Leiden, en defensa de la canción

GUADALAJARA, JALISCO (13/FEB/2015).- Leiden participa este 14 de febrero en el marco del aniversario del Teatro Diana, prepara su participación en el próximo Vive Latino y está a punto de estrenar videoclip de su rola “Cuando soñaba”. Incluye por otro lado, cuatro temas de su autoría en la película de Bárbara Balsategui “Seda”. Esto apenas con su primer disco colocado en Mix-up.

La cubano-mexicano parece una explosión de sugerencias poéticas y musicales. Canta, escribe, ha compuesto para cine y disfruta cuando su música “sana a los demás”.

Aunque su carrera no es nueva, es verdad que en el mercado, apenas emergió con muy buena estrella. Su disco “Leiden” se agotó en las tiendas.

No se pierde el tiempo si se exploran en iTunes temas como “Anhelé” y la mágica “Cuando soñaba”, ambas, piezas poderosas y motores de un trabajo “transparente” —como ella lo llama—. Leiden es una cubanomexicana a quien todavía le gusta componer como artesana, trabaja hoy sobre el futuro y augura un “Lado B” de esta producción, en el que se puedan escuchar las canciones desnudas (guitarra, piano, ukulele), para luego cerrar como trilogía con un “Lado C” en el que planea “deconstruir” sus propias piezas.

Señala en entrevista que la respuesta del público “ha sido contundente. El disco ha tenido un gran éxito en ventas, para ser totalmente independiente, en un mercado musical donde la oferta crece a cada minuto (…)”.

Leiden señala como importantes influencias en su vida: “Uninvited” de Alanis Morrissette, “Disneylandia” de los brasileños Titas (versión de Drexler), “Tonada de luna llena” de Simón Díaz y “Bachelorette” de Bjork. Por otra parte, en las letras su pilar ideológico y creativo es su abuelo; Roberto Fernández Retamar.

—Siento muy poderoso en ti el tema de la composición ¿Cómo es este proceso?

—“Generalmente tengo dos tipos de composición: a veces escribo de manera muy intimista, y otras veces como un altavoz para expresar rasgos de la cotidianidad que me preocupan. “Anhelé” (fue la primer canción que compuse en el ukuele) es una especie de burla hacia mí, a esa tendencia que tenemos a la autolamentación cada vez que comentemos un error. “Cuando soñaba”, habla de la pérdida de las cosas tangibles e intangibles, dolorosas o no, a veces necesarias, pero inminentemente pérdidas”.

—Hoy por hoy, qué tanto tiene la música cubana que decirnos…

—“Si bien cada músico ha encontrado su lenguaje y particularidad, también lo es que en Cuba se habla mucho de un mono-tema: la condición política del país. Así, desde la música se ha encontrado un discurso claro al respecto, que a pesar de crítico, no ha dejado de ser alegre”.

—Música ¿para qué? y ¿para quienes?

—“Es una solución, algo se esclareció en mi vida cuando encontré la composición. Y la música como universo es un lienzo de posibilidades infinitas. Suelo ser muy discursiva precisamente por esa razón, me siento parte de una generación y me gusta cantarle a ella y cantar sobre ella”.

—Y cuál es la rola con la que no puedes dejar de volar...

—“Hay un disco desconocido, que grabó el bolerista Fernando Álvarez el año que murió (2002), producido y compuesto por Descemer Bueno. De ese disco, ninguna canción me deja aterrizar. Se llama: ‘Sé feliz’”.