Arraigan a cuatro homicidas

ZAPOTLANEJO, JALISCO (29/SEP/2010).- La Procuraduría General de Justicia del Estado ( PGJE) cumplimentó una orden de arraigo en contra de los presuntos integrantes de un grupo delictivo que se enfrentaron con elementos de diferentes corporaciones el pasado viernes 24 del presente mes, en el municipio de Zapotlanejo.

Al ser detenidos, los individuos presuntamente acaban de dar muerte a dos hombres a los que decapitaron y sus cuerpos fueron encontrados enterrados en un cerro despoblado.

Se trata de los arraigados José Alfredo Nuño Padilla, alias “El Catrín”, de 32 años de edad, domiciliado en el municipio de Zapotlanejo; Emilio Saúl León Neri, de 23, vecino de Ayotlán; Abraham Alberto González Padilla, alias “El Flaco”, de 23, residente de Agua Pietra, Sonora, y Édgar Alejandro Godoy Paredes, quien se cambia el nombre por el de Édgar de Jesús Godoy Paredes, de 32, quien se encuentra hospitalizado por haber resultado herido en el enfrentamiento.

Ellos fueron detenidos en una finca sin número ubicada en la calle Aguascalientes, al cruce con una calle sin nombre, en la colonia Agua Blanca, en Zapotlanejo, luego de un reporte en el que se advertía que en ese lugar se estuvieron escuchando gritos de hombres a los que al parecer estuvieron torturando.

A la llegada de agentes de la PGJE y de las Policías del Estado y de Zapotlanejo, fueron recibidos a tiros, por lo que los elementos repelieron la agresión lesionando a Godoy Paredes en una pierna y logrando someter y desarmar a los otros tres individuos.

En el interior de la casa se encontraron residuos de cocaína que al parecer estaban consumiendo los presuntos delincuentes, quienes al ser cuestionados sobre los gritos que se escuchaban en el lugar, señalaron que en la finca acaban de decapitar a dos hombres a los que habían enterrado en otro sitio, conduciendo a los agentes a un predio ubicado en el kilómetro 3.3 del camino al Ocote de Nuño, en Zapotlanejo. Ahí fueron encontrados enterrados José de Jesús Cervantes Ruvalcaba, de 30 años, y José Eduardo Arámbula Chávez, de 21, supuestamente de oficio albañiles.

Ambos hombres habían sido privados de la libertad en Callejón del Arroyo número 8, en la colonia El Trapiche, ese mismo día en la mañana, por los ahora arraigados, quienes llegaron al lugar y después de gritar: “Somos la plaza” los subieron en una camioneta Toyota Rav4.

Presumiblemente, el móvil del doble asesinato es que las víctimas operaban para un grupo distinto al de los ahora detenidos.

Les aseguraron dos granadas de fragmentación y varios cargadores de diferentes calibres, así como tiros útiles de los calibres 7.62, .223, .38 súper, .38 especial, .45 y un tiro para Barret, calibre .50.

También cuatro armas largas, cuatro cortas y tres vehículos.

Los cuatro sujetos fueron arraigados mediante una orden obtenida en el Juzgado de Zapotlanejo. Se les investiga por otros homicidios.