Perfil: Carlos Slim

CIUDAD DE MÉXICO.- Carlos Slim Helú es una prueba viviente de que empezar desde chico en los negocios vale la recompensa. El quinto de los seis hijos de Julián Slim, un inmigrante libanés que hizo fortuna durante la Revolución Mexicana, ya vendía a los siete años dulces y refrescos a familiares, y registraba en una libreta regalada por su papá sus ingresos y gastos.

Seis décadas más tarde, “El Ingeniero” influye en negocios en Estados Unidos, donde es accionista del periódico estadounidense The New York Times y tiene una participación en la cadena de lujo Saks.

Slim, que nació hace 70 años en la ciudad de México, lo tienen sin cuidado los puestos en las listas y que esas cosas no son importantes, sino ayudar a desarrollar a Latinoamérica. “La riqueza es como un huerto”, dijo Slim en 2007.

“El huerto lo que hay que hacer es que crezca, que se vuelva a invertir, que se haga más grande o que se diversifique con otras cosas”.

A pesar de sus millones, el empresario mantiene un estilo de vida relativamente frugal. Desde hace más de cuatro décadas vive en la misma casa y conduce un Mercedes Benz blindado de la década de 1990.

Imperio diversificado

Slim era un poco conocido operador de bolsa e inversionista con una modesta fortuna hasta que trepó a la cima del mundo de negocios mexicano cuando compró en 1990 al monopolio estatal Teléfonos de México (Telmex).

Su habilidad se hizo evidente al transformar en poco tiempo a una empresa que daba pérdidas en una “gallina de los huevos de oro” que actualmente opera más de 80% de los teléfonos fijos de México.

Con el nuevo milenio, separó las operaciones de telefonía celular de Telmex y fundó América Móvil, que es hoy la joya de la corona de su imperio empresarial con más de 200 millones de usuarios en 18 países de América y el Caribe.

Algunos analistas dicen que es casi imposible pasar un día en México sin dejar dinero en los bolsillos del empresario.

Es que además del negocio de las telecomunicaciones, Slim es propietario del banco Inbursa, el segundo mayor banco del país en manos de inversionistas nacionales.

Y también tiene al conglomerado Grupo Carso, que agrupa a empresas minoristas como la cadena Sanborns, firmas industriales como Condumex, la cadena de hoteles Ostar y la constructora Carso Infraestructura y Construcción (CICSA), una de las más grandes de México.

Padre de seis hijos, es un ferviente aficionado al arte y tiene una de las más importantes colecciones privadas del escultor francés Auguste Rodin fuera de Francia, parte de la cual está expuesta en el museo Soumaya de la ciudad de México, llamado en honor de su esposa, fallecida en 1999.

Desde hace varios años ha dejado en manos de sus hijos varones el manejo cotidiano de sus empresas, aunque su influencia es evidente, y se ha dedicado a crear fundaciones para apoyar con decenas de millones la educación, la salud y el desarrollo tecnológico, entre otras actividades.