Comer ajo disminuye el riesgo de padecer cáncer de estómago

GUADALAJARA, JALISCO.- Aunque es famoso por el olor penetrante que provoca en las personas que lo consumen, son más los beneficios que el ajo puede otorgar a nuestra salud. Por eso, Su Salud le recomienda que lo incluya en su dieta y a continuación le enumera el sinfín de propiedades sorprendentes que este remedio natural le puede otorgar.  

El ajo combate las infecciones en el cuerpo, es antiinflamatorio, aumenta las defensas, mejora la circulación, baja los niveles de  grasa en la sangre, es diurético, estimulante; mejora la circulación, previene la hipertensión, es expectorante y previene la arteriosclerosis. Además, está indicado para disminuir problemas del aparato respiratorio.

Se ha comprobado que la tasa de cáncer de estómago en consumidores de ajo es 60% menor que en aquellos que no ingieren ajos u otras plantas afines como cebollas, cebolletas y puerros.

El ajo fue considerado de vital importancia por grandes civilizaciones como los egipcios, hebreos, sumerios, griegos y romanos, para alimentar y sanar el cuerpo. Es una planta aromática, comestible y medicinal, que cada vez recomiendan más los especialistas, ya que está considerado una verdadera panacea médica.

¿Por qué es tan saludable?

En la actualidad, se sabe que el ajo contiene una gran cantidad de carbohidratos, proteínas, vitaminas A, B1, B2, B3, C, E; agua, fibra, potasio, fósforo, calcio, hierro y sodio.

Además, contiene una sustancia química llamada adenosina, que es común en las plantas del grupo del ajo como las cebollas, cebolletas, puerros, entre otras.

La adenosina es la principal responsable de la propiedad del ajo para bloquear la agregación de plaquetas y fluidificar la sangre.

El ajo y la cebolla tienen pectina, una fibra gelatinosa que terapéuticamente se utiliza para combatir la diarrea, incrementar el torrente del plasma sanguíneo, disminuir el nivel del colesterol malo y de los triglicéridos, tanto en la sangre como en el hígado.

Otro componente del ajo es el ajoeno, un eficaz anticoagulante que es un gran espectro de acción contra hongos y levaduras nocivas.

A pesar de todos estos beneficios, el ajo tiene otro compuesto, quizás el más valioso: los aminoácidos sulfúreos que contribuyen a reducir la presión sanguínea, alivian el asma y la bronquitis, mejoran la función cardíaca y la circulación de la sangre, y ayudan al cuerpo a eliminar toxinas nocivas. Además, el azufre es un elemento imprescindible si queremos librarnos del cáncer y disfrutar de buena salud.

Combate infecciones

El ajo combate a microorganismos y bacterias que son resistentes a ciertos antibióticos, y los destruye en los intestinos sin dañar la flora que participa en la digestión.

Se ha descubierto que su capacidad desinfectante es el doble de veces más potente que el alcohol de 90 grados o el zumo de limón, y también es un poderoso desinflamatorio.

Es por esta razón que se utiliza en la prevención y tratamiento de infecciones de todo tipo como infecciones de boca, garganta o pecho; resfriados, tos, bronquitis, sinusitis, laringitis, rinitis, asma y gripe; infecciones de estómago como diarreas y gastroenteritis; infecciones de la piel tales como: pie de atleta y tiña; e infecciones del aparato genitourinario como la candidiasis o las aftas. Y también ayuda a evitar la infección por salmonelosis.

Combate los radicales libres    

Otra de sus muchas propiedades es que mantiene controlados a los radicales libres, así que se recomienda que cuando consumamos alimentos grasosos, congelados o con alto valor calórico, se les agregue ajo.

Diabéticos

Para los diabéticos, el ajo también es beneficioso, porque reduce los niveles de azúcar en la sangre y ayuda al proceso de absorción de ésta.

Otros beneficios

Diurético y estimulante del tono vital. Posee una indudable acción terapéutica sobre el hígado, el páncreas y las glándulas tiroidea, pituitaria y suprarrenales. Combate espinillas, verrugas y picaduras de insectos.

PARA SABER

Si usted quiere gozar de todos los beneficios que el ajo le puede otorgar, tome un diente de ajo todos los días.

Para evitar el mal olor puede masticar perejil fresco, menta o apio, y luego enjuáguese la boca con unas gotas de limón.

También puede consumirlo crudo, machacado, cocido, frito, asado, en forma de aceite, en cápsulas, en tabletas, en bebidas preparadas, macerado en agua o en alcohol.