CARACAS, VENEZUELA (15/DIC/2016).- La circulación de los nuevos billetes en Venezuela se retrasó hoy, mientras los ciudadanos trataban de desprenderse del papel moneda de mayor valor (100 bolívares), antes de que finalice el plazo para su retiro y pérdida definitiva de valor.El Banco Central de Venezuela (BCV) garantizó que los nuevos billetes estarían disponibles este jueves, pero los cajeros automáticos de los bancos seguían entregando los de 100 o en el mejor de los casos de 50 y 20 bolívares.Fuentes bancarias señalaron que los nuevos billetes llegarán a los bancos mañana viernes, por lo que podrían comenzar a circular la próxima semana, debido a que la estructura bancaria tiene que ser ajustada.Fuentes del Banco Central de Venezuela (BCV) dijeron que el primer billete que circulará será el de 500 bolívares y que paulatinamente entrarán al circulante los de mil, dos mil, cinco mil, 10 mil y 20 mil bolívares.Sin embargo, los venezolanos se quedaron esperando la aparición del papel moneda más ajustado al horizonte inflacionario del país.Mientras, seguían las largas filas de venezolanos en los bancos públicos y privados tratando de canjear o depositar fajos de billetes de 100, conocido como "marrón".El billete perderá todo su valor monetario a partir de mañana viernes, por orden del presidente Nicolás Maduro. Sin embargo, este jueves casi ningún comercio o vendedor lo recibía.[6:33] En los kioskos avisos impresos anunciaban que no recibían los billetes de 100, aunque en el centro de Caracas algunos vendedores decían a viva voz: "Acepto billetes de 100".Los billetes de 100 son los de mayor valor en Venezuela desde 2008, cuando se introdujo una reforma monetaria que eliminó tres ceros a la moneda. Desde entonces circula la familia de billetes de dos, cinco, 10, 50 y 100 bolívares.Maduro ordenó retirar de circulación el papel moneda de 100 bolívares, al argumentar que se trata de la respuesta del gobierno del presidente Maduro al supuesto complot contra la economía venezolana, del que acusó a las "mafias" colombianas.El gobernante afirmó que la medida busca "quemarle las manos" a las mafias que contrabandearon y acumularon el billete en Colombia, ya que ahora no podrán devolverla al circulante en Venezuela.Los analistas atribuyeron a la medida la caída de la cotización del dólar negro, que en una semana pasó de cuatro mil 500 a dos mil 900 bolívares. En el país continúa vigente el control de cambios desde 2003, que actualmente tiene dos tasas: una preferencial de 10 y otra complementaria de 670 bolívares por dólar.A partir de mañana viernes, el billete perderá todo su valor y sólo podrá ser cambiado en las dos sedes del BCV, de Caracas y la de Maracaibo, en el oeste del país.Ante el caos y la incertidumbre, muchos comercios decidieron cerrar sus puertas, a fin de aprovechar el último día de vigencia del billete para acudir a los bancos para depositarlos o canjearlos.Algunas versiones de prensa dijeron que será la próxima semana cuando los venezolanos tendrán acceso a los nuevos billetes, ya que será mañana que lleguen desde Estados Unidos, donde fueron impresos. Por lo tanto, es posible que sea la próxima semana cuando los venezolanos los tengan en sus manos.Alrededor de 9.5 millones venezolanos, de una población de menos de 30 millones, están fuera del sistema bancario, ya que no poseen cuentas y se ven obligados a hacer sus gestiones con efectivo.Esas personas ahora no tienen ni billetes viejos ni nuevos para mover su economía.El líder opositor Henrique Capriles instó al gobierno a explicar el retraso en la circulación de los nuevos billetes. Dijo que el nuevo papel moneda no ha llegado a los bancos, lo que ha generado es un caos que se "incrementa"."El gobierno se comprometió públicamente que hoy entrarían en circulación los nuevos billetes y monedas, pero no cumplió. Tenemos información de agencias de banco, que los billetes no han llegado. Hay gente confundida, que está en estado de zozobra", apuntó."Como mínimo el gobierno debería hacer una cadena de radio y televisión para informar que pasará ahora", dijo Capriles en un acto en la región de Miranda, donde es gobernador.
