Entretenimiento | Ninon Sevilla, Kiko Mendive y Benny Moré apoyaron la carrera del música en México Recordará SUTM a Dámaso Pérez Prado a 19 años de su muerte El músico sigue vigente gracias a éxitos como Mambo No.5 Por: NTX 13 de septiembre de 2008 - 15:58 hs CIUDAD DE MÉXICO.- El músico, compositor y actor cubano José Dámaso Pérez Prado, considerado "El Rey del Mambo", quien falleció hace 19 años, será recordado con una misa en la Ciudad de México, organizada por el Sindicato Único de Trabajadores de la Música (SUTM). A la ceremonia, que se llevará a cabo al mediodía en la Basílica de San José Centro, este domingo, se espera la asistencia del secretario general de SUTM, Armando Báez Pinal y el director del grupo Los Reyes del Mambo, Mario Cárdenas. Pérez Prado nació el 11 de diciembre de 1916, y falleció el 14 de septiembre de 1989 dejando una huella importante para la música, no obstante que no fue el inventor del mambo, sin embargo, logró proyectarlo al mundo con su singular estilo y arreglos. Gracias a sus interpretaciones, "Qué rico el mambo" y "Mambo No.5", su música sigue sonando en toda su magnitud, no sólo en sus temas, sino en la influencia que tiene sobre diversas organizaciones musicales y los articulados y sofisticados arreglos que permiten escuchar este ritmo en toda su dimensión. Dámaso fue hijo del periodista Rafael Pablo Pérez y de Sara Prado, directora de una escuela en Matanzas, Cuba, donde el artista practicó el oficio de la sastrería debido a las carencias económicas que padeció su familia tras el fallecimiento de su padre. Estudió piano e hizo sus primeras participaciones profesionales con algunas de las orquestas locales en Matanzas, pero fue en 1940 cuando se trasladó a La Habana en busca de una mejor oportunidad en el mundo de la música. Llegó a la capital de Cuba, cuando era un importante lugar de entretenimiento en América y el Caribe, viviendo intensamente la llamada Época de Oro del son cubano. Allí consiguió tocar con algunos grupos musicales en centros nocturnos, como "Pennsylvania" y "Kursal". El pianista conoció al cantante Orlando Guerra "Cascarita", y por recomendación de él entró en 1942 a uno de los mejores grupos de la isla: la orquesta Casino de la Playa, que sirvió para que el arreglista y pianista matancero experimentara con nuevas sonoridades y estructuras armónicas, combinadas con jazz. Después, el músico viajó a México con el apoyo de algunos de sus compatriotas que se encontraban ya establecidos en el país, como Ninon Sevilla, Kiko Mendive y Benny Moré. Después formó una orquesta enriquecida con la percusión afrocubana, logrando un sonido que sería desde entonces su sello y con el que pronto daría vida al mambo, principalmente con piezas dedicadas a los ruleteros o a los estudiantes del Instituto Politécnico o de la Universidad. El éxito del mambo al iniciar la década de los años 50 fue rotundo. Muy pronto la orquesta de Pérez Prado comenzó a presentarse en los mejores escenarios y centros nocturnos de la época, además de participar en múltiples películas que no podían desaprovechar el éxito del nuevo baile. El también arreglista interpretó temas como "Qué rico el mambo", "Mambo latino", "La chula linda", "Mambo Baklán" y "Muchachita". En películas como "Del can-can al mambo" y "El pecado de ser pobre". El músico compartió créditos en la pantalla grande del cine mexicano con artistas como Joaquín Pardavé, Pedro Vargas, Abel Salazar y Agustín Lara, entre otros. Fue así como Dámaso empezó a ser familiar para el gran público, dándole así el mote de "Cara de foca", el cual le puso cantante Benny Moré al contestar la pregunta: "¿Quién inventó el mambo que me sofoca?", a lo cual respondió: "Un chaparrito con cara de foca". En octubre de 1953, cuando se encontraba en la cima del éxito, Pérez Prado dejó súbitamente México y tomó un avión con destino a La Habana, Cuba, para no regresar sino casi 11 años después, en 1964. La vida personal y musical de Pérez Prado estuvo siempre ligada al mambo, a pesar de sus esfuerzos por crear y popularizar otros ritmos, como el suby o el dengue. En su extensa discografía de casi una treintena de álbumes destacan "Pérez Prado" (1950), "Mambo mana" (1955), "Mambo by the king" (1956), "Mambo happy" (1957), "Dance latino (1965), "Qué rico mambo" (1982) y "Kuba mambo" (1991), por citar sólo algunos. En su vida personal, una de las compañeras más importantes de Pérez Prado fue su esposa Evangelina Reyes, quien desempeñó un papel crucial en la vida afectiva y profesional del cubano ya que ella fue su primera admiradora y también la primera crítica del músico. La música de quien fuera parte del grupo de cubanas que se instaló en la cinematográfica mexicana, incluidas Ninón Sevilla, Meche Barba, María Antonieta Ponds, entre otras figuras, tiene amplia vigencia en el acervo musical del mundo. Pérez Prado, quien en 1980 se naturalizó mexicano con el fin de pasar los últimos años de su vida como ciudadano del país que lo acogió y lo lanzó a la fama, murió el 14 de septiembre de 1989. Temas Música Lee También Ángela Aguilar recibe críticas en redes por su nueva canción Narcocorridos quedan prohibidos en eventos públicos de Michoacán Spotify se cae y desata múltiples memes, aquí te presentamos los mejores NewJeans seguirá sin actividades independientes tras fallo judicial en su contra Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones