobierno para evitar desligue de competencias

Por: EL INFORMADOR

La ciudadanía sigue padeciendo enfermedades relacionadas de forma directa o indirecta con la grave contaminación del río. EL INFORMADOR / ARCHIVO

La ciudadanía sigue padeciendo enfermedades relacionadas de forma directa o indirecta con la grave contaminación del río. EL INFORMADOR / ARCHIVO

GUADALAJARA, JALISCO (23/ABR/2016).- Siete años después de la macrorrecomendación emitida tras la muerte del niño Miguel Ángel López Rocha, quien falleció después de haber caído a las aguas contaminadas del Río Santiago, la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) continúa evaluando como “insuficientes” las acciones emprendidas para mejorar la calidad de vida de quienes viven cerca de ese cauce.

Y hay una razón esencial para que siga rezagada: la falta de coordinación entre todos los niveles de Gobierno. De acuerdo con el coordinador de Seguimiento de quejas y recomendaciones en la Comisión, Fernando Zambrano Paredes, si algo entorpece las revisiones son los niveles de competencia.

Los ayuntamientos o la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente, por ejemplo, están impedidos para levantar multas o imponer sanciones aunque detecten descargas de aguas de residuo a cuerpos de agua. Esa es responsabilidad de la Comisión Nacional del Agua.

“Por más voluntad que tengan las autoridades estatales y municipales, pues no tienen competencia para sancionar o dictar alguna medida preventiva como clausura a estas empresas que de forma irresponsable no están tratando sus desechos”.

Por tal razón, Derechos Humanos reunió a las autoridades de los tres niveles y acordó con todas las dependencias relacionadas con la normatividad ambiental nuevos recorridos de supervisión en los corredores industriales que aún vierten aguas negras al río. Éstos comenzarán, dijo, la semana próxima.

“Se va a hacer una especie de calendario-ruta para que los tres niveles de Gobierno, en forma clara y objetiva, con la presencia de la Comisión Estatal, realicen visitas aleatorias a todas las empresas que están ubicadas alrededor o a los márgenes del Río Santiago, a efecto de que se supervisen y no tengamos con el problema de que al momento de hacerlas: ‘Ah, es que no es competencia mía’”.

La Comisión, como las autoridades y los ciudadanos, reconoce que la persistencia de olores fétidos en las aguas del Santiago se debe mayoritariamente a las industrias. Por eso irán directamente allí, a atender y sancionar el origen de la contaminación.

“Si efectivamente vamos a llevar esa coordinación, se tiene que traducir en resultados: si se localiza alguna empresa o varias que no tratan debidamente sus aguas de tipo industrial, en ese momento que se realicen las medidas como la clausura total o parcial de la misma, o se le finquen las multas”.

De acuerdo con Fernando Zambrano, siete años después de la macrorrecomendación las autoridades sólo han cubierto el 40% de los puntos. Ni siquiera la mitad. Pero la Comisión reconoce puntos “significativos” de avance, como la construcción de las plantas de tratamiento de El Ahogado y Agua Prieta, que de acuerdo con la Comisión Estatal del Agua tratan 10 de los 15 metros cúbicos por segundo de aguas negras que pasan por el río a diario.

Sin embargo, “esas acciones no han sido lo suficientemente claras en el sentido de que, a la luz del ciudadano común, no reflejan que realmente se esté mitigando la grave contaminación que hoy por hoy sigue aquejando a este río. La ciudadanía sigue percibiendo olores a huevo podrido, padeciendo afecciones en la piel, dermatitis; continúa teniendo infecciones gastrointestinales, y muchas de esas enfermedades están relacionadas de forma directa o indirecta con esta grave contaminación”, concluye.

LA PROEPA PIDE MÁS ATRIBUCIONES

Evaden multas económicas

Sólo en 45 de los 956 expedientes resueltos durante la administración por parte de la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente (Proepa), las empresas o particulares sancionados han accedido a la conmutación: un procedimiento legal que les permite evitar el pago de la multa, si en su lugar emprenden medidas de mitigación en especie.

La Ley Estatal de Equilibrio Ecológico establece, en su artículo 12, que las autoridades “diseñarán, desarrollarán y aplicarán instrumentos económicos que incentiven el cumplimiento de los objetivos de la política ambiental”.
 
Entre esos instrumentos está promover cambios en la operación de las empresas que beneficien al ambiente, e incentivos para quien “realice acciones para la protección, preservación o restauración del equilibrio ecológico”.

De acuerdo con el procurador ambiental, David Cabrera Hermosillo, la Proepa pretende animar a los infractores para que mejor cambien sus esquemas de operación y así contaminen menos. “La meta no es la recaudación”, afirma.

De hecho, los 3.7 millones de pesos que ha recaudado esa instancia (sólo de 76 multas en la Cuenca de El Ahogado) fueron enviados al fondo común de las finanzas del Estado, donde es la Secretaría de Planeación, Administración y Finanzas (Sepaf) la que decide su destino. Esto significa que no necesariamente han sido invertidos en beneficios ambientales.

Pero no todas las infracciones pueden ser conmutadas. Las empresas que están clausuradas y las infracciones graves merecen, obligadamente, la aplicación de una sanción económica.

La Proepa buscará que la Comisión Nacional del Agua delegue sus responsabilidades de inspección y sanción a sus 37 inspectores, pues actualmente está impedida de hacerlo con quienes vierten aguas residuales a cuerpos de agua. En ningún Estado de la República se tiene el precedente de un convenio en este sentido con la autoridad máxima en materia de agua.

“No tengo ningún parámetro para decirte cuánto nos podríamos tardar (para lograr el convenio). Lo que sí tenemos muy claro nosotros es que este problema del Río Santiago se puede mejorar si más autoridades intervenimos directamente, no solo indirectamente”.

La Proepa establece entre sus “prioridades” el Polígono de Fragilidad Ambiental de la Cuenca de El Ahogado, aunque sus acciones en torno a industrias cercanas a cuerpos de aguas están limitadas a vigilar que el manejo de residuos sólidos sea el adecuado (ejemplifica con los desechos orgánicos de granjas porcícolas o ganaderas), los bancos de material y las emisiones a la atmósfera de las industrias.

La Proepa no es competente para verificar descargas de aguas residuales al Río Santiago, pero asegura que sí está obligada a recibir las denuncias en ese sentido, y turnarlas a la autoridad que sí las atiende. “Lo que sí hacemos cuando nos llega una denuncia de ese tipo es derivarla a la Conagua y, cuando consideramos que es un problema relevante, hacemos incluso un recorrido de vigilancia para fortalecer la denuncia ante la instancia competente”.

—¿De qué sirve que la Proepa tenga ese Polígono de Alta Fragilidad Ambiental como una de sus prioridades, si no tienen jurisdicción?

—De mucho, porque la fragilidad ambiental no solamente se determina por las descargas directas al agua. La descarga directa es competencia exclusiva de la Federación, pero hay otro tipo de descargas que son indirectas o a lo mejor son mecanismos que nosotros hemos ideado para intervenir en esa zona, aunque no sea directamente la descarga.

Estrategias para reducir la contaminación que pueden realizar empresas contaminantes:

• Equipos de control o reducción de la contaminación.
• Filtros industriales.
• Proyectos de reforestación.
• Compra e instalación de paneles solares.
• Ecotecnologías que redunden en la disminución de emisiones.
• Plantas de tratamiento.

“Están identificadas” las empresas contaminantes

Las empresas que aún contaminan el cauce del Río Santiago están ubicadas por la autoridad estatal. Felipe Tito Lugo Arias, director de la Comisión Estatal del Agua (CEA), afirma que se sabe “nombre y apellido” de todos los infractores, aunque no concedió los nombres.

La Comisión del Agua, dice el funcionario, no puede por sí misma apercibirlas. Lo que hace es turnar el reporte a las autoridades que sí tienen competencia (Conagua y Profepa), pero “simplemente falta un poquito de capacidad, de personal, de atención”.

Responde que es imposible negar que la contaminación persiste, pero advierte a su vez que sí se ha hecho algo para mejorar las condiciones del río: las macro plantas de tratamiento de El Ahogado y Agua Prieta, que limpian 10 de los 15 metros cúbicos por segundo de aguas de residuo que fluyen por el caudal.

Desde esos puntos, sostiene, el agua sale limpia y cumple con la normatividad ambiental. Tanto, que los industriales del corredor de El Salto han comenzado a enviar sus aguas negras a El Ahogado y solicitado que ésta se les devuelva tratada. “Por una sencilla razón: están en una zona donde hay cero posibilidad de sacar más agua del acuífero, entonces ellos tienen que intercambiar. Si quieren crecer sus empresas, requieren del agua tratada”.

NUMERALIA

Los operativos

956
expedientes resueltos en la Proepa durante la presente administración.

55 millones
de pesos en multas por cobrar.

640 inspecciones en los polígonos prioritarios de atención para la Proepa.

319
inspecciones en el Pofa de la Cuenca de El Ahogado.

112 inspecciones que se hicieron por denuncia ciudadana.

76 resoluciones administrativas en la Cuenca de El Ahogado.

3.7 millones de pesos en sanciones, de esas resoluciones administrativas.

613 acciones generadas en el programa de requerimiento administrativo ambiental.

117 requerimientos a empresas de El Salto, Tlaquepaque y Tlajomulco.

10 inspectores de Proepa para los 12 municipios de la Región Centro.

27 inspectores de Proepa para los 113 municipios restantes.

514 expedientes resueltos en la Proepa durante 2015.

Parques ecológicos quedaron en el papel

Corría el mes de febrero de 2012 cuando la entonces Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable (hoy Semadet) presumía su estrategia para probar que, además de una macro planta de tratamiento que limpiaría las aguas de residuo del Sur de la metrópoli, el Estado de Jalisco estaba comprometido con el saneamiento del Río Santiago: un parque ecológico con mirador para detonar el atractivo turístico de la zona limítrofe entre los municipios de El Salto y Juanacatlán.

Así, la restauración del río en el que murió el niño Miguel Ángel López Rocha en 2008, y los puntos de la macrorrecomendación que siguió a ese deceso, seguirían cumpliéndose.

El Gobierno del Estado lo integró en una agenda de restauración que “contiene una diversidad de los proyectos que se encargarán, paso a paso, del rescate y la reforestación de los paisajes naturales, además de la creación de los parques ecológicos y los centros de educación ambiental en los sitios diversos”.

Ese parque, cuya proyección se encuentra en un video publicado en internet el 8 de febrero de 2013 ( https://www.youtube.com/watch?v=oS0-tGYhzdg), también contemplaba “la reforestación de siete hectáreas con flora nativa del área al lado del río, aguas arriba y abajo del punto de la cascada”.

Amplio estacionamiento, una “magnífica” plazoleta de ingreso, un “sendero interpretativo” para caminata y trote, gimnasio al aire libre, incluso una ágora cultural… Todo eso quedó en el tintero.

El proyecto se echó a andar desde la administración de Emilio González Márquez. Incluso recibió 18 millones de pesos de la Secretaría de Medio Ambiente a nivel federal. Sin embargo, el dinero fue regresado a la Federación porque “no se cumplieron en tiempo y forma los procedimientos.

Se ejecutó una parte (14% para un andador, estacionamiento y mirador)”, según lo explicó en julio de 2013 Magdalena Ruiz, actual responsable de Medio Ambiente en la Entidad.

La misma funcionaria prometió que se recuperaría el espacio, “pero con más sentido”. Y argumentó que primero habría que sanear la cuenca. Los vecinos de El Salto y Juanacatlán siguen esperando que ese día llegue.

Ya han pasado cuatro años desde que se echó a andar la macro planta que puede limpiar más de dos mil litros por segundo de aguas sucias, pero ni el aroma ni la espuma desaparecen.

“Ya es menos, pero ahí sigue”, dice Santos Pastor, quien pese a todo, agradece que ya sean menos los mosquitos que lo atacan por las noches.

Hoy, el estacionamiento existe, pero luce abandonado; las zonas arboladas son sólo ramas secas con espinas, y el “sendero interpretativo” es un breve camino bardeado que lleva a un pequeño mirador con cuatro bancas desde el cual se puede ver un ducto que descarga descaradamente aguas negras, día y noche, al caudal.

CRÓNICA

Un mirador... a la suciedad


Las propiedades inodoras e incoloras en el agua que corre por el Río Santiago no existen. “Y ya no existirán”, sostienen vecinos del torrente como Antonio Pastor Mendoza, quien vive desde hace seis décadas en la calle María Arcelia Díaz.

No es suficiente que desde el 17 de marzo de 2012 el ex Presidente Felipe Calderón inaugurara la macro planta de tratamiento de El Ahogado: el líquido que hoy pasa bajo el puente que marca el límite de El Salto y Juanacatlán aún es pardo y apesta. Tanto, que golpea con fuerza a la nariz y obliga a fruncir el ceño.

Cuatro años después, las fábricas y las viviendas continúan vertiendo sus desechos al caudal, antes de que éste se acerque a las zonas habitacionales del Sur del Área Metropolitana de Guadalajara. Es una realidad. El olor a estiércol es evidente.

Pese a ello, el turista despistado tendrá un espacio habilitado para disfrutar la escena. Para él es que se ha construido un mirador con vista a la suciedad y polución, en donde podrá constatar la tonalidad marrón del agua espumosa que, ocasionalmente, llega a las viviendas y percude la ropa recién lavada que está en los tendederos.
Luchará contra los rayos del Sol, pues no encontrará un solo espacio bajo techo. En contraste, la garantía de hallar espacio en el estacionamiento es total: pocos valientes como él accederán a un recorrido que provocará arcadas y sudor frío.

Caminará entre escombros, tablones de madera y botellas vacías de alcohol: el motor de sus predecesores. Combatirá, dependiendo la hora que elija, a decenas o a cientos de mosquitos hambrientos. Entrará a un camino que serpentea y que muestra dos escenarios: rocas y arbolado seco con espinas. Mucho de ambos.
Eventualmente alcanzará la meta. Se verá de pie sobre el atractivo máximo del paseo: un mirador con cuatro bancas atiborradas de firmas indelebles. ¿Árboles? Ninguno vivo. Tostará su piel hasta que se retire.

Si el espíritu de aventura aún no está satisfecho, encontrará poco obstáculo para burlar el cerco y bajar hacia el río. En su andanza eludirá excremento de ganado y envases de cerveza rotos; caminará sobre suelo árido y colillas de cigarro mientras evita las espinas de arbustos grises, y un par de nopales que aún se mantienen verdes, estoicos.

Junto al río de aguas turbias, será presa de las miradas incrédulas de quienes pasan sobre el puente que dejó metros arriba. Saltará entre piedras blancas mientras es señalado con incredulidad y asombro, al mismo tiempo en que descubre que se ha acostumbrado al olor nauseabundo. Ese que, hace años, las autoridades mexicanas prometieron que desaparecería.

El fracaso del Pofa

¿Qué se atendería en el Polígono de Alta Fragilidad de la Cuenca de El Ahogado (Pofa)?

• Tratamiento de aguas residuales.
• Restauración de suelos.
• Correcta disposición de residuos.
• Cuidado de la atmósfera (el Sur de la ciudad es aún la parte más contaminada).
• Recuperación de recursos bióticos.
• Atención a los problemas de salud pública.
• Impulso al desarrollo social.

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