Jalisco | La reserva urbana, de 119 hectáreas, se agotará en menos de tres años Guadalajara proyecta repoblarse Hay propuestas de impulsar vivienda popular en el Centro y mantener la población por arriba de millón y medio Por: EL INFORMADOR 5 de enero de 2010 - 03:49 hs La pérdida del capital humano en la Perla Tapatía vendrá acompañada de otras consecuencias negativas. ARCHIVO / GUADALAJARA, JALISCO.- La ciudad de Guadalajara enfrentará un grave despoblamiento de 400 mil habitantes en un periodo no mayor a 25 años, debido a la expulsión de personas –en su mayoría jóvenes– ante la carencia de alternativas populares de vivienda. La pérdida del capital humano en la Perla Tapatía vendrá acompañada de otras consecuencias negativas, como la reducción en la captación de impuestos por parte de la autoridad municipal, con los efectos inherentes en el mantenimiento de la infraestructura urbana y la prestación de los servicios públicos. La situación se complica al considerar que las 119 hectáreas de reserva urbana que le quedan a la ciudad se agotarán completamente en menos de tres años, de ahí que la estrategia de repoblamiento que elaboró el Ayuntamiento y que se engloba en el Programa Municipal de Desarrollo Urbano (PMDU), se centra en la densificación del municipio con la intensificación de los usos de suelo que permitiría, en las zonas con la infraestructura adecuada, el crecimiento vertical de los desarrollos inmobiliarios. El objetivo del PMDU, cuya aprobación está pendiente por la administración municipal que recién comienza, es que la población de Guadalajara no baje del millón y medio de habitantes y que incluso pueda subir a 1.8 millones, sabiendo que la cifra actual es de un millón 600 mil 894 tapatíos. En el caso particular del Centro Histórico se contempla la edificación de mil 100 unidades de vivienda media y de interés social (alrededor de cinco mil 500 nuevos habitantes) en un plazo de 10 años sobre 13 hectáreas, lo que se lograría a través del aprovechamiento de los baldíos y las fincas no armónicas que representan en total 18.01 hectáreas. Guadalajara enfrentará un drástico despoblamiento La ciudad de Guadalajara se vacía. Si la estrategia de densificación y repoblamiento que elaboró el Ayuntamiento tapatío no funciona, en 25 años habrá perdido alrededor de 400 mil habitantes, principalmente sus jóvenes, quienes parten año con año en búsqueda de alternativas asequibles de vivienda en los municipios de Zapopan y Tlajomulco, particularmente. En el horizonte de la Perla Tapatía está una ciudad vacante con un Centro Histórico “fantasma”. El Programa Municipal de Desarrollo Urbano (PMDU) engloba todas esas acciones tendientes a la revitalización de la ciudad, y que conciben una Guadalajara compacta y densa que intenta frenar la expansión de la mancha urbana, su crecimiento disperso y detener la cuenta regresiva del reloj, que comenzó en 1990. Desde ese año la población de Guadalajara decrece de forma sostenida. Su mayor riqueza se le va. De 1990 al año 2005 perdió 49 mil 265 de sus habitantes. “Hay menos niños y más ancianos”, dice el PMDU, como lo demuestra el quinquenio del año 2000 a 2005, pues al combinarse la disminución en el ritmo de crecimiento de la población infantil –descenso en la natalidad– y la expulsión de gente joven, hay una reducción de 102 mil 635 integrantes del grupo de los cero a los 29 años; en cambio, el grupo el de la tercera edad creció en 23 mil 751 personas, pues también hay un descenso en la mortalidad. Aunque la migración intraurbana, en la que Guadalajara juega un papel expulsor, tiene una explicación multifactorial, hay elementos preponderantes que la explican. Primeramente, la superficie en reservas urbanas de Guadalajara para albergar nueva vivienda es mínima, apenas cuenta con 119 hectáreas en este momento. Esto significa que con la tasa de consumo anual de suelo urbanizable que presenta desde hace ocho años y que asciende a 55 hectáreas, su reserva actual se habrá terminado completamente en menos de tres años. Considerando el valor promedio de vivienda por hectárea actual (51.1 viviendas por hectárea), señala el documento, las reservas urbanas que le quedan a Guadalajara podrían albergar sólo seis mil 83 viviendas para alrededor 25 mil personas. Muy poco, si se pone en perspectiva con el crecimiento poblacional que registrará la metrópoli en el periodo 2005 a 2010, con 451 mil 638 habitantes, que representan una demanda de 120 mil 901 viviendas sobre una superficie de dos mil 365 hectáreas. Con las reservas actuales de Guadalajara sólo podría responder a 1.34% de esas necesidades. Es Juan Palomar Verea, quien fungió como vocal ejecutivo de la Comisión de Planeación Urbana (Coplaur) durante el periodo 2007-2009 , quien tiene una explicación más simple para todos estos números y el despoblamiento del municipio: “No se construye vivienda popular en el municipio de Guadalajara, punto. Estamos perdiendo habitantes, lo cual es gravísimo, porque esto significa menor capital humano, menor base gravable, menores participaciones; se nos está fugando la gente a municipios colindantes”. ¿Para dónde crecer? El PMDU establece las directrices para densificar con la intensificación selectiva de los usos de suelo en la ciudad de Guadalajara promoviendo el crecimiento vertical, con lo que se podría ofrecer nueva vivienda y volver atractivo el municipio para vivir, principalmente en su Centro Histórico, en los corredores de movilidad y aquellas zonas con la infraestructura adecuada. “Tenemos comprobado que podemos tranquilamente asimilar muchos habitantes más por hectárea si se hace una densificación inteligente y cuidadosa”, señala Palomar Verea, y apunta que “cada que se haga una acción de densificación tendrá que garantizar que la calidad de vida de los habitantes del contexto no se demerite. Es un reto, pero creemos que es la única manera como Guadalajara puede encarar el futuro con optimismo, porque la inercia que llevamos del desangramiento de funciones y de habitantes, de talento, respecto a la Zona Metropolitana, es gravísima”. La planeación de Guadalajara se basa en su división en siete distritos urbanos. El movimiento de migración intraurbana o expulsión de habitantes se origina principalmente en los distritos 1 Centro Metropolitano (que comprende al Centro Histórico), 2 Minerva y 5 Olímpica. En estos momentos, la densidad poblacional promedio de Guadalajara es de 115 habitantes por hectárea (otro cálculo señala 119 hab/ha), y ya en un análisis por distrito, se puede saber que las dos más bajas se registran precisamente en el número 2 Minerva, con 49 habitantes por hectárea, y el 1 Centro Metropolitano, con 90 habitantes por hectárea. Palomar Verea dijo: “El objetivo es llegar a una cifra que hemos evaluado, estamos pensando poder llegar a los 380 habitantes por hectárea, pero no es parejo, o sea, en ciertas zonas sería la densidad que estaríamos buscando y que sean propicias y adecuadas para ello”. Si la población actual del municipio asciende a un millón 600 mil 894 habitantes y la proyección al año 2030 señala que se reducirá a un millón 216 mil 292, lo que el PMDU busca es que mediante la densificación y repoblamiento de la ciudad la cifra no baje del millón y medio de personas. “La política de repoblamiento deberá obligarse a generar condiciones para fomentar una tasa de reposición por lo menos cercana a la de reducción necesaria, con el objetivo de conservar la rentabilidad de la plataforma urbana. Se trataría de sostener un volumen poblacional aproximado de entre 1.5 y 1.8 millones de habitantes”, dice el PMDU. Las posibilidades de incremento poblacional están principalmente en los distritos 1 Centro Metropolitano, 2 Minerva y el sureste del 7 Cruz del Sur, para exceptuar sus zonas industriales. Este aumento de densidades, precisa, estaría condicionado en los distritos 3 Huentitán, 6 Tetlán y 4 Oblatos “en función de la cobertura de los servicios públicos, posibilidades de empleo, nivel de equipamiento y accesibilidad”. En el caso particular de la Barranca de Huentitán, uno de los proyectos estratégicos del PMDU es el llamado “Habitar en la Barranca”, que busca la edificación de 650 unidades de vivienda en seis años, lo que podría representar alrededor de tres mil 200 personas. Actualmente, en los dos distritos urbanos que son frontera con la barranca, el 3 Huentitán y 4 Oblatos, se encuentran 5.37 hectáreas y 42.65 hectáreas como reserva urbana, respectivamente, que pueden ser aprovechadas. Sin embargo, es preciso señalar que en el distrito 3 Huentitán existen disponibles otras 70 hectáreas de suelo no urbanizado, pero que se encuentran por debajo de la cota mil 500 en la barranca, y en el distrito 4 Oblatos están de igual forma otras 38 hectáreas, es decir, 108 hectáreas más que, según el Programa, “pueden incorporarse como áreas de reserva al considerar los lineamientos ambientales decretados respectivos”. La restricción que impedía las construcciones por debajo de esa cota fue establecida en el Plan de Ordenamiento de la Zona Conurbada de Guadalajara, pero éste reglamentaba una disposición ahora derogada: La Ley de Asentamientos Humanos, de ahí que el propio Congreso estatal en su acuerdo 920/05 haya solicitado a los ayuntamientos que se “aparten” de la aplicación de dicho criterio. Esas 108 hectáreas debajo de la cota no se contabilizaron dentro de las 119 hectáreas de reserva urbana formal que le queda al municipio, por lo que se presentan como una oportunidad. Otras acciones concretas de densificación integradas en el PMDU son la edificación de 105 viviendas en seis años en la zona Universidad-Expiatorio; 350 unidades de vivienda media en seis años en la zona Mezquitán Parque Alcalde-Normalistas; 200 unidades de vivienda media en seis años en Santa Teresita; 120 departamentos-estudio en el entorno del Centro Médico de Occidente; vivienda dúplex y de interés social en Mexicaltzingo, y edificar mil unidades de vivienda media y de interés social en suelo subutilizado en zona de la Estación del Ferrocarril. El Centro Histórico El rescate del Centro Histórico de Guadalajara tiene como objetivo su consolidación como una “alternativa de residencia” competitiva, capaz de disminuir el fenómeno de despoblamiento y la migración intraurbana, esto, primordialmente mediante el aprovechamiento de los predios ociosos o baldíos detectados en él, así como de fincas no armónicas que tampoco cuentan con algún tipo de valor patrimonial, por lo que pueden ser sustituidas por nuevas viviendas. Según los estudios que la Coplaur ha realizado, en el distrito 1 Centro Metropolitano se encuentran mil 915 fincas no armónicas y 241 baldíos que podrían intervenirse para la construcción de desarrollos habitacionales, con comercio y servicios. El PMDU señala que los predios ociosos representan 4.31 hectáreas, y las fincas no armónicas, por su parte, 13.7 hectáreas. En total, 18.01 hectáreas con el potencial para revitalizar el Centro Histórico. Con estos dos conceptos (predios y fincas) se concretizan 245 polígonos con factibilidad para la construcción de vivienda, por presentar una superficie mayor a los 400 metros cuadrados. El objetivo puntual que se marca en el PMDU es edificar mil 100 unidades de vivienda media y de interés social sobre 13 hectáreas de suelo ocioso y de reciclamiento en el Centro Histórico, para sumarle alrededor de cinco mil nuevos habitantes en un plazo de 10 años. También se considera la rehabilitación de fincas ahora sí con valor patrimonial para brindar servicios a la comunidad de acuerdo a sus diseños arquitectónicos. Se adquirirán en siete años 44 fincas con valor patrimonial para incorporarlas al capital de equipamiento urbano. Además de otras 23 en el perímetro B del Centro y 18 más en barrios tradicionales para convertirlas en bibliotecas, salas de teatro y exposición pictórica o salas de acceso a internet y lectura. El PMDU destaca una y otra vez la necesidad de que estas intervenciones se den mediante proyectos de naturaleza público-privada. A decir de Palomar Verea, quien fungió como vocal ejecutivo de la Coplaur, la mejor vía de convencimiento para que los desarrolladores inmobiliarios opten por invertir en el suelo de Guadalajara, más caro que el que encuentran en la periferia de la metrópoli, es la intensificación de los usos de suelo, con lo que incrementará la competitividad de la ciudad: “En el momento en que sobre el mismo suelo que cuesta caro, puedes construir cuatro viviendas, pues entonces tienes que venderlas caras para que pueda salir el negocio, cuando sobre ese mismo predio puedes construir 16 viviendas, entonces ya empiezas a entrar a un nivel competitivo en el mercado y resulta interesante para los promotores llegar a ese nicho, que en la actualidad no existe (la vivienda popular)”. En el PMDU también se contempla un programa de reordenamiento vial interior en el Perímetro A del Centro Histórico, para reducir la afluencia vehicular en calles locales a través de la formalización de zonas peatonales, lo que mejoraría sus condiciones de habitabilidad. Guadalajara mayor La densificación de la ciudad no sólo tiene que ver con la modificación del modelo actual de crecimiento no sustentable que registra la metrópoli con su dispersión y horizontalidad, sino también con la estabilidad de la recaudación impositiva que requiere el Gobierno municipal para la prestación de servicios públicos y el mantenimiento de la infraestructura urbana para evitar su deterioro. Es decir, para la viabilidad misma de la operatividad del Gobierno municipal, cuyos programas, acciones y nuevas obras deberán responder a las exigencias de la nueva composición demográfica que se consolidará en la ciudad en 25 años, particularmente con el crecimiento del grupo de la tercera edad. “Las posibilidades de incrementar densidades poblacionales a través de la promoción de mejores facilidades para el mercado inmobiliario y el aprovechamiento de suelo aún ocioso, tendría por consecuencia atraer más población (incluidos matrimonios jóvenes), lo que significa la ampliación de la base distributiva de los costos y el incremento en la captación de recursos”, señala el PMDU. Con la proyección del Consejo Estatal de Población al año 2030, en la composición demográfica de Guadalajara el grupo de la tercera edad tendrá un incremento cercano a 50% con respecto a su integración actual, por 113 mil 619 miembros, pues llegará a las 168 mil 901 personas. En el contexto metropolitano, 4.9% que representan los adultos mayores de su población total, pasará a 11.2% en e 2030, llegando hasta las 603 mil 206 personas. De esta forma, en el tema particular de la salud, el equipamiento y los programas de atención deberán orientarse “a la atención de grupos específicos, como mujeres y niños, pero también a la adecuación del sistema para prepararlo hacia la atención y cobertura de las personas de la tercera edad, pues este grupo se incrementará notablemente y la atención de su salud es de características altamente especializadas”. El PMDU profundiza: “La densificación significa aumento de población, rentabilización de los equipos y de la infraestructura, así como una mayor captación de impuestos, pero también el abatimiento de los costos de manutención del sistema de educación, salud y derechohabiencia para cada ciudadano”. El arquitecto Marcos Pineda Cruz, al frente de la Dirección de Gestión Urbana de la Coplaur durante la elaboración del PMDU, señala que la atención a los adultos mayores incluso deberá influir en la concepción de los espacios públicos: “Tenemos que ir pensando qué actividades como gente adulta requerimos, y en espacios ya no tanto como los que se han estado generando como centros de diversión, que todo va muy direccionado a gente joven, que tiene una cierta energía, pero no hay equipamiento para gente adulta que tiene otras necesidades o que simplemente, por su ritmo de vida, es otro gasto de energía que dosifica. Ése es el gran reto”. El PMDU apunta: “El rápido descenso de la fecundidad y la mortalidad ha traído como consecuencia una transformación en la estructura por edad de la población, así como el alargamiento de la sobrevivencia ha originado por cada vez más personas alcancen las edades adultas y la vejez”. Esto se complementa con lo que marca el Plan Intermunicipal de Desarrollo Urbano (PIDU), otro instrumento fundamental en la planeación y reordenamiento de la metrópoli, que aúna: “El principal reto será económico. Si actualmente casi la mitad de la Población Económicamente Activa (PEA) carece de cobertura en los sistemas de salud y de pensiones, en la medida en que envejezca la población se generará un incremento en la presión económica y social por atenderlos (a los adultos mayores)”. Los servicios de salud deberán ampliar su capacidad en la atención geriátrica y en las enfermedades crónico-degenerativas (diabetes, cáncer, esteroesclerosis, artritis y Alzheimer), todo acompañado del fomento de “un ambiente solidario, de respeto e inclusión a los adultos mayores”. Palomar Verea recordó, por su parte, el caso particular del programa de instalación de módulos lúdicos en la ciudad, que ya contempla equipamiento y espacios que responden especialmente a las necesidades de los adultos mayores, y afirmó: “Sí se ha tomado en cuenta que un usuario cada vez más importante es el adulto mayor, y es en ese sentido que Guadalajara tendrá que hacer lo necesario para prepararse a tener una población más madura, pero también tendrá que hacer lo necesario para tener una población joven e infantil, si es que no quiere tener una decadencia que puede ser muy drástica”. El crecimiento disperso Las directrices establecidas en el PMDU son concomitantes con el Plan Intermunicipal de Desarrollo Urbano (PIDU), un instrumento para reordenar y regular el crecimiento de la metrópoli, comprendiendo a Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque, Tonalá, Tlajomulco de Zúñiga y El Salto. EL INFORMADOR presentó un resumen de este documento los días 29 y 30 de septiembre de 2008. Se puede destacar que el PIDU busca dirigir 70% del crecimiento poblacional que registrará la metrópoli hacia el año 2030 a los espacios intraurbanos subutilizados o predios baldíos, para que solamente 30% restante se asiente en las reservas urbanas que se encuentran en la periferia. Actualmente la metrópoli tiene cuatro millones 60 mil 531 habitantes, y hacia 2030 se estima un incremento de un millón 913 mil 689 personas. Los espacios intraurbanos subutilizados ascienden a siete mil 135 hectáreas que deben ser aprovechados para incrementar la densidad actual de la metrópoli, que es de apenas 65 habitantes por hectárea, con el fin de, al menos, duplicarla. Para conocer las desventajas de la expansión de la mancha urbana como se ha registrado hasta ahora, el PIDU cita al Environmental Law Institute, que ha realizado estudios sobre el crecimiento disperso de las urbes y concluido las siguientes consecuencias negativas: Equipamiento y servicios públicos “diluidos” (obstruye la cobertura universal); encarecimiento del mantenimiento urbano y la expansión de la infraestructura pública; incrementa costos y distancias del transporte; mayores cantidades de recursos naturales consumidos; generación de segregación urbana, espacial y social (en la periferia no hay acceso a todo el equipamiento urbano); impuestos más altos; degradación de la calidad de aire y agua; alteración o destrucción de hábitats naturales, y una sociabilidad obstaculizada. El PIDU informa que en los últimos cinco años la expansión de la metrópoli consumió mil 600 hectáreas en llanos, lo que afecta las actividades agrícolas en los valles de Tesistán, Toluquilla y Tlajomulco de Zúñiga, y otras dependientes del capital natural que generan anualmente alrededor de mil millones de pesos. Palomar Verea abonó: “El fondo del tema está en que densificación quiere decir todo esto que está en contra de la ciudad dispersa, que es una ciudad injusta, antiecológica, no sustentable, que propicia la fragmentación social, mayores impuestos y una menor calida de vida”. Especialistas como Eduardo López Moreno, director del Observatorio Global Urbano de las Naciones Unidas, han señalado que el crecimiento disperso de las ciudades también le genera enfermedades a la población: cuando se da de forma irregular y en pobreza, por la falta de servicios básicos y salubridad; cuando se da en zonas con mayor riqueza, genera estrés en las personas que deben recorrer grandes distancias diariamente. Palomar Verea apuntó: “Lo que no nos hemos dado cuenta como metrópoli es que la ciudad se está saliendo de control y de límites, ya la energía, el costo económico y humano que está pagando la gente por recorrer las distancias de sus centros de trabajo, de estudio, a sus centros de vivienda, está resultando excesivo. Hay gente que se mete hora y media, dos horas o más en traslados cotidianos que son contra el recurso más valioso que tiene la población, que es su tiempo y su calidad de vida”. Y concluye: “(Buscamos) Una ciudad más conectada, mejor comunicada que aprovecha mejor sus equipamientos, que además genera más espacios públicos, porque la densificación bien aprovechada genera más espacios públicos al poder liberar suelo y posibilitar acciones que permiten que la ciudad tenga una mayor riqueza y que tenga menores problemas de transporte, de contaminación, menores problemas de desgaste social que significa la ciudad dispersa”. El Programa Municipal de Desarrollo Urbano El Programa Municipal de Desarrollo Urbano (PMDU) es de gran relevancia para el municipio, pues engloba la visión de ciudad para la que se invertirán los recursos públicos del Ayuntamiento en los próximos años. En el Programa no sólo se mencionan las directrices generales para el desarrollo integral de la ciudad, sino que se incluyen una serie de actividades, programas y acciones muy específicos en sitios concretos para el mejoramiento de las condiciones de habitabilidad de Guadalajara. Incluso, su aprobación por parte del Ayuntamiento implica que la propia autoridad municipal deberá sujetar su proceso de presupuestación a las actividades, programas y acciones claramente estipulados en el PMDU, lo que debiera traer en consecuencia la garantía de que la inversión de los recursos se dará con criterios de planeación. En la fundamentación del documento se puede leer: “El PMDU es el sustento territorial para la formulación de la planeación regional económica y social, así como para la programación y presupuestación públicas del Municipio, para concretar los objetivos, estrategias, metas y prioridades de desarrollo, deberán ajustarse a las disposiciones de ubicación espacial y las prioridades definidas en el mismo”. Y agrega: “Todas las acciones, inversiones y obras relativas al aprovechamiento del territorio que realicen el Gobierno del Estado y el municipio, deberán sujetarse a lo dispuesto en este Programa. Sin este requisito la autoridad competente no podrá otorgar la autorización presupuestal o de financiamiento o las autorizaciones administrativas para efectuarlas. Para tal efecto, la solicitud presupuestal correspondiente deberá incluir una exposición de la relación entre las acciones, inversiones y obras de que se trate con fundamento en los objetivos y metas del programa”. El respeto del Programa también atañe también a los diputados locales: “El Congreso del Estado, el Gobierno del Estado y el municipio, así como sus entidades paraestatales, deberán prever en sus procesos de presupuestación, programación y gasto, el ejercicio de acciones y recursos en plena congruencia con lo que dispongan en el Programa”. Aunque la elaboración del estudio que fundamenta al Programa se realizó durante la administración 2007-2009 y fue puesto en consulta pública, se dejó para su aprobación a la que acaba de entrar en funciones este año para su enriquecimiento por la nueva composición del Ayuntamiento. Densidad poblacional por distrito urbano: 1 Centro Metropolitano: 90 hab/ha. 2 Minerva: 49 hab/ha. 3 Huentitán: 115 hab/ha. 4 Oblatos: 170 hab/ha. 5 Olímpica: 125 hab/ha. 6 Tetlán: 178 hab/ha. 7 Cruz del Sur: 108 hab/ha. Densidad poblacional promedio de Guadalajara: 115 hab/ha. NUMERALIA 1 millón 600 mil 894 habitantes es la población actual de Guadalajara. 1 millón 216 mil 292 habitantes es la proyección de población a 2030. 1 millón 800 mil a un millón 500 mil habitantes es el objetivo de población con densificación. FRASE: “El objetivo es una cifra que hemos llegado a evaluar, estamos pensando poder llegar a los 380 habitantes por hectárea, pero no es parejo, o sea, en ciertas zonas sería la densidad que estaríamos buscando en zonas que sean propicias y adecuadas para ello”. Juan Palomar Verea, Vocal ejecutivo de la Coplaur. PARA SABER En Guadalajara el grupo de personas de la tercera edad tendrá un crecimiento cercano a 50% hacia el año 2030, al pasar de 113 mil 619 miembros a 168 mil 901, según el Consejo Estatal de Población. A nivel metropolitano, el 4.9% que representan los adultos mayores de su población total, pasará a 11.2% en 2030, llegando hasta los 603 mil 206 personas. EFECTOS DEL DESPOBLAMIENTO: -Pérdida de capital humano. -Reducción en recaudación impositiva de la autoridad. -Deterioro de la infraestructura urbana. -Afectación en la prestación de servicios como la salud para el grupo creciente de adultos mayores. - - Textos: Luis Herrera Temas Ayuntamiento de Guadalajara Municipios Población Lee También Cinépolis tendrá menú especial por el reestreno de "Volver al futuro" Lluvia caerá en Guadalajara; ¿afectará tormenta "Raymond"? Con "Raymond" cerca, Guadalajara espera lluvias a esta hora del viernes "Raymond" AMAGA a Jalisco; lo que necesitas saber Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones