Maribel Guardia, una estrella en eterna reinvención

GUADALAJARA, JALISCO (18/FEB/2013).- Diez minutos, no más. Eso es lo que va a durar la entrevista con Maribel Guardia cuando toma la llamada con este medio. El teléfono lo toma durante el intermedio que de la puesta en escena ''¡Qué rico Mambo!''. El tiempo está contado.

Entre cambios de vestuario, ajuste de calzado y la sesión de peinado, Maribel organiza sus ideas. Podrán estar sucediendo mil cosas a su alrededor, pero ella conserva la concentración al máximo. “No tengo problemas con atender a los medios, incluso en esta situación”, agrega, antes de lanzar una carcajada. La puesta en escena llegará el 19 y 20 abril al teatro Galerías.

Con un elenco que incluye a Lis Vega, Lorena Herrera, Sergio Sendel, Pablo Montero y Fernando Allende, ''¡Qué rico mambo!'' se convierte también en el regreso de Guardia a la comedia musical. “Me siento muy contenta, y a la vez muy nerviosa”, explica, al tiempo que agrega: “Siempre es un reto pararse en un escenario. Le tengo mucho respeto al teatro y al público en vivo. Pero luego de ver cómo la gente responde a la obra, me doy cuenta que vale la pena todo el esfuerzo y todos los ensayos”.

Cuando Maribel Guardia habla de esfuerzo, no lo dice a la ligera. A su labor en el teatro, se suma el trabajo que desarrolla en el melodrama Corona de lágrimas (lunes a viernes, 16:15 horas, a través del Canal de las Estrellas), además de sus constantes presentaciones en palenques y teatros del pueblo. “A la novela entraba de 07:00 hasta las 22:00 horas, y de allí me iba a ensayar Que rico mambo hasta la 01:00 de la madrugada. Valió muchísimo el esfuerzo, estamos llenando el (teatro) Blanquita (en el Distrito Federal), y al ver la respuesta del público, no queda más que emocionarnos”.

Con toda la agenda que tienes, ¿Por qué elegir hacer teatro, sobre otros proyectos?

“El teatro es fundamental para el actor. Uno nunca debe dejarlo. Si yo tengo que definir los conceptos que lo integran, diría es que es disciplina, tolerancia, constancia”.

Pero no es lo que más deja, ¿no?

“No (hace una pausa). Cantar, bueno, al cantar pagan súper bien, pero el teatro implica una entrega total del actor, te exige ofrecer al máximo en cada disciplina, sobre todo en esta obra que me permite actuar, cantar. A mi me divierte y hago varias facetas que disfruto mucho. Eso llena más que una paga”.

Tu nombre sigue siendo uno de los más cotizados en cualquier producción teatral o televisiva, ¿cuál es el secreto de la longevidad profesional?

“Agradezco mucho que el público me haya apoyado durante tantos años, y a los empresarios también. Esa es la clave, por eso sigo aquí. Además, cuando a mí me llaman para un proyecto, me cuesta trabajo decir que ‘no’ (risas).

También tengo la suerte de que mi esposo y mi hijo son mis cómplices, siempre me apoyan en lo que hago”.

Ya te encuentras en la fase final de Corona de lágrimas, ¿Sientes que el proyecto “cuajó” como querías?

“Si, termina el 24 de febrero y ¿qué puedo decir?, fue una experiencia maravillosa, que tuvo además un buen rating. Tanto, que vamos a terminar en un domingo, porque logró una excelente audiencia, pese al horario que tenemos, que no es el estelar”.

¿Jamás te pasó por la mente sacrificar tu trabajo en la tele para darle prioridad a otro proyecto?

“Bueno, primero, la televisión es muy sacrificada, porque te exige estar todo el día en el foro. Desde la mañana, hasta la noche. Pero también es increíble lo que te proyecta, son historias que pasan en Rusia, en China, en toda Latinoamérica.

No se puede, o mejor dicho, no puedo dejar la televisión, porque te ofrece esa popularidad que luego también lleva a la gente al teatro”.

Hiciste mucho cine en la década de los años ochenta, ¿Ya no te llegan propuestas?

“Si, por allí hay una, que espero que se cuaje. Es un libreto muy bueno. Lo que pasa es que los productores sufren mucho para hacer cine. Se hace bueno, pero es poco. Y cuesta mucho que ellos tengan el visto bueno para hacerlo.

No puedo adelantar mucho de la historia que me proponen, pero me gustó mucho como está contada, y es muy posible que haga una película este año”.


HERRAMIENTAS

¿De qué se trata?

Enredos guapachosos

Qué rico mambo ubica su historia la década de los años sesenta del siglo pasado. El guión se encuentra basado en las anécdotas del músico de origen cubano Dámaso Pérez Prado, y su conflicto con el regente capitalino Ernesto Uruchurtu desataría acciones en su contra, mismas que terminarían por afectar los personajes que eran parte del teatro donde se presentaba Pérez Prado.

La puesta en escena despliega 40 actores y dos orquestas en escena.


¡Qué rico mambo! / Teatro Galerías / Funciones: 19 de abril a las 19:00 y 21:50 horas • 20 de abril a las 18:30 y 21:30 horas / Boletos de 450 a mil 100 pesos en taquillas del recinto



AGENCIA EL INFORMADOR / Juan Francisco González Rodríguez