Benny Ibarra deja su lado cursi

GUADALAJARA, JALISCO (03/AGO/2010).- “No suelo ser muy anecdótico, no escribo acerca de mí porque no me parece tan interesante, prefiero conocer lugares e inventarme personajes sin importar si se trata de un marciano, un árbol o un manatí, esas son las cosas que te van nutriendo para hacer canciones”, asegura Benny Ibarra, quien se encuentra de estreno con una nueva producción discográfica en la que evidencia una experimentación sonora que lo aleja de sus discos anteriores.

Aventurero, curioso y apasionado por la música, el cantautor salió de su zona de confort en el pop para abrirle la puerta a vivencias importantes que se traducen como aprendizajes que llevó a las letras de su nuevo álbum.

De la producción La marcha de la vida, que tomó más de dos años en estar lista para su lanzamiento, se desprende el primer sencillo Perder para encontrar, que ya suena en las estaciones de radio mexicanas, lo que representa una gran emoción para Benny que se dice “loco de felicidad” por regresar a su otra carrera “la de promover discos, muy distinta a la de producir y componer”.

Feliz por el lanzamiento, destacó que está muy seguro y orgulloso del nuevo material, al que calificó como un parteaguas en su carrera. “Lo que más espero, y mi reto más grande, es salir de mi país. Ir a tocar a lugares donde nadie sabe quién es Benny o quién es Timbiriche. Quiero llegar a un sitio y empezar de cero, es muy excitante”.

Renovación total

La madurez, y experiencia, que Benny Ibarra ha adquirido como cantautor a lo largo de estos años, hoy le han perimitido renovar su música y llevarla a lugares donde nunca antes ha sido escuchado. “Hay personas que llegan a la ‘edad media’, su ‘menopausia emocional’, y dan un gran giro, los hombres se compran autos de lujo o comienzan a andar con chavitas y bueno, esto también sucede a nivel profesional. Tengo 39 años y comencé mi carrera desde los 10, así que estoy en esa etapa y lo que quise fue hacer algo super sexy, menos sutil y tierno. Me sentía un poquito aburrido de ese Benny tan fresón”.

Con toques electrónicos y letras más aventureras y arriesgadas es como espera convertir este álbum en “el soundtrack de muchas vidas” entre sus seguidores de antaño y los que decidan unirse y dejarse llevar con sus canciones.

La esencia se mantiene y sin ir contra su naturaleza, esta vez optó por no obedecer algunas corazonadas que ya se reconocían como su firma en cada producción, tales como las pinceladas de rock, las letras románticas y las melodías sentimentales.

El cantante, que ahora se encuentra enfocado en experimentar nuevas emociones, se enorgullece de contar con un dueto al lado de Lila Downs, artista a la que ve con gran admiración y a quien le escribió el tema que interpretan juntos, Calaveras.

La marcha de la vida se convierte en un fuerte reto para Ibarra que buscó crear un disco con esencia de playlist. “Es muy difícil que en estos días la gente escuche un álbum completo, se van por una, tres o cinco canciones, pero mi verdadera pasión es seguir haciéndolos. Es como si compraras un libro y dijeras ‘me voy a leer el capítulo siete’, bueno a ver que tan bien le entiendes. A veces se nos olvida que escoger las canciones, ponerlas en cierto orden y ver cuál entra y cuál sale, es un verdadero arte”.

EL INFORMADOR/ Alejandra Jiménez

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