Jalisco enfrenta tres epidemias

GUADALAJARA, JALISCO.- Aunque las autoridades en salud tienen la mirada puesta en la influenza A H1N1, en el Estado de Jalisco existen otras dos epidemias además de ésta: una de influenza estacional, y una más de dengue hemorrágico.

El director del Observatorio de la Salud de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Marco Antonio Castillo, asegura que las últimas dos enfermedades deben tener vigilancia epidemiológica permanente, y al parecer, no se hace.

“Son enfermedades transmisibles que no tienen tiempo para cesar su vigilancia, si nosotros hiciéramos una curva, veríamos que del primero de diciembre a enero, la curva es alta para influenza estacional, luego baja, pero permanece todo el año para volver a subir”.

Según información del observatorio, lo que sucedió  es que antes de que bajara la incidencia de casos de la influenza estacional, la curva se cruzó con la del virus A H1N1; de lo cual, hasta la fecha, la Secretaría de Salud Jalisco ( SSJ) no ha podido dar la distinción de los casos sospechosos que se presentan a diario en los hospitales.

De acuerdo con el epidemiólogo de la UdeG, Jaime Andrade, el panorama actual de los dos tipos de influenza se debe a cambios climatológicos, cambios en los estilos de vida de la población, y por supuesto, relajamiento en las medidas de salud pública en todo el mundo.

No obstante, el director del Observatorio de la Salud recalcó que en el Estado hacen falta más competencias profesionales para entender el proceso de la atención de la salud pública del Estado, además de herramientas metodológicas que permitan visualizar “qué esta pasando, inclusive, valores predictivos de lo que pueda pasar, y atacar, en su momento, los picos de cualquier problema”.

Por otro lado, el investigador del Observatorio de la Salud, Arturo Ramírez Viestra, enfatizó en que no cabe la pregunta de que si el secretario de  Salud Jalisco, Alfonso Gutiérrez Carranza, cuenta con la capacidad o no de atender la salud de los jaliscienses. Debería de tenerla, dijo, no sólo para controlar las epidemias, sino para controlar las demás enfermedades que aquejan a la población.

“Debe tener la capacidad, para eso es la secretaría de salud, para controlar estas tres epidemias y todo lo demás que está oculto; tenemos aborto clandestino, hipertensión arterial, y un buen número de enfermedades transmisibles que no se ha dado a conocer la incidencia a la población”.