Vivienderas pierden hasta 90% de su valor

GUADALAJARA, JALISCO (07/ENE/2014).- El valor de las “grandes vivienderas” GEO, URBI y Homex, empresas que durante años dominaron el sector de la vivienda, tiene caídas de más de 90 por ciento.

Actualmente, Homex, una de las tres compañías con problemas financieros, tiene un valor de capitalización de 785 millones de pesos, cuando al cierre del año pasado era 8,974 millones de pesos, lo que representa una pérdida de 91 por ciento.

Al cierre de marzo pasado, cuando URBI entregó el reporte del primer trimestre del 2013, costaba 3,105 millones de pesos, 39.3% menos que en diciembre del 2012. En el mismo periodo, GEO reportó un valor de 4,124  millones de pesos, cantidad 49.2% menor que la del último semestre del 2012.

Fue en el tercer mes del año cuando estas empresas entregaron en único reporte trimestral, en julio, cuando correspondía entregar los  segundos resultados financieros del año, y dejaron de hacerlo, por lo que la Bolsa Mexicana de Valores suspendió la cotización de sus  acciones.

De acuerdo con información de especialistas, la crisis que arrasó con estas desarrolladoras de vivienda se suscitó por el modelo de construcción que durante años operaron, por el cambio en las construcciones a vivienda vertical y por la nueva política nacional de  vivienda, que busca orden y desarrollo urbano.

 A su vez, también se le atribuyen responsabilidades al retraso en el pago de los subsidios de gobierno federal y a las nuevas reglas de operación de estos.
 De acuerdo con Standard and Poor’s, los factores claves que las llevaron  a incumplir con sus obligaciones financieras fueron su débil liquidez, sus políticas financieras agresivas, la acumulación de inventarios y la incapacidad para refinanciar su deuda.

Hoy en día, la deuda de Homex asciende a 32,307 millones de pesos. El  nivel de endeudamiento de URBI, al cierre del primer trimestre del año, llegaba a 20,111 millones de pesos, y de GEO, en ese mismo periodo, era  de 29,479 millones de pesos.

Estas empresas se encuentran en proceso de reestructuración de  adeudos, sin embargo, se especula que alguna de estas se irá a concurso  mercantil.

Para la calificadora crediticia Moody’s, la dependencia de estas tres desarrolladoras a los subsidios federales para la adquisición de vivienda y el retraso de estos durante el cambio de administración  gubernamental provocaron que se agotara la liquidez de las constructoras, que se enfocaban a la edificación de casas subsidiadas  por el gobierno.

Además, para esta consultora, la estrategia de crecimiento agresivo enfocada a la edificación de casas en zonas alejadas de la ciudad,  donde la tierra es barata pero retirada de los centros de trabajados, tuvo resultados negativos.