El talento joven se apodera de Venecia

VENECIA, ITALIA (30/JUL/2010).- El cine está de fiesta. Una nueva generación de realizadores con menos de 50 años, dispuesta a romper con todo esquema y receta, compite este año por el codiciado León de Oro de la 67a. edición del Festival de Cine de Venecia, entre ellos el chileno Pablo Larraín y la estadounidense Sofia Coppola.

“La edad promedio de los realizadores que compiten es de 47 años. Si excluimos a Monte Hellman (78 años) el promedio baja a 45 años”, afirmó el director de la célebre Mostra veneciana, Marco Muller, al ilustrar el programa de la nueva edición que se celebrará del 1 al 11 de septiembre.

“Será una edición ágil, con directores que han saltado barreras, que no se interrogan sobre el género o la escuela a la que pertenecen”, reconoció Muller, quien abrió este año la competición por primera vez en varios años a la cinematografía de América Latina.
En este punto el director se mostró entusiasmado, pues la evolución cinematográfica de la región ha implicado que se estrechen lazos con el cine del Viejo Continente. “Hemos renovado la presencia de América Latina en el concurso, reforzado nuestra red de contactos en la región. Quisimos rejuvenecer la Mostra”.

Opciones para todos

El llamado festival-laboratorio, como lo calificó Muller, presenta las “diferentes almas” del cine contemporáneo, cada vez más experimental, capaz de ser a la vez una obra de arte y una industria millonaria.

La competición se abrirá con el filme Black Swan (El cisne negro) del cineasta Darren Aronofsky, en una obra calificada como una película de suspenso, donde se espera que brille con intensidad Natalie Portman, una vieja conocida del festival.

El Cono Sur del continente celebra la presencia del chileno Larraín, quien compite con Post Mortem, una “historia de amor”, según la definió el director, ambientada en 1973, año del golpe militar en ese país.

El cineasta latinoamericano concursa al lado de otros 22 filmes de 11 países, entre los cuales se encuentran seis estadounidenses, cuatro italianos, tres franceses, dos japoneses y un chino.

Larraín, nacido en 1976, autor del exitoso Tony Manero, sobre un imitador del personaje de John Travolta en la película Fiebre de sábado por la noche, centró su filme en el subterráneo del Hospital Militar, cuando se debe realizar la autopsia al cadáver del presidente socialista derrocado Salvador Allende.

El cine estadounidense estará presente con seis filmes en concurso, entre ellos la comedia dramática de Sofia Coppola (Somewhere), el nuevo filme de Vincent Gallo (Promises written in water) y la obra del ecléctico artista Julian Schnabel sobre los jóvenes palestinos (Miral).El francés François Ozon presenta Potiche con la pareja Catherine Deneuve y Gerard Depardieu, cinta sobre una ama de casa que reemplaza a su marido empresario tras una huelga, mientras el español Alex de la Iglesia se mide con el drama de la Guerra Civil española Balada Triste de Trompeta, con Carmen Maura entre los protagonistas.

Italia concursa con cuatro filmes de autores que no han llegado a los 50, entre los cuales figura el realizador Saverio Costanzo con una adaptación del bestseller La soledad de los números primos.

El jurado del festival estará formado además por un abanico excepcional de cineastas entre ellos el estadounidense Quentin Tarantino junto con el mexicano Guillermo Arriaga, cuya presencia fue celebrada por el medio cinematográfico.


Lo básico

La mayoría de los 83 filmes escogidos para las cuatro secciones oficiales serán estrenos mundiales, entre ellos los 50 de la sección Horizontes, que este año presenta numerosos filmes, documentales y cortos provenientes de América Latina.

 En la lista de proyecciones figura el primer filme de República Dominicana que participa en el festival, Jean Gentil de Laura Amelia Guzmán e Israel Cárdenas, sobre Haití, así como la cinta Verano de Goliat del mexicano Nicolás Pereda y varios cortos de Argentina, Ecuador, Brasil y México.