Carlos Fuentes se encuentra con sus amigos en el marco de la FIL

GUADALAJARA, JALISCO.- Carlos Fuentes se rodeó ayer de sus amigos en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, para recibir un nuevo homenaje. Ahí estaban Sergio Ramírez, Gabriel García Márquez, Carlos Monsiváis, Vicente Quirarte y Steven Boldy, entre muchas otras amistades, para señalarlo como “el amigo del alma” y “el escritor universal”, además de “el mejor narrador del mundo hispánico”, “un clásico”, “el autor sin el que se puede pensar México” y al que sólo se le puede imaginar en “la zona sagrada de la literatura”.

Los más de mil asistentes que ayer se dieron cita en el Auditorio Juan Rulfo del recinto ferial también demostraron un cariño instintivo al autor de La muerte de Artemio Cruz, sin pronunciar ninguna palabra, brincando y ovacionándolo.

Sergio Ramírez recordó ante el auditorio cada detalle de la primera vez que se conocieron, y las largas discusiones que mantuvieron sobre literatura o escritores latinoamericanos.

Monsiváis rememoró el día en que descubrió la figura de Fuentes, a quien oyó leer un capítulo de La región más transparente. Recordó entonces la admiración que sintió ante la forma de escribir tan diferente de un joven talento que “presentaba en sociedad a la megalópolis (la Ciudad de México)” y su peculiar literaria entre lo tradicional y lo moderno.

Ante el silencio de García Márquez, el propio Fuentes fungió como portavoz de la amistad que une a los dos, y recordó el día que ambos decidieron entregar su vida a la literatura. Una vocación que, según el autor homenajeado, estuvo bautizada con agua llegada de Colombia, gracias a que Fernando Botero le presentó a Álvaro Mutis y éste a García Márquez. “Una amistad perdurable hecha de momentos memorables”.