Fiscalía redobla vigilancia en los límites con Michoacán

SANTA MARÍA DEL ORO, JALISCO (19/ENE/2014).- Cuando la gente se une al crimen organizado lo hace por la falta de empleo y oportunidades. Por eso, los habitantes de las comunidades de Jalisco que limitan con Michoacán piden a las autoridades estatales que los apoyen para garantizar sus actividades económicas —principalmente agrícolas—, lo cual completaría la vigilancia en esa zona.

El Atravesaño y Petacala, en Jilotlán de los Dolores, y La Loma, en Santa María del Oro, son tres de las comunidades donde la Fiscalía General de Jalisco reforzó el patrullaje e incluso asignará 15 elementos de la Policía estatal de manera fija. El fiscal Luis Carlos Nájera supervisó ayer los puestos de vigilancia de su corporación en el quinto recorrido que hace por la zona, a bordo del helicóptero Black Hawk de la Fiscalía. Los pobladores de las tres comunidades admitieron que el reforzamiento de la seguridad ha contenido la actividad de personas armadas.

Tanto el fiscal como los vecinos subrayaron que no hay policías comunitarias en Jalisco. En La Loma, sin embargo, sí está organizada una guardia comunitaria, un grupo de vecinos que coopera con la Policía estatal y el Ejército. Su representante, Iván Tinajero, señaló que Jilotlán y Santa María necesitan mejores vías de comunicación y una presa, lo cual les permitiría trabajar no sólo en la temporada de lluvias y tener más empleo en la zona.

A diferencia de los grupos de autodefensa, la guardia de La Loma no lleva armas; Tinajero, director del colegio de bachilleres de la comunidad, sólo lleva un radio a la cintura con el que se comunica con los más de 80 elementos de su guardia y los de comunidades vecinas; admitió que el año pasado se vieron obligados a armarse para defenderse del crimen organizado.