Falta de información, el pecado del prepago

GUADALAJARA, JALISCO (07/ABR/2014).- Dos muchachas con cachucha membretada de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) llegaron a su puerta. Le dijeron que para su comodidad habría que cambiar el medidor de la luz y que, con éste, ahora saldaría su cuenta con una tarjeta de prepago. Ernesto Sánchez aceptó la oferta, sin imaginarse que le costaría más de mil pesos.

En las oficinas de la CFE en Guadalajara abundan las historias como la de Ernesto: usuarios de la comisión que ahora afirman que aceptaron una oferta que sonaba bien porque no se las explicaron lo suficiente, y que hoy integran un rosario de problemas para la promoción: en apenas seis meses se han acumulado en el país más de 11 mil quejas, 62 por día, y en Jalisco ya van más de mil 500 devoluciones.

El problema no es que la tarjeta de prepago resulte confusa, sino que llega con sorpresas desagradables, según dice Ernesto Sánchez: la cuenta ascendió a más del doble de lo que solía pagar. Acudió a las oficinas y después de tres horas de espera sólo le resolvieron que podía volver al viejo aparato… cuando pagara la nueva deuda. Fue “un robo vestido de legalidad”, es como lo describe Ernesto.

A Alba González nadie la supo orientar de cómo hacer el pago con su tarjeta. Le cortaron la luz y fue a preguntar a la CFE; nada más hizo corajes: para que alguien la ayudara debía hacer fila y se caducó el tiempo que tenía para esperar.

En las oficinas de la CFE, la semana pasada, las personas esperaban con recibos, identificaciones y tarjetas. Una joven recepcionista paciente explicaba el trámite de cancelación, mientras acomodaba un puñado de solicitudes en su escritorio: Ernesto, Alba y más tapatíos molestos.

SABER MÁS
Cómo cancelar la tarjeta

El primer pago es obligatorio, pero, una vez liquidado, debe acudir a las oficinas de la CFE con los siguientes documentos:

Recibo.

Copia de la identificación del titular de la cuenta o quien recibió la tarjeta.

Exposición del motivo por el que va a cancelar la tarjeta de prepago.

LA VOZ DEL EXPERTO

Un problema de comunicación
Eduardo Quijano Tenrreiro (académico del ITESO)

La inconformidad de los ciudadanos con las tarjetas de prepago que implementó la Comisión Federal de Electricidad (CFE) es un síntoma de un conflicto más complejo: la falta de comunicación y socialización del organismo con la sociedad, explica Eduardo Quijano Tenrreiro, académico y experto en nuevas tecnologías.

Para implementar un nuevo sistema de pago, como el de las tarjetas, deben quedar bien claras las reglas y los incentivos y beneficios que traerá para las personas. La tarjeta es, pues, un punto más de inconformidad ante el servicio lejano de la CFE, que alimenta la desconfianza, incluso, hacia los cobros que llegan.

Esa falta de socialización, que luego provoca inconformidad, se manifiesta también en las condiciones que ponen con el nuevo sistema de pago; por ejemplo, las personas se molestan porque no les aclaran de nuevos cobros o que, si rebasan el periodo de pago, les cortan la luz automáticamente.