Guerra de Chistes, asunto de pícaros

GUADALAJARA, JALISCO (27(OCT/2012).- Hace seis años, el humor blanco, inocente y puro era el dueño de la programación. La fórmula reciclada con chistes de pastelazos y resbalones de cáscaras de banana ya comenzaba a oler rancio cuando Juan Carlos Casasola y “El Borrego” Nava decidieron darle “una vuelta de tuerca” al humor de la pantalla chica. Fue entonces cuando nació Guerra de chistes, y las reglas para hacer reír al público cambiaron de forma drástica.

Guerra de Chistes es un programa donde las medias tintas no caben. La emisión de Telehit ha sido reconocida por llevar el lenguaje coloquial y subido de tono a la televisión de paga. Sus detractores señalan que abrió la caja de Pandora, y tras ellos llegó una oleada de emisiones que abusan del humor pesado y se pasan de la raya.

Pero para su elenco (Mariana Echeverría, Juan Carlos Casasola, “El Borrego” Nava y Lalo Manzano), que ayer se presentaron en el Auditorio Benito Juárez como parte del primer festival de la comedia Jajajalisco, la cuestión fundamental era otra: se trataba de crear una nueva fórmula de entretenimiento, una que rebasara todos los límites ya escritos.

Casasola recuerda que “el concepto lo comenzamos a planear hace seis años, aunque el programa como tal tiene al aire cuatro años. Yo y ‘El Borrego’ siempre dijimos, ‘¿quiénes han sido las personas que contaban chistes groseros y triunfaron en el mundo haciéndolo?’, pues Polo Polo, que es el maestro de toda la flota. Pero yo lo alcancé a ver en programas de televisión donde no lo dejaban ser decir nada de lo que sí podía hacer en teatro”.

“Entonces Nava y yo decidimos que había que cambiar esas formas. Que la gente a lo mejor ya estaba cansada del chiste blanco como tal, porque en la barra de comedia (en televisión) eran las mismas bromas de siempre. Pensamos que a la gente quizá le gustaba contar el chiste como era, con las palabras y lo explícito que tiene que ser. Lo peor que podía pasar es que nos echaran a patadas del canal, pero ¿y si les gusta?”.

—¿Y cómo midieron el impacto que tuvo el programa?

—Casasola: Nada más basta ver todos los programas que surgieron alrededor de nosotros, o el lenguaje que ahora se usa en las telenovelas, que antes eran super blancas, light. Ahora son más fuertes, más explicitas. Sin darnos un cebollazo y olvidando las falsas modestias, creemos que Guerra de Chistes fue un parteaguas en la televisión mexicana.

—Lalo Manzano: Aparte del lenguaje que se utiliza, es un programa sin guión. La espontaneidad es algo que cautiva a los chavos.

—Dicen que del arte histriónico, el género más complicado es la comedia. ¿Es cierto eso?

—Mariana Echeverría: Yo puedo decir que sí, que es lo más difícil, yo no pretendo ser comediante ni nada de eso y, sin embargo, he llorado en el escenario porque me ha pasado que no hago reír ni a una mosca. El público mexicano es muy estricto para reír.

—Pero con cuatro años en la televisión, podría parecer que ustedes ya no sienten nervios al momento de salir a un escenario a presentar una rutina cómica, ¿o sí?

—Casasola: Hay dos tipos de nervios. El primero es el nervio del no saber, y el otro el nervio del compromiso. Entonces, no es lo mismo subirte a contar y estar nervioso por no saber qué hacer, que subirte y estar nervioso porque quieres hacerlo perfecto. El nervio por sentir que vas a hacer el ridículo es asqueroso, el otro te da energía, adrenalina, fuerza para hacer todo mejor, y ése se quita en el momento en que empieza el show. El otro aumenta conforme avanza el espectáculo, porque se sabe que se hace mal.

—Lalo Manzano: Y también está el nervio de la ciática, que también duele cuando no se ríen.

—¿Es fácil sacarse de la manga un chiste nuevo?

—“Borrego” Nava: Los chistes son de dominio público. Lo más importante es que tú los haces tuyos al imprimirles tu personalidad al contarlos, es como una canción. La intención es lo que hace la diferencia. Es igual con el chiste.

—A ustedes los critican mucho en la prensa y en otros programas de televisión, a veces con fundamento, a veces de forma gratuita. ¿No es pesado tener que defenderse ante tantos señalamientos?

—“Borrego” Nava: Siempre que estés en un medio de comunicación estás expuesto a la crítica, y a las porras también. Te pueden atacar millones de personas, o estar en desacuerdo, pero si los números arrojan que nos siguen viendo, que seguimos teniendo audiencia, pues ésa es la mejor defensa. No tenemos que defender algo que el público acepta.

—Otros programas, como en el caso del Show de Platanito, tuvieron problemas por no tener claro cuáles eran los límites al momento de contar un chiste fuerte. ¿Para ustedes cuál es la línea que no se debe cruzar?

—“Borrego” Nava: Nosotros sabemos cuáles son los límites de lo que es hacer reír y usar elementos que son abusivos. La línea de respeto siempre ha existido. Somos dicharacheros, albureros, explícitos, pero siempre en lo genérico. Nunca es a nivel personal, no nos metemos en política ni con religión.

—Mariana Echeverría: Ni nos metemos con tragedias ajenas, que es lo que le pasó él (a Platanito). Contamos chistes crueles, pero no llevan apellido.

En Tapalpa
Sonrisas para el Festival de la Luna

El elenco de Guerra de Chistes se presenta hoy en Tapalpa, como parte del ya tradicional Festival de la Luna.

A los “guerreros del chiste” se suma Manuel Delgado a las 16:00 horas, quien se encargará de contar cuentos de corte infantil, y el espectáculo de improvisación Cinco actores buscan guión, a las 18:00 horas.

Guerra de Chistes se presentará en la Plaza Central de Tapalpa en punto de las 22:00 horas.  El programa completo está disponible en www.lunafest.com.mx