Sábado, 04 de Mayo 2024
Entretenimiento | Café Tacvba., más vivo que nunca

Los caminos musicales de Joselo

El guitarrista del cuarteto capitalino considera que, aun con las herramientas digitales, los grupos batallan para darse a conocer

Por: EL INFORMADOR

Joselo menciona que la realidad artística es distinta a la de hace años.  /

Joselo menciona que la realidad artística es distinta a la de hace años. /

GUADALAJARA, JALISCO (05/JUL/2012).- Guitarrista por vocación y elección, escritor por amor a las palabras y alguna vez estudiante de diseño gráfico, José Alfredo Rangel Arroyo, o mejor conocido simplemente como “Joselo”, reconoce que es esclavo del tiempo.

Los minutos de su día se consumen entre la grabación del nuevo disco de Café Tacvba, sus viajes de promoción, los talleres que ofrece y “las chambitas” que hace como productor de bandas emergentes. Y pese a todo, el guitarrista dice que la palabra “agobiado” no existe en su diccionario.

Dice que el tiempo es relativo. Para muchas bandas de rock, como Café Tacvba, está constituido por “momentos”, algunos memorables y otros que se van olvidando. El momento en que se conocen. El momento en que componen su primera canción. El instante en que se suben por primera vez al escenario. Los días de éxito y las horas de tristeza.

“Lo que aprendimos es que hay que saber administrar las horas del día, seas músico o no”, afirma con un semblante de tranquilidad total. Accede a charlar con este medio en uno de esos raros ratos libres que tiene en la semana. Se le cuestiona que música está escuchando en este momento y sólo sonríe: “De toda”.

“Gracias a internet, ahora todo está al mismo tiempo –explica el músico–, Conozco el nombre, cómo se ve el grupo, veo su video y escucho a qué suenan. La oferta de información que tenemos ahora, los contenidos, son cosas que jamás habían sucedido. Acceder a la música es lo más fácil del mundo hoy en día”.

Sobrevivientes destacados

Para Joselo, la realidad artística que se vive ahora es distinta a la que enfrentó Café Tacvba en sus primeros años, aunque eso no significa que el camino para triunfar se haya vuelto más fácil. “Hay quien dice que ahora es más fácil llegar a la gente. Y no, no pienso eso. Porque los escuchas no buscan en internet a un grupo que no conocen. Tienen que saberse el nombre, o no lo van a encontrar, a menos que esté dispuesto a ir por la red, surfeando, a ver con qué se topa. Cada quien tiene que ir buscando la forma de conectar con el público”.

“Sigue siendo igual de complicado, para todos, nuevos y veteranos”, explica. Pero una pregunta salta de inmediato, ¿podría Café Tacvba, tener éxito, si debutara en pleno 2012?

El guitarrista reflexiona un instante antes de responder. Se toma la barbilla y entonces explica: “Ahora hay muchas posibilidades que en mi tiempo no existían. Por ejemplo, si yo quería estudiar música, tenía que entrar al conservatorio, no había un lugar donde estudiar rock, tenía que comenzar con guitarra clásica, y si bien me iba (risas)”.

Sin embargo, el músico recuerda que “Rubén (Albarrán, vocalista de la banda) y yo nos conocimos en la universidad, estudiando diseño. Yo gráfico y él industrial. En esa época hubo maestros allí que nos despertaron el interés para hacer las cosas, ¿con qué? Con las herramientas que teníamos a la mano. Creo que eso mismo habríamos hecho ahorita. Haríamos videos con lo que tuviéramos, lo subiríamos a la red, haríamos cosas en Facebook, andaríamos en Twitter”.

El guitarrista bromea con la idea de volverse una estrella de las redes sociales, y reconoce que él y el resto de los Tacvbos “no estamos en esa onda, pero si yo tuviera 20 años y tuviera un grupo como Café Tacvba, estaríamos usando el internet para llegar al público. Claro, creo que habríamos trabajado más desde la independencia, generando todo desde nosotros. La coyuntura de que había disqueras buscando grupos nuevos lo que hizo fue darnos proyección en nuestros inicios”.

Lo que se perdió y lo que se ganó

En el ejercicio imaginario, Joselo recuerda sus años como estudiante. Se define como “interesado” en el diseño, aunque reconoce entre risas que lo suyo era escribir y la música.

“¿Me hubiera gustado desarrollar más mi faceta en el diseño? quizá, pero sí me interesara, lo seguiría haciendo. A lo mejor hubiera sido mejor un escritor, que es algo que sí hago”, explica. Del camino que tomó su vida, afirma, no se arrepiente en lo absoluto.

Eso sí, reconoce que la experiencia le enseñó que entre la música y la escritura existe un puente muy grande, uno que aparece particularmente al momento de escribir o componer. “Siempre va a haber ese enfrentamiento contra la hoja en blanco, o con la intensión de llenar el aire alrededor de las notas musicales. Siempre confío a que algo saldrá. De repente para escribir mi columna tengo ideas muy vagas y otras veces muy concretas. Por eso siempre cargo la libreta y las voy anotando. Con la música es igual”.El músico reconoce, además, que escribir solamente una columna a la semana (para un periódico de circulación nacional) hace que la presión sobre su trabajo sea menor. “Por eso digo, que hay que saber administrar las horas del día”.

FRASE

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Si comenzáramos ahora, buscaríamos esta misma proyección (apoyo de disqueras)a través de internet y de Youtube "

Joselo Rangel,
músico

La batalla contra las críticas

¿Leen los músicos las críticas que se hacen sobre sus discos? Mucha gente piensa que no, y los propios músicos suelen desdeñar este tipo de opiniones, asegurando que están muy ocupados en su trabajo.

Pero lo cierto es que Joselo reconoce que él sí leyó alguna vez una crítica contra su trabajo, una que escribió hace años el afamado escritor y periodista musical Xavier Velasco. “Sí, me acuerdo mucho de ésa”.

“El día que salió el disco de Re, lo tocamos casi inmediatamente en vivo. Me acuerdo que entonces, como ahora con los discos nuevos, la gente no se sabía las canciones nuevas, lo que da pie a una situación extraña e incómoda”.

Joselo explica que “lo que el grupo siempre quiere es tocar las canciones nuevas, pero lo que la gente quiere son las clásicas. Eso siempre es un poco frustrante, porque el público se queda estático con las novedades, lo que les motiva son las canciones que ya conocen”.

“En ese entonces, con Re no pasaba nada, en aquel primer concierto que dimos. Y entre el público estaba Xavier Velasco, que escribió que él confiaba mucho en su ‘patita’ para decidir si un disco era bueno. Si movía la patita, pasaba. Si no, la crítica era muy dura. Y sucede que ninguna de las canciones de Re le había hecho mover la patita. Nos destrozó en la columna, y a mí me cayó pésimo, y odiamos a Xavier Velasco y su patita (risas)”.

Durante los años siguientes, Re se convirtió en un referente de la banda, y Velasco en uno de los amigos entrañables de Café Tacvba (además de uno de los autores contemporáneos más destacados de la literatura mexicana). Eso si, la “herida” provocada por la “patita” sigue presente en la imaginación del conjunto.

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