El DIF tapatío gasta en nómina nueve de cada 10 pesos

GUADALAJARA, JALISCO (09/SEP/2013).- El gasto en la nómina impide que el DIF Guadalajara amplíe sus programas sociales y modernice sus centros de atención para familias vulnerables. Tiene una plantilla de mil 280 trabajadores, de los cuales una tercera parte son directores, jefes, secretarias, colaboradores y auxiliares de sala. “Yo realmente, con un personal de 600 a 700, la hago”, confiesa la presidenta del sistema, Laura Hernández Gómez. “La nómina es obesa y es un problema desde hace 20 años”.

El organismo aplica una reingeniería para reducir el gasto corriente y ampliar los beneficios a la población, pero la nómina absorbe 267 de los 300 millones de pesos que hay de presupuesto. “Allí viene mi… desesperación. El problema es que hay 967 sindicalizados y no puedo hacer despidos porque tienen todos sus derechos”.

Ante la complejidad de aplicar un programa de retiro voluntario para sindicalizados, el adelgazamiento de la nómina se concentra en el personal de confianza y suman 30 despidos. “Aquí hay otro problema: de los 250 empleados heredados en esta categoría, 70 tienen contrato indefinido; no son sindicalizados, pero son ‘incorribles’”.

Despedir a esos 70 trabajadores tampoco está a discusión ante posibles juicios laborales. ¿Por qué? Los laudos son otro lastre. “Debemos tener unos 22 millones de pesos en laudos”.

Las buenas noticias son que el organismo opera 32 programas y beneficia a 136 mil 607 tapatíos anualmente con diversos tipos de apoyo.

La cifra de beneficiarios podría multiplicarse; sin embargo, la carencia de perfiles adecuados en la plantilla “obesa” provoca que varios programas estén saturados o inactivos por falta de especialistas e infraestructura. “Estamos concesionando consultorios con mucha demanda, como las áreas mental y de medicina. Así no ahorco al sistema (incrementando la plantilla) y eficientizo los servicios”.