Rogelio Ramos busca conquistar el DF

CIUDAD DE MÉXICO (04/AGO/2011).- Tras 25 años de carrera y éxitos en el Mirage, de Las Vegas, Nevada, Rogelio Ramos emprende el más grande reto, conquistar el Distrito Federal y sus distintos foros con una comedia… distinta.  

El comediante, admirador de Polo Polo, a su parecer el mejor contador de historias de México, descubrió su vocación por casualidad, cuando era vendedor y acudió con un posible cliente.  

'Llegué a un restaurante bar en Torreón a vender vinos, el dueño estaba escuchando una canción de Manolo Muñoz, llamada ‘Animas que no amanezca’; la escuchaba una y otra vez hasta que se reventó el casete, entonces me puse a cantar, le conté chistes e hice imitaciones, todo con el objetivo de vender.  

'Entonces el señor me dijo: ‘¿cuánto ganas en la empresa donde trabajas?’, al responderle me dijo ‘yo te pago lo mismo por una hora en la que hagas lo que acabas de hacer’. Y así fue como empezó todo, al principio alternaba mi trabajo con las presentaciones, pero después la empresa nos liquidó y empecé a buscar más trabajo como comediante'.  

A lo largo de más de dos décadas, Ramos ha actuado en bares y centros nocturnos del norte de México y de algunas ciudades de Estados Unidos. De sus recientes presentaciones destacada la que alternó con Nora Velázquez durante mayo pasado, en Carolina del Norte.  

Su estilo humorístico ha sido muy bien recibido en la Unión Americana, muestra de ello es que durante cinco años seguidos presentó su 'show' en el Hotel Mirage en Las Vegas.  

Su propuesta es stand up comedy, pero sus rutinas, además de su capacidad para captar la cotidianeidad y la realidad de sus espectadores, lo hacen un artista más cercano al chileno Coco Legrand, y a los mexicoamericanos George López y a Paul Rodríguez.  

'El humor o la risa es lo único que tenemos últimamente para olvidarnos de los problemas, es lo que nos da felicidad y no nos cuesta mucho dinero', expresó.  

'Tenía la impresión de que mis rutinas eran muy largas porque yo cuento historias, pero ahora sé que puedo aprovecharlas si voy fragmentándolas en chistes, pues el tiempo en televisión vale oro', añadió.  

A este creativo una de las cosas que más le interesa es que su espectador se identifique con lo que está escuchando; pues 'las anécdotas que cuento no son mías, sino de todo el mundo: las diferencias generacionales, cómo trataba yo como hijo y cómo me tratan como padre, el respeto que había para los papás antes y que ahora los chavos son súper igualados'.  

Por ejemplo, el que no pueda usar un iPhone y que sus hijos no tengan la paciencia para explicarle, cuando él tuvo la paciencia para enseñarles a amarrarse los zapatos, es motivo de un espectáculo, explicó Ramos.