Viernes, 10 de Octubre 2025
Entretenimiento | Casi 200 estudiantes colapsan el tráfico ante los ojos de los asistentes al FICM

''Thriller'' para el festival, llegan los Normalistas

Una larga fila de camiones cargados con estudiantes de ocho normales del interior del Estado llegó a la avenida Madero, la arteria que atraviesa en el corazón de Morelia

Por: EL INFORMADOR

Casi 200 estudiantes, seguidos por los camiones que los trajeron a la ciudad de Morelia, llenaron las calles del Centro Histórico.  /

Casi 200 estudiantes, seguidos por los camiones que los trajeron a la ciudad de Morelia, llenaron las calles del Centro Histórico. /

MORELIA, MICHOACÁN (05/NOV/2012).- Son las 15:00 horas de un lunes donde el Sol nunca se terminó por asomar en Morelia, Michoacán. A tres días de haber comenzado el Festival Internacional de Cine de esa ciudad, la urbe purépecha aun se debate entre el glamour que le otorgan las estrellas y las complejas semanas de protestas que vivieron en las últimas semanas. Protestas que están lejos de acabar.

Son las 15:05 en la avenida Madero, la arteria que atraviesa en corazón de Morelia, cuando del tráfico se detiene. Como si el bullicio estuviera aguantando el aire. Como si el tiempo hubiera decidido detenerse. Ni un solo automóvil aparece en su asfalto. La gente se pregunta que sucede. Y la respuesta llega en una larga fila de camiones cargados con estudiantes de ocho normales del interior del Estado.

El reloj marca las 15:10 horas. Avenida Madero. En el hotel Alameda cuelga la lona de la película ''No'', protagonizada por Gael García, la que abrió el festival el pasado sábado. Enfrente, en el hotel Virrey de Mendoza, uno de los más caros y bulliciosos del centro, los comensales, entre actores, productores y directores que asistieron al FICM, observan la escena que se desarrolla ante sus ojos. Casi 200 estudiantes, seguidos por los camiones que los trajeron a la ciudad, colapsan el tráfico de la calle. Si hasta entonces el festival había creado una ficción de sueños para la urbe, en ese momento pasó a convertirse en un thriller.

15:20 horas. A paso veloz, los estudiantes caminan por Madero. Caminan sobre el asfalto a la altura de la majestuosa Catedral de Morelia, hecha de cantera rosa, símbolo de la ciudad y que ha visto pasar la Independencia, la Revolución y un sinfín de marchas frente a sus muros. Pasan frente a la plaza principal de Morelia, que apenas perdió sus adornos por el día de muertos, aunque por allí aun queda algún cempazúchitl aplastado. Y llegan a su destino: Al palacio de gobierno del Estado. Extienden sus mantas, encienden el sonido y comienzan las consignas.

15:30 horas. Algunos de los medios que fueron a cubrir el festival llegan, por curiosidad, a la marcha. Los normalistas no desaprovechan las cámaras de televisión de otros Estados y países. Acusan al gobierno Estatal y Federal de querer cerrar todas las normales. De querer destruir el sistema educativo. De imponer un plan de estudios incosteable. De buscar imponer el inglés. De aliarse con sindicalistas corruptos. De usar armas de fuego de alto calibre “que ya ni contra los narcos” para atacarlos. De cerrarse al diálogo. De ser ellos los culpables de que el tráfico en Morelia esté desquiciado.

A los reporteros se suman vendedores ambulantes y de comida, que ven en la muchedumbre. Son las 15:35 y los morelianos de a pie, los que no son ni gobierno, ni normalistas, nada más observan. Lanzan un suspiro. “No todos estamos con ellos”, confiesa un hombre de mediana edad, de aspecto frágil y ojos amarillentos. Se llama Juan. Dice que vive en Pátzcuaro, pero que va seguido a Jalisco. Justo el lunes, tuvo que ir a Morelia a atenderse, pero su camión ya no va a pasar porque, en efecto, las rutas se tuvieron que desviar por los normalistas. “Me tengo que ir a Jalisco porque el gobierno de Michoacán no es capaz de atender a su propia situación, Que pena me da”.

“Qué pena me da –prosigue- que nos conozcan en otros Estados por eso, por las protestas. ¡Bola de huevones!, ¡Deberían estar estudiando! –asegura alzando la voz pero cuidándose de que no lo escuchen los normalistas- nada más protestan por todo. Nada les gusta. De verdad, me apena que la gente crea que todos en Michoacán somos así”.

15:50. Los normalistas piensan en cuales serán sus siguientes pasos. Un joven con el micrófono en mano promete que consultarán a las bases estudiantiles. No se van a quedar en platón, pero advierten que van a seguir protestando y volverán. No es aviso, es promesa. El thriller para el Festival tendrá secuela.

EL INFORMADOR / FRANCISCO GONZÁLEZ

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