Martes, 14 de Octubre 2025
Internacional | Una gigantesca torre y espejos de agua donde antes solía estar el World Trade Center

Nueva York: el nuevo rostro de la zona cero

La ciudad desea ver terminado el plan de reconstrucción, que ha estado desde el principio envuelto en la polémica

Por: SUN

El proyecto para la reconstrucción de la zona cero es lo más parecido a un proyecto babélico. ESPECIAL  /

El proyecto para la reconstrucción de la zona cero es lo más parecido a un proyecto babélico. ESPECIAL /

NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS (08/SEP/2011).- Algunos aseguran que con el proyecto de reconstrucción de la zona cero de Nueva York ha surgido una de las ideas más sublimes y ambiciosas en la historia de Estados Unidos, con el objetivo de resucitar de sus cenizas uno de los lugares más emblemáticos del país y de sanar la profunda herida que dejaron tras de sí los atentados terroristas del 11 de septiembre del 2001.

Otros, sin embargo, han preferido pecar de aguafiestas, antes que callar sobre los excesos de un proyecto monumental que ya han bautizado como “el elefante blanco” que, una vez que quede concluido en el 2013, si es que no se producen mayores contratiempos, habrá costado un total aproximado de 11 mil millones de dólares, en un intento por cambiar el rostro de la ciudad de Nueva York y tratar de embellecer la cicatriz de 16 hectáreas de obra negra en el bajo Manhattan.

“No hay nada de malo con la construcción de un monumento nacional para evocar a las casi 3 mil personas que murieron durante los atentados del 11-S hace una década”, dijo el columnista de The New York Times Joe Nocera, en un arranque de franqueza que muchos han agradecido.

“Lo que yo intento sugerir, sin embargo, es que lo que está siendo construido en nombre del 11-S —una estructura con un valor de 11 mil millones de dólares patrocinada por el gobierno, sobre los 16 acres de lo que ahora llamamos zona cero—, es un ejemplo de todo aquello que está mal con los gobiernos modernos”, añadió Nocera, criticando así los excesos de un proyecto que ha estado rodeado de polémica desde el momento en que nació, hace ocho años.

El proyecto para la reconstrucción de la zona cero es lo más parecido a un proyecto babélico. Hasta aquí nada excepcional, si se toma en cuenta que Nueva York es el símbolo de la pluralidad racial y de la diversidad cultural, con más de 200 idiomas reconocidos por las autoridades locales.

El problema es que, con una obra que involucra a los responsables de 19 agencias federales, a 101 empresas de construcción o subcontratistas y a más de una treintena de diseñadores, arquitectos y constructores, los auditores del monumental proyecto reconocen, al menos, una veintena de “cuestiones fundamentales” que han lastrado la obra y que siguen sin resolverse.

Los retrasos en la obra han disparado el presupuesto y obligado a los responsables del proyecto a mantener un calendario “más realista” que enfrentará el próximo 11 de septiembre, en el décimo aniversario de los atentados, su primera gran prueba de fuego.

En medio de un frenético ritmo de trabajo, las cuadrillas de obreros luchan contrarreloj, mientras cientos de transeúntes curiosos hormiguean por los cuatro costados de un obra que finalmente, este domingo, quedará parcialmente inaugurada.


El edificio más alto

Para ese entonces, la Torre de la Libertad, la más emblemática obra del proyecto, tendrá que haber alcanzado 80 pisos de construcción de los 108 planeados originalmente, que deberán completarse para el año 2012.

Una vez concluida, la estructura de 541 metros de altura se convertirá en el edificio más alto en Estados Unidos.

Otra de las obras más significativas, la Plaza de la Conmemoración, un proyecto concebido por el arquitecto y diseñador del plan maestro, Daniel Libeskind, sobre la superficie que albergaba a las Torres Gemelas, será desvelado de forma parcial para dejar al descubierto la primera de las dos piscinas o espejos que tendrán una caída de agua espectacular y que servirá de cortina reflectante para la lista de nombres de las víctimas.

El proyecto, un espacio diseñado y bautizado bajo el nombre de “Evocando Ausencias” por el arquitecto israelí Michael Arad, no ha gozado siempre del apoyo popular. De hecho, Arad ha confesado que aún conserva la primera plana del New York Post del mes de noviembre del 2005 con el gran titular de “¡Apesta!”, un dardo que hirió su ego pero no frenó el proyecto.

“Es algo que va con la responsabilidad de llevar un proyecto de carácter público”, reconoció.

En las inmediaciones de estos dos espejos serán sembrados 400 robles que poco a poco han comenzado a ganar terreno, frente al espacio gris y yermo de la zona cero.

 
Un ejército de robles

Hasta el momento, poco más de 250 están ya echando raíces para ofrecer una tímida muestra de lo que se espera sea un espacio dominado por los espejos de agua y por el verdor de un pequeño y apretujado ejército de robles.

Al margen de todas estas disputas, de los problemas y de las polémicas que han surgido de un proyecto que toca la fibra más sensible de los estadounidenses, el arquitecto Libeskind sólo espera que el próximo 11 de septiembre La Plaza de la Conmemoración se convierta en una obra tributo a la memoria de todos aquellos que perdieron la vida hace ya 10 años.

“Este lugar es sagrado. Y lo que queremos es que los ciudadanos vean reflejada en esta obra la capacidad de Estados Unidos para volver a ponerse de pie, a fin de defender los valores de la democracia y la libertad”, aseguró Libeskind.

 
La reconstrucción en números

* 11 mmdd será el costo del proyecto terminado

* 101 empresas participan en las obras

* 80 pisos de la Torre Libertad están listos

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones