Grandes ingresos a la ciudad, un peligro para los peatones

GUADALAJARA, JALISCO (26/SEP/2012).- La ciudad tiene vías que los peatones sólo pueden cruzar si están dispuestos a arriesgar la vida. En tres de los principales ingresos a la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), todos los días hay quienes se juegan la existencia para tomar el camión, comprar un kilo de tortillas, asistir a la consulta médica o trasladarse de una colonia a otra.

El Código Urbano para el Estado de Jalisco advierte al menos en dos ocasiones que las obras públicas deben considerar a los peatones: en el Artículo 212, cuando exige andadores peatonales para las obras en vías públicas; y en el 224, cuando advierte que “las aceras y caminos deben formar una red para el desplazamiento de peatones entre todos los puntos principales de una zona urbana”.

Pero, aunque la Secretaría de Desarrollo Urbano (Sedeur) ha destinado más de 250 millones de pesos en el sexenio para construir puentes peatonales, la cifra no ha sido suficiente. Datos de la dependencia detallan que no sólo la metrópoli ha resultado beneficiada, sino que se han intervenido tramos carreteros del resto del Estado e incluso otros responsabilidad de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.

Sobre la nula presencia de estructuras en la Carretera a Saltillo, la dependencia expone que hay tramos que corresponden a la Federación donde ni la ciudadanía ni el Gobierno municipal han solicitado apoyo. Sin embargo, el Centro de Salud Arroyo Hondo, ubicado en esa parte de la ciudad, sí ha pedido, en vano, un paso para los peatones.

Ignacio Vázquez Ceceña, arquitecto con estudios de posgrado en Diseño Urbano en Copenhague, Dinamarca, explica que sí se piensa en el peatón al planear las obras de infraestructura vial, pero lo usual, “desgraciadamente”, es que lo dejen al final y para entonces “ya no hay recursos”. Agrega que además deberían considerarse “mejores condiciones de imagen visual; ya para eso no ajusta, sólo para que pase el coche”.