Adiós a Bebo Valdés, figura del jazz latino

GUADALAJARA, JALISCO (23/MAR/2013).- El músico cubano Bebo Valdés, una de las figuras más prominentes del jazz latino a nivel mundial, falleció ayer en Suecia a los 94 años, según confirmaron fuentes cercanas al artista, quienes aseguraron que Valdés sufría alzeheimer.

Bebo Valdés, establecido en Málaga, se había trasladado hace dos semanas a Suecia, donde viven algunos de sus hijos, debido a un deterioro de su estado de salud, precisaron fuentes cercanas a la familia.

En la carrera del músico se distinguen dos etapas. Una primera en Cuba, junto a su orquesta Sabor, gracias a la cual viajó por Latinoamérica, y otra que arranca a raíz de su exilio a Estocolmo a partir de 1960.

Su exilio a Suecia supuso el inicio de un largo mutismo artístico, que fue aún mayor en Cuba, pues el veto a la difusión de su obra en las emisoras del país -en vigor hasta hace unos pocos meses- condenaron su legado al olvido entre sus propios compatriotas.

Luego de 30 años de silencio artístico volvió a la actividad a los 76 años con Bebo Rides Again y alcanzó una segunda edad de oro gracias a discos como El Arte del Sabor (2001) y sus colaboraciones con el director de cine Fernando Trueba.

Valdés voló al primer plano de la actualidad musical internacional gracias a sus trabajos con el director de cine español y precisamente a discos como El Arte del Sabor (2001), Grammy al Mejor álbum tropical tradicional, o  Lágrimas negras, que fue distinguido con un Grammy Latino y tres Premios de la Música.

A Bebo se le conoció como el “padre pianista” de Chucho Valdés, otro puntal de la música afrocubana. Bebo también trascendió con su disco Lágrimas negras (2002), que fusionaba su talento y el del cantaor flamenco Diego El Cigala.

Con el director español Fernando  Trueba participó en el documental Calle 54 (2000), donde se reencontró con Cachao y con su propio hijo, Chucho. De hecho, uno de sus últimos trabajos fue para la película de Trueba, Chico y Rita, la cinta animada que diera la vuelta al mundo en los principales festivales de cine hace dos años y que fuera reconocida no sólo por su historia, sino también por la musicalización.

En 1952 grabó junto a Norman Granz la primera descarga cubana, y por tres décadas permaneció en Suecia, casi olvidado, hasta que con 76 años Paquito D’Rivera lo invitó a grabar el disco Bebo rides again (1994).

Energía y maestría

Con su enjuto físico, volvía a maravillar gracias a su pulso particular y el ritmo diferente que imprimía al piano, sin olvidar su maestría para interpretar la tradición musical cubana, el jazz latino y otro sinfín de estilos.

Bebo el humilde, el honesto, el señor impresionante, seguía tocando en casa para sus más allegados, y no son pocos los que opinan que el artista y su genio ígneo habrá muerto cerca de las teclas blancas y negras de un piano, “sin lloraderas” ni quebrantos y a la espera de que empiece el baile.

La constatación años después de que padecía alzheimer y el reciente fallecimiento de su mujer terminaron por replegar sus alas, al menos de cara al exterior.

PARA SABER

Los inicios de Bebo Valdés

Bebo Valdés nació en La Habana, en 1918, e inició sus estudios de piano a los siete años.

Debutó como pianista profesional acompañando a Ernesto Lecuona y Rita Montaner en la década de los cuarenta. Tuvo también un papel destacado en el mambo.

Reacciones de medios y artistas ante la noticia

LA HABANA, CUBA.- Músicos cubanos y medios oficiales de la isla recordaron con elogios la figura de Bebo Valdés, tras conocer este viernes la noticia de su fallecimiento a los 94 años de edad.

“Se ha ido con un público absoluto que le quiere y que le ama y, sobre todo, se ha ido con la calidad de genio que le caracterizaba”. Así lo señaló  el cantante español Diego “El Cigala” tras conocer la noticia.

Para el intérprete, la muerte de Bebo Valdés supone una “pérdida irreparable”, aunque, tal y como ha confesado el cantante, Valdés le pidió personalmente que “no quería lloraderas” cuando falleciera, sino que “quería que se le recordara bailando”.

“Este deseo es muy duro de tragar, pero es lo que le gustaba al maestro”, expresó el cantante, quien también afirmó que conocer al pianista cubano ha sido una de las cosas “más bonitas” que le han pasado en el mundo de la música.

El afamado productor Javier Limón, íntimo y habitual colaborador de Bebo Valdés, se refirió a este genial artista cubano ante la noticia de su muerte como “un referente mundial”, “el músico más importante” con el que ha trabajado y “el ser humano más honesto y auténtico” que jamás haya conocido.

La cantante cubana Omara Portuondo, conocida internacionalmente como la diva del colectivo musical Buena Vista Social Club, dijo  que para ella ha sido “muy fuerte” la noticia de la muerte de Valdés, con quien tuvo la oportunidad de trabajar.

El músico Juan Formell, director de la orquesta “Los Van Van”, una de las más populares de la isla, consideró como “una gran pérdida” el fallecimiento de Bebo, a quien conoció cuando comenzaba a estudiar contrabajo.

“Era una estrella como compositor, un pianista fuera de serie. Lo sentimos mucho y creo que el pueblo de Cuba debía tener esta noticia sobre la pérdida de un gran músico, aunque desde hace muchos años vivía fuera del país”, agregó el artista

El portal oficial Cubadebate, bajo el titular “Luto en la música: Falleció Bebo Valdés”, reconoce al músico como una de las figuras “más prominentes del jazz latino a nivel mundial” y “uno de los nombres centrales de la época dorada de la música cubana”, por el impacto de su propuesta durante décadas.

EFE