Amy Winehouse, entra al Museo Madame Tussauds

Los visitantes al Museo Madame Tussauds de Inglaterra tienen a partir de ayer la oportunidad de ver la “viva imagen” de la cantante británica más destacada y polémica de los últimos años: Amy Winehouse. Claro, en su versión de cera.

Ataviada con un vestido amarillo de amplio escote y falda corta, zapatos de tacón alto y su característico peinado, la intérprete se suma a otros famosos dentro del recinto de figuras.

Los padres de la cantante, Mitch y Janis Winehouse, fueron los encargados de descubrir la figura en la sala dedicada a la música en ese museo, en la que se une a músicos como Madonna, los Beatles o Justin Timberlake.

Amy, de 24 años, viste para la ocasión el mismo modelo que llevara a la ceremonia de los premios Brit de 2007, cuando se impuso como Mejor artista femenina británica. “Está exactamente igual a como fue a los Brit”, dijo Mitch Winehouse, que se declaró “asombrado del increíble parecido”.

Y es que a la figura no le falta detalle: desde el peculiar y abultado peinado de la artista -que en el Reino Unido se compara a una colmena de abejas- a los tatuajes que cubren su cuerpo, como la herradura y las “pin-up” sobre sus brazos y el “Blake’s pocket” (por su marido, Blake Fielder-Civil) escrito sobre su pecho izquierdo, sobre el corazón.

La Amy de cera está maquillada como la original, con esa llamativa raya negra que delinea sus ojos. La figura inmortaliza a Amy, micrófono en mano, “como si hubiera sido congelada en mitad de una canción”, añadió su padre. “Es preciosa, es increíble, es magnífica”, dijo, por su parte, Janis Winehouse.