Sergio Corona presume su sonrisa

CIUDAD DE MÉXICO.- El actor Sergio Corona se lo ha ganado, es un “jefazo” de la comedia. Tiene un aire de “Padrino” al estilo de los mandamases italianos porque parece que de ese tema todo lo sabe, pero ya no busca el humor fácil, prefiere los caminos menos intransitados, los del humor que apela a la inteligencia del otro.

Nació en 1928 en Pachuca y hasta la fecha no hay quien no lo conozca y reconozca como uno los artífices de la comedia en nuestro país. Explica, mientras se toma la barbilla, que “debemos ver las cosas (de la vida) con humor, no estar siempre de criticones”.

Recuerda, con una sonrisa, que “en México, tomando como ejemplo a un Chava Flores, un Hermenegildo Torres, todos los mexicanos son ingeniosos y pícaros y cuando se une lo pícaro con lo ingenioso, resulta muy divertido. A todos los acontecimientos de todas las épocas les saca broma. Se han hecho chistes del terremoto, de los incendios”.

Corona inicia su camino un mes de marzo de 1947 en el teatro Río, de la capital del país, como bailarín. “La primera persona que me hizo favor de dejarme hablar en público fue don Jesús Martínez, ‘Palillo’, con el sonado y tantas veces representado sketch de la escuelita. Un actor que se hacía llamar Trotsky hacía de alumno y en una ocasión faltó y lo suplí. Fue una emoción muy grata estar en el teatro Follies Bergere con ‘Palillo’”.

Eso fue en 1950, el año que nace la televisión comercial en nuestro país; dos años después “es cuando hacemos pareja como bailarines excéntricos Alfonso Arau y yo. Para descansar entre un baile y otro —charlestón, el baile del pingüino, recuerda— contábamos chistes, así empezamos a entrar a la comedia; también los bailes tenían algo de comedia”.

- ¿La comedia es una forma de digerir las desgracias?
- Un sicólogo habló de cómo se originaba la risa y el llanto. Recuerdo que él no sabía qué se mueve en el cerebro para ocasionar la risa, pero dijo: La esperanza es la defensa del futuro, el olvido la defensa del pasado y la risa es la defensa del presente. Se ríe uno del que se cae, de las suegras, hay chistes de diferentes temas. La forma de decir un chiste depende del tema de moda.

- ¿Cuándo tuvo contacto con el doble sentido?
- Viví en una población llamada Apan, Hidalgo, y ahí estaba trabajando con mi primo Luis Corona y tenía sus macheteros para cargar ladrillos, paja, etcétera. Los primeros albures que escuché fue de ellos.

- ¿Sólo los mexicanos hacen humorismo basado en el albur?
- Los ingleses tienen un humor muy refinado, agudo. No todos los humoristas ingleses, italianos o norteamericanos son buenos; pero en todos los países hay doble sentido; sin embargo, el mexicano usa mucho el albur. Y se juega mucho con eso, con el equívoco.

- ¿Su personaje más recordado?
- Mi primer personaje en teatro al lado de “La Chula” Prieto. En Argentina me decían el “Chunta chunta mexicano”; en España tuvo mucha difusión un monólogo sobre una narración que hice muy famosa aquí de un partido de futbol entre el Guadalajara contra el Atlante y se oyó tanto en la Madre Patria que me decían “El futbolista”; “La fiaca”; el “Julio Regalado”; “El Tartufo”; el de “Hogar Dulce Hogar”.

- Veo que le gusta el humor inteligente...
- Eso es a lo que le llamo ingenio, no a las cosas fáciles o burdas. Cuando me iniciaba sí recurrí a hacer chistes de homosexuales, pero es un recurso fácil; sobre lisiados, pero ya no lo hago para no ofender. No quise seguir haciendo ese tipo de humor porque era una ofensa, una burla.

(EL UNIVERSAL)


“La esperanza es la defensa del futuro, el olvido la defensa del pasado y la risa es la defensa del presente”
Sergio Corona, actor