GUADALAJARA, JALISCO (25/ABR/2017).- El incendio forestal que desde el 16 de abril afecta la Reserva de la Biósfera Sierra de Manantlán y que ha consumido cuatro mil hectáreas reporta un avance del 95% en su control y de 60% en la extinción del fuego, informa la Comisión Nacional de Áreas Protegidas (Conanp).Detalla que el incendio está ubicado exactamente en el Cerro de la Bandera, y en los parajes Mesa del Chayote y Tanque Verde en los municipios de Tuxcacuesco, Tolimán y Cuautitlán de García Barragán en Jalisco.Derivado de lo escarpado del terreno y las condiciones meteorológicas, en días pasados el incendio se complicó en algunos de sus frentes, sin embargo la estrategia utilizada y la experiencia de los combatientes le fueron cerrando el avance.Para lograr el control del incendio se contó con la participación de nueve brigadas de la Gerencia Estatal de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), del Ayuntamiento de Autlán y 28 efectivos de la Sedena y las cuales trabajaron día y noche en tres divisiones diferentes.La dependencia recalcó que el incendio presentado dentro de la Zona Núcleo Manantlán-Las Joyas ha sido superficial en casi la totalidad de su extensión, lo que significa que no existen afectaciones severas al arbolado adulto, y que sólo se ha quemado suelo orgánico, hojarasca y algunos renuevos.La Conanp y la Dirección de la Reserva agradecieron al Gobierno de Jalisco, quien a través de la Semadet brindó todas las facilidades para el uso de tres aeronaves y se tuvo respaldo técnico para la toma de decisiones al Centro Universitario de la Costa Sur de la UdeG, a Protección Civil del Estado de Jalisco y a los tres ayuntamientos municipales.Una vez que se terminen las actividades de extinción del fuego se llevará a cabo una evaluación global de las afectaciones y se establecerá un plan de restauración de los ecosistemas donde así se requiera, apunta la Comisión.También se asegurarán de hacer cumplir lo establecido por la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable, que establece la prohibición por 20 años de cambio de uso de suelo (de forestal a agrícola) en terrenos donde haya ocurrido un incendio.
