Internacional | Claudia F. Touris (Especialista en historia de la Iglesia y del catolicismo moderno) Como Juan Pablo II, pero inclinado hacia los pobres El papa Francisco es un hombre de vida austera y cercano a la gente, ideológicamente un ''conservador moderado'' Por: EL INFORMADOR 16 de marzo de 2013 - 01:48 hs GUADALAJARA, JALISCO (16/MAR/2013).– El cardenal Jorge Mario Bergoglio, ex arzobispo de Buenos Aires y que en el Cónclave no figuraba entre los favoritos es una figura muy particular. Fue titular de la Conferencia Episcopal Argentina en dos ocasiones y tuvo siempre un perfil bajo, pero con un encuadre fuerte dentro de un catolicismo social tipo Juan Pablo II, aunque más perfilado hacia los pobres, sin contar con el carisma desbordante de Karol Wojtyla. Ha sido un prelado independiente del poder político, más bien crítico de la dirigencia argentina en general, ha denunciado la corrupción, el trabajo esclavo y la trata de personas. En los últimos tiempos colaboró mucho con ONGs dedicadas a defender la situación de las mujeres en situación de prostitución. También ha acompañado el trabajo de los curas villeros, es decir a los que viven insertos en las periferias urbanas marginales. Como buen jesuita tiene una sólida formación intelectual y también una gran espiritualidad, es un hombre de oración y de vida austera. Nunca ha tenido secretarios ni ha habitado palacios episcopales, siempre viaja en metro y autobuses comunes, o se lo veía caminando por la calle como un sacerdote común. Ese tipo de gestos son muy característicos de él. Ojalá pueda transferir ese estilo despojado a la ensoberbecida y relajada curia romana. En lo doctrinal, sin embargo, es muy conservador. Ha atacado duramente el matrimonio igualitario, condenado el aborto y está en contra de los avances de la biotecnología en materia de muerte digna, etcétera. En eso, lamentablemente, no veo tanta chance de cambios inmediatos. Aun así, su estilo puede ser llamativo y diferente respecto de los papas precedentes y, personalmente, espero que su pontificado ponga más el acento en lo pastoral que en lo doctrinario que debería experimentar cambios hacia las demandas actuales más urgentes de la sociedad contemporánea. Sí, en cambio es muy abierto en materia ecuménica e interreligiosa. Esto puede ser positivo para mejorar la relación de la Iglesia con el Islam tan mal comprendido por Ratzinger. Como jesuita no ha seguido en los años setenta la línea del padre Arrupe ni de la Teología de la Liberación, y se lo ha cuestionado por eso —sus enemigos políticos— o sea, por su supuesta complicidad con la dictadura argentina por el caso de dos sacerdotes de la orden (Yorio y Jalics) que fueron detenidos y torturados por los militares, y ante los que él medió para que fueran liberados. Sus detractores lo acusan de haberlos abandonado, pero hay muchos militantes católicos de base que afirman lo contrario. El propio Premio Nobel de la Paz 1980, también argentino, Adolfo Pérez Esquivel, negó que Bergoglio fuera cómplice de los militares como sí la mayoría de la Conferencia Episcopal Argentina. En fin, como todo alto prelado tiene luces y sombras. Es muy pronto para emitir una proyección de cómo será su pontificado, pero creo que algunas cosas cambiarán favorablemente. Es muy difícil encuadrarlo ideológicamente, pero podría decirse que es un conservador moderado. Nunca ha sido aliado del poder político de turno y menos partidario. El matrimonio Kirchner lo eligió como unos de sus peores adversarios por esta independencia y su imposibilidad de cooptarlo. Considero que su elección es síntoma de continuidad y cambio porque la Iglesia católica quizás aún no está preparada para aceptar a un cardenal norteamericano, seguramente más progresistas en su relación con la modernidad, pero sí a un Bergoglio que podría representar una línea intermedia, pero proclive a cambios graduales. Finalmente recordemos que la Iglesia católica argentina ha sido históricamente muy “italiana” y muy romana. El primer cardenal primado de América latina fue un cardenal argentino: Monseñor Copello, en los años treinta, y Pío XII tenía grandes expectativas en el catolicismo argentino como un reservorio moral y alternativo al peligro “rojo en la región”. La elección de Bergoglio refleja también la aceptación de que la Iglesia atraviesa ciertamente una época de crisis sin precedentes y el vuelco hacia un representante de América Latina es reconocer el peso numérico y cultural de esta región en la permanencia de una religión que en Europa está en claro retroceso y replanteo. Temas Europa Ciudad del Vaticano La voz del experto Papa Francisco Lee También Festival del Pan de Muerto en CDMX: Fechas, horarios y actividades CDMX, con pronóstico de lluvias fuertes hoy sábado Clima en Ciudad de México hoy: el pronóstico para el sábado 11 de octubre de 2025 Hoy No Circula Sabatino: Autos que descansan este 11 de octubre en CDMX y Edomex Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones