Empresario tapatío se declara culpable de lavado de dinero

GUADALAJARA, JALISCO (23/MAY/2013).- El empresario tapatío Alejandro Sánchez Garza, de 44 años de edad, quien fue uno de los dueños del bar Barbaresco, ubicado en la colonia Providencia de Guadalajara, se declaró culpable la tarde de este miércoles del delito de lavado de dinero ante la corte federal estadounidense, según información divulgada por el diario local en Texas, Estados Unidos, San Antonio Express News.
 
De acuerdo a la publicación, a Alejandro Sánchez Garza y a su hermano, Mauricio, se les ha acusado de conspiración de lavado de dinero del narcotráfico al invertirlo en restaurantes, bienes raíces y hasta en un guion cinematográfico en ese país.
 
Pese a lo anterior, la Delegación Jalisco de la Procuraduría General de la República (PGR) no tiene en sus registros que los hermanos cuenten con cargos de lavado de dinero o ningún otro delito del fuero federal, confirmó la dependencia; no descartaron que existan en alguna otra instancia.
 
Los hermanos son hijos de Jesús Sánchez Barba, quien en los años 80 fue identificado por la administración antidroga norteamericana (DEA) como una de las personas que lavaba dinero para el capo mexicano Rafael Caro Quintero con la misma mecánica: invertir el dinero producto de la venta de la droga en terrenos y propiedades.
 
En los Estados Unidos, Alejandro Sánchez era dueño de otra sucursal del bar Barbaresco y de un negocio más llamado Enoteca, ambos instalados sobre San Pedro Avenue, en San Antonio, Texas; ambos establecimientos actualmente están cerrados, mientras que el bar Barbaresco en Providencia sigue abierto.  
 
Alejandro Sánchez y su hermano contaban con cargos en los Estados Unidos a raíz de los negocios ilícitos que realizaban en su territorio; así, Alejandro se entregó el 5 de septiembre de 2012 a agentes federales en el aeropuerto de San Antonio. En ese entonces, recopila el diario San Antonio Express News, su abogado, David Dilley, justificó que su cliente "no tenía nada que esconder, (...) por esa razón se entregó él mismo, para poder hacer una fuerte defensa de su caso". Sin embargo, este miércoles se declaró culpable.
 
Al empresario se le vincula también con el asesinato de un agente de la DEA, Enrique Camarena Salazar, quien en la década de los 80 se logró infiltrar a grupos delictivos en Guadalajara; fue asesinado en 7 de febrero en una de las propiedades de la familia Sánchez y su cuerpo fue encontrado el 5 de marzo en el poblado La Angostura, en Michoacán. El asesinato del agente provocó presiones del gobierno de Estados Unidos para que las autoridades mexicanas lograran la captura de Caro Quintero.
 
Sus acusadores explicaron que mediante los negocios que los Sánchez Garza realizaban en Estados Unidos, enviaban dinero del narcotráfico a través de cuentas bancarias a familiares en Guadalajara, quienes posteriormente enviaban el dinero de nuevo a Estados Unidos donde invertían de nuevo el dinero en propiedades, agrega el diario texano.
 
La DEA identificó las operaciones de los hermanos desde 2007; en 2010 huyeron de Estados Unidos y en 2012 se entregó Alejandro Sánchez; Mauricio Sánchez continúa prófugo y de acuerdo a la publicación, se presume que radica en México. Incluso, actualmente ha invertido "millones" en un guion cinematográfico de una precuela de "La Pasión de Cristo", de Mel Gibson. También se le señala por invertir en un complejo de departamentos en Babcock Road, en San Antonio.