Discovery Channel explora el mundo maya

CIUDAD DE MÉXICO (04/JUL/2011).- Entre la lluvia torrencial y el calor del verano transcurrió la semana pasada el rodaje de un documental sobre las profecías mayas en el Estado de Yucatán, realizado por la señal de paga Discovery Channel.

Bajo la dirección de Graham Townsley, quien se rodeó de un equipo de primera, como el fotógrafo mexicano Lorenzo Hagerman, para obtener imágenes y secuencias que el equipo que trabajó en el proyecto calificó como “increíbles”.

Alan Navarrete, director general de Discovery Network México, explica que este proyecto nació de una visita que realizó el también productor Townsley y Michella Giorelli, directora de producción y desarrollo de Discovery, a la ciudad de Mérida.

No tenían, recordó, otra intención más que conocer el lugar, pero fue tal la impresión que causó en ellos la cultura maya, que decidieron hacer un documental sobre sus profecías. Usando tecnología de punta, locaciones atractivas y expertos en el tema, como el propio Graham quien es antropólogo y experto en el pueblo maya, Navarrete espera que se obtenga un excelente documental, atractivo para todo el público. “Se puede hacer la investigación más seria y el programa más informado del mundo, (pero) si no entretiene, cambian de canal”.

Trabajo en equipo
Durante 35 días se realizaron locaciones en México y Guatemala, decisión que tendrá una doble repercusión, de acuerdo con Navarrete, pues se realizaron tomas para el documental y como promoción turística de esos lugares.

Se tiene previsto el estreno para fines de 2011, para verse primero en Estados Unidos, después en Latinoamérica y posteriormente en Europa y Asia.
El ejecutivo explica que este documental será dividido en tres partes, en las cuales se desglosará de manera precisa el origen de esas profecías y su repercusión en la vida actual.

Para lograr una propuesta diferente se utilizaron recursos utilizados en las películas de Hollywood, como efectos especiales y escenas de acción, además de recreaciones de ciertos hechos históricos, donde la gente de Mérida tuvo un papel muy activo como extras.

Aunque el clima le jugó malas pasadas a la producción, que tuvo que modificar su itinerario de filmación debido a las constantes lluvias, se logró el objetivo y se obtuvieron tomas en escenarios naturales yucatecos.

Utilizando como locaciones espacios de algunas haciendas que conservan su riqueza natural, el fotógrafo Lorenzo Hagerman hizo gala de su experiencia, tanto de documentales como de filmes de ficción, para darle un ambiente ideal a esta cinta.