Jalisco avanza, pero es insuficiente

GUADALAJARA, JALISCO (03/MAR/2013).- Que Jalisco nunca pierde y cuando pierde arrebata es un dicho bastante antiguo. Las computadoras y las mediciones dificultan los desplantes y el voluntarismo en estos tiempos modernos; los triunfos o los avances de los otros exigen modificar la actitud si no queremos hacer el ridículo. Aprender a vernos cómo somos para mejorarnos, es una ley visualizada por Lord Kelvin a mediados del siglo XIX y actualizada por Peter Drucker en el XX. Y para eso es precisamente para lo que sirve el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), que desde inicios de este siglo hace mediciones nacionales de la competitividad de los estados, evaluación en la que, por cierto, a Jalisco no le ha ido nada bien, si consideramos que no es la media tabla el lugar al que pertenece.

Jalisco, no obstante, ha venido avanzando desde que empezaron las mediciones de competitividad. Ya en la primera publicación del Imco, editada en 2006 con datos de 2003, la Entidad se clasificaba en el decimosexto lugar. Ahora seis años y tres ediciones después, con datos de 2010, Jalisco ostenta una breve mejoría al alcanzar la decimotercera posición. Buenas noticias, pero no son suficientes para el orgullo jalisciense, por lo que la nueva administración encabezada por Aristóteles Sandoval deberá de redoblar esfuerzos.

Productividad y eficiencia

En términos económicos, la competitividad está asociada generalmente con la productividad o eficiencia con la que son transformados los insumos en bienes y servicios y, en consecuencia, la competitividad regional es analizada tanto en términos de resultados (ingresos, empleo), como con relación con sus determinantes.

El proceso de crecimiento económico es bastante complejo, por lo que se requiere la concurrencia armónicamente integrada de varios factores para que una región tenga éxito en esta tarea. Los índices de competitividad conocidos constituyen intentos, más o menos serios, por capturar esa complejidad. En términos generales, esos índices se basan en la comprensión que tienen, hoy por hoy, los economistas sobre los determinantes del proceso de crecimiento económico y el desarrollo.

En México, el índice de competitividad elaborado por el Imco está compuesto por 10 subíndices que pudieran integrarse en tres grupos: Como Factores de Base: 1) Estado de derecho confiable y objetivo 2) Manejo sustentable del medio ambiente 3) Sociedad incluyente, preparada y sana. Como Factores de Infraestructura: 4) Mercados de factores eficientes (mano de obra, energía, capitales y suelos, 5) Sectores precursores de clase mundial (sistema financiero, logístico y Tecnología de la información) 6) Sectores económicos con potencial. Y por último, como Factores de Entorno: 7) Economía dinámica e indicadores estables (Macroeconomía), 8) Sistema político estable y funcional, 9) Gobierno eficiente y eficaz; 10) Aprovechamiento de relaciones internacionales.

Índices de los estados mexicanos

Los Índices de Competitividad de los Estados Mexicanos 2006, 2008, 2010 y 2012 del Imco han sido elaborados con datos de los años 2003, 2006, 2008 y 2010, respectivamente. De acuerdo con esos datos, la competitividad de Jalisco mejoró 9% al pasar de la posición 16 a la 13 en el periodo 2003-2010. Sin embargo, para la tradición de Jalisco esas posiciones resultan bastante incómodas, ya que permanece en la media tabla de la competitividad interestatal, a pesar de ser considerada, por su tamaño, la cuarta economía nacional.

La gráfica compara el desempeño de Jalisco con sus dos grupos de competencia natural, por un lado, las grandes economías nacionales: el Distrito Federal (DF), Nuevo León y el Estado de México. Y por otro frente a sus vecinos, con quienes compite por la inversión regional: Querétaro, Aguascalientes y Guanajuato. Es importante observar que tanto Aguascalientes como Querétaro ya llegaron a estar entre los tres primeros lugares nacionales, mientras que Jalisco se ha mantenido a media tabla desde que iniciaron las mediciones en los años noventa.

Para interpretar dicho resultado es necesario analizar los factores estructurales de las diferentes economías y sus niveles de urbanización. En este caso cuentan mucho las economías urbanas, que son los motores de la competitividad. Los casos del DF, Nuevo León y Aguascalientes son ciudades-Estado. El DF, por ser la ciudad central del país, siempre contará con ventajas adicionales a las demás. Adicionalmente, el Distrito Federal y Nuevo León tienen una estructura industrial basada en un mayor valor agregado (bienes de capital o intermedios) y en servicios modernos. Jalisco, en cambio, depende de una industrialización con bajos niveles de agregación de valor (bienes de consumo final y dominio de la pequeña industria) y una economía basada en recursos (humanos, principalmente) con bajos niveles de eficiencia y de innovación.

Por otra parte, también entra en juego el tamaño de ciudad en el sistema urbano regional. El tamaño del mercado (de trabajo y de consumo) se convierte en parámetro crítico para el potencial de desarrollo y su modalidad. Cuando un sistema urbano regional tiene una metrópoli su región tiende a crecer con mayor rapidez.

En términos generales, entre más grande es una región más alta es la similitud de las inversiones relativas. El tamaño del mercado refleja el potencial económico y de demanda de una zona. Entre más elevado es, más baja es la especialización relativa en términos de inversión. Mientras que las empresas tienden a ubicarse cerca de los grandes mercados y elevada demanda (aumentando la concentración sectorial) las regiones con mercado grande parecen atraer capital de todos los sectores con una asignación relativa más bien igual.

Por último, el Índice llamado Sistema de Derecho confiable y objetivo sirve para medir el grado de seguridad física y jurídica que tiene una Entidad, especialmente el que la que tiene relación con la atracción de inversionistas, empresarios y talento. En dicho índice Jalisco ha caído del lugar 18 al 26 y destaca que de los nueve indicadores que contiene, los que presentan más rezago no son aquellos que tienen que ver con la criminalidad, sino con el desempeño institucional de la justicia. Éste es el peor indicador de la Entidad.

Análisis del desempeño

Para comprender el desempeño de Jalisco es importante observar cómo se han movido sus índices a través del tiempo. Las gráficas 2, 3 y 4 presentan la evolución de los Factores de Competitividad del Imco, agrupados en los llamados Factores de Base, Factores de Infraestructura y Factores de Entorno. Las gráficas reflejan la evolución positiva o negativa de cada uno de ellos.

De los tres índices que componen los Factores de Base, dos han mantenido un crecimiento positivo mientras que el tercero ha caído. El de mejor desempeño, ha sido el denominado sociedad incluyente, preparada y sana, que evalúa el nivel de bienestar y capacidad que tiene la población. Ha promediado una posición de 13 en la escala de las 32 entidades, terminando 2012 en el décimo sitio.

El manejo sustentable del medio ambiente califica la capacidad de las entidades para interactuar de manera sostenible con el entorno natural en el que se ubican y aprovechar los recursos naturales de los que disponen, mide también la sustentabilidad de las empresas privadas. En el caso de Jalisco, sorprende su evolución, el cual reflejó una constante mejoría que lo llevó a ascender del lugar 26 que tenía en 2006 a un sexto lugar en el 2012.

El segundo grupo de factores de competitividad, los de infraestructura, son un grupo que ha mantenido una evolución positiva en lo general. Los tres indicadores están mejor ubicados que como estaban en la primera medición.

Los sectores precursores de clase mundial, son aquellos sectores indispensables para que se desarrolle la economía de un Estado. Actualmente están vinculados con la conectividad y la vinculación de una Entidad. Dicho componente es el más destacado ya que obtuvo una calificación promedio de 8.5 sobre 32; posición que ha sido producto de un ascenso progresivo. Dicho componente se construye con 15 indicadores, de los cuales 12 están por encima de la media tabla y solo tres por debajo.

El Índice de los Sectores Económicos califica el grado de innovación y sofisticación de las empresas establecidas en la Entidad evaluada. Está orientado a evaluar la creación de nuevos conocimientos y nuevas tecnologías. Su clasificación debería permitir detectar el grado de “modernidad” y liderazgo de sus sectores, su vinculación a la economía global y la capacidad de competencia que tienen.

Entre los indicadores destaca el buen posicionamiento de Jalisco en el registro de patentes. Sin embargo, su puntaje refleja una enorme distancia que tiene frente al líder del ramo. En 2011, por ejemplo, Jalisco realizó 63 registros frente a las 385 que hizo el DF. Lo mismo sucede con los demás indicadores.

El componente llamado Mercado de Factores evalúa tanto el costo como la productividad de la fuerza laboral. La productividad es el factor más relevante para la competitividad. Aun cuando Jalisco está por encima de la mitad en la mayoría de indicadores, su distancia con los líderes es enorme.

En el tercer grupo de factores, los llamados  factores de entorno, está compuesto por cuatro elementos, en tres de ellos Jalisco cae en las últimas mediciones y sólo en uno avanza. Su componente con mejor desempeño en el periodo de referencia ha sido el llamado sistema político estable y funcional, con una posición promedio de siete en la escala de 32 entidades; a pesar de que en el último reporte (2012) registró un deterioro considerable.

Legitimidad de los gobiernos

El subíndice Sistema político estable y funcional evalúa la legitimidad de los gobiernos y el potencial que tienen para garantizar la estabilidad y la efectividad de sus acciones. En síntesis la capacidad de gobernar. Lamentablemente sólo tiene tres indicadores muy limitados. La extensión del periodo de los alcaldes, que si bien es reconocido que tres años son muy breves, sólo hay dos posiciones una para Coahuila que tiene periodos de cuatro años y otra para las 31 entidades restantes. No tiene ningún indicador de participación ciudadana, más allá que la electoral y se complementa con el nivel de conflictividad que pudieran tener algunas casillas en las jornadas electorales.

Economía y finanzas públicas, mide el clima para la atracción de las inversiones que existe en las entidades. Ello tiene que ver con el vigor de la dinámica económica flujos de capital existentes. Éste es un subíndice donde Jalisco tiene un mal desempeño. No sólo está por debajo de la mayoría de las entidades en todos los indicadores, sino que sus distancias con los liderazgos es distante. Es el tercer peor posicionamiento de Jalisco.

Alberto Pérez Martínez

Laboratorio de Investigación/EL INFORMADOR