Fomenta JADEFO el desarrollo de Jalisco desde hace 36 años

GUADALAJARA, JALISCO (19/NOV/2010).- Con 36 años impulsando el desarrollo del campo y de las zonas rurales populares del Estado, la asociación civil Jalisco Desarrollo y Fomento (JADEFO) actualmente apoya a personas de varios estados del país.

Esta asociación realiza sus labores de desarrollo en modelos de agricultura de temporal y de riego, leche, de microempresas y oficios como la artesanía, de desarrollo cooperativo y centrarles de desarrollo.   

No obstante, más que ser una ayuda para un pequeño productor que ha estirado la mano, la asociación promueve el “cambio de actitud” del productor hacia modelos participativos de desarrollo, donde éste aprende a ser el comandante de su propia empresa, aclaran tanto el presidente, como el director general de JADEFO, Fernando Mestre Noriega y Ramón Sepúlveda Salazar, respectivamente.

Y es que, luego que los promotores de la organización encuentran un área de oportunidad, el trabajo en equipo inicia desde que productores y promotores definen de forma conjunta las necesidades de cada modelo de desarrollo.

“Normalmente no hacemos por ellos lo que tienen que hacer por sí mismos, los acompañamos, los apoyamos, los capacitamos. Porque no estamos buscando hacer el trabajo por ellos y generar un circulo vicioso o una dependencia perversa, lo que estamos buscando es acompañarlos y tanto apoyo de JADEFO como sea necesario y tanto esfuerzo del productor como sea posible”, explica Sepúlveda Salazar.

“Solamente voy a intervenir si el productor necesita que intervenga o que los técnicos intervengan. De esta manera identificamos su proyecto, lo implementamos, lo echamos a andar y las cosas se van dando”, agrega.             

Como uno de los ejemplos exitosos del modelo de colaboración, mencionó el caso de una familia productora de leche en el municipio de Jamay, que comercializaba la ordeña en la cochera de su casa, pero que hoy en día vende alrededor de una tonelada diaria de queso con marca Doña Julia.   

 “De lo que se trata es de generar inversión económica y social en el campo”, agregó el director.  

Aunque JADEFO puede recibir recursos que son deducibles de impuestos, una gran parte de los recursos que genera provienen del cobro de servicios por administración de fondos, capacitación, y distintos tipos consultorías que se brindan a dependencias en diferentes estados.

“Hay algunos grupos que se les cobra muy poco, no a todos, hay que destacar: a los que están en condiciones muy precarias no les cobramos un sólo centavo, pero los que ya pueden devolver un poco de los que se les está dando se les solicita que nos ayuden a pagar aunque sea la gasolina, para que se vaya generando esa responsabilidad, y que también exijan calidad en el servicio, porque dicen que lo que no cuesta te vale o te acaba valiendo”, afirmó el director de JADEFO.

Además, reconoció los apoyos obtenidos de los gobiernos estatal y federal.             

Destaca programa jalisciense en Iniciativa México

En junio pasado, JADEFO inscribió uno de sus proyectos, el Programa Florece, en el concurso Iniciativa México, resultando en el lugar 33 de entre las 47 mil 049 propuestas que fueron recibidas de todo el país, y haciéndose acreedor a un reconocimiento económico de 750 mil pesos.

El Programa Florece busca desincentivar el que los niños indígenas trabajen en los campos de tabaco, no obstante, la mano de obra infantil también se localiza en los cultivos de hortalizas, chile, ejote, café y caña, entre otros.   

Para ello, este proyecto ofrece a los jefes de las familias de hicholes, coras, tepehuanos y mexicaneros, que cada año bajan de la Zona Norte de Jalisco a trabajar de enero a junio en Nayarit, un lugar donde sus hijos reciben alimentación, servicios de salud, educación y esparcimiento, para de esta manera evitar que los niños que acompañan a sus padres trabajen en el “ensarte” o “zafra” de las hojas de tabaco.

Curiosamente, el principal patrocinador del Programa Florece es la compañía British American Tobacco capítulo México, y cuyas contribuciones económicas son fundamentales para poder mantener los tres centros que albergan entre 100 y 150 niños cada uno, y cuya operación cuesta  alrededor de dos millones de pesos por temporada. Estos se encuentran en las localidades de La Presa, Amapa y El Corte, en el municipio de Santiago Ixcuintla, Nayarit. Además, próximamente se abrirá un cuarto centro en la comunidad de El Tamarindo, en el municipio de Rosa Morada.    

En este programa también participan la Secretaría de Desarrollo Social y la Secretaría de Educación Pública. 

Durante los meses del ensarte del tabaco, los niños son recogidos de los cultivos y llevados a los centros, lugares en donde desayunan para posteriormente tomar clases que, gracias a la coordinación con las autoridades educativas, tienen validez oficial, por lo que los menores no pierden el clico escolar.

“Lo importante de esto es que estos niños bajaban, perdían el año escolar, no tenían nada de educación, nada de alimentación, estaban verdaderamente en una situación paupérrima. Hoy en día regresan a su comunidad y lo que estudiaron aquí, gracias a la Secretaría de Educación, ya les revalidan, entonces continúan sus estudios allá en la sierra”, señaló el presidente de JADEFE, Fernando Mestre Noriega.

“Eso es algo importantísimo, de otra manera eran niños que ya no volvían a estudiar, porque no había continuidad”.              

Mestre Noriega pidió a la comunidad en general que si alguien identifica un área de oportunidad para el desarrollo, acudan a las instalaciones de JADEFO, localizadas en Boulevard del Rodeo 701, en al Colonia Parque Industrial Belenes, en el municipio de Zapopan.  Más informes en la página www.jadefo.com.mx.

Antecedentes del trabajo infantil

En el mundo
250 millones de niños entre cinco y 14 años trabajan.
70% de ellos lo hacen en el sector agrícola.
73 millones son menores de 10 años.
17 millones viven en América Latina.

En México
600 mil niños y niñas menores de 14 años trabajan.
De los 3.4 millones de jornaleros agrícolas, 11% (37 mil 400) son niños de seis a 14 años.    

Fuente: SEDESOL