Admiten fallas durante excavación del Mercado Corona

GUADALAJARA, JALISCO (02/OCT/2015).- El problema de los hundimientos alrededor del Mercado Corona tiene una explicación confirmada por el constructor y el encargado del estudio de geotecnia: no reforzaron adecuadamente el muro perimetral del sótano conforme avanzaba el proceso de excavación además de que lo hicieron a destiempo.

Así lo dieron a conocer Gabriel Pérez Gómez, presidente de Afronta Grupo México, constructora del inmueble, y el maestro en ciencias Salvador Lazcano Díaz del Castillo, responsable del estudio de geotecnia que se desarrolló para determinar las propiedades del suelo en donde se construye el nuevo Mercado Corona.

Pérez Gómez señala que el pozo creado con tablaestacas les fue entregado cuando tenía una excavación de más de siete metros de profundidad: “La recomendación del fabricante es que hubiera un reforzamiento cada tres metros”. Esto provocó que el volumen de tierra que estaba por fuera presionara la tablaestaca, la flexionó y acabó por generar daños estructurales en fincas y calles laterales.

Por su parte, Lazcano Díaz del Castillo entregó a la autoridad un informe donde pedía que se utilizara un método de contención “que asegurara la impermeabilidad y minimizara movimientos en el suelo contenido para no dañar calles, instalaciones ni edificaciones contiguas, algunas de las cuales ya presentaban algunos daños antes del inicio de la obra”.

Debido a deficiencias constructivas del sistema contención-excavación, hubo hundimientos en calles de hasta unos 30 a 40 centímetros y asentamientos en algunas construcciones vecinas.

En el tema del agua que se filtra al sótano del inmueble las versiones coinciden. La “gran cantidad” de agua que corre por debajo del Centro Histórico se encuentra a nueve metros con 80 centímetros del suelo. Esto es lo que ha ocasionado filtraciones en los niveles más bajos del sótano.

Sin embargo, el constructor confirma que este problema será resuelto en la medida en que se construya una loza de supresión en el suelo. Significa que el edificio será sellado, pero no descarta la utilización de un cárcamo que pueda dirigir estas aguas subterráneas hacia el río San Juan de Dios.

Por su parte, el especialista que trabajó con la empresa Ediser, encargada de llevar a cabo el proceso de incrustración (hincado) de la tablaestaca, mencionó que el agua que encontraron está tan contaminada que se decidió aumentar el calibre de las paredes de acero para evitar la corrosión.

Este jueves, el alcalde tapatío Enrique Alfaro Ramírez se dijo sorprendido de lo que encontró en un recorrido que hizo a la obra. Mencionó que no permitirá su apertura hasta garantizar la seguridad de los usuarios y la reparación de las calles aledañas.