GUADALAJARA, JALISCO (13/MAR/2017).- Por kilómetros y kilómetros el frío viento les corta la piel. Sobre “La Bestia”, los peligros de la intemperie son una constante y en todo el camino hay pocas opciones para descansar y mucho menos para obtener una oportunidad para cubrirse y dejar huella antes de retomar la travesía hacia el sueño americano.Para brindar una oportunidad de apoyar a esa población vulnerable, y al mismo tiempo beneficiar a la zona por donde transitan, Clara Santos, Paulina Romero y Diana Xóchitl Marín, estudiantes de Diseño Industrial, idearon un proyecto en torno a un modelo de negocio que funciona con ayuda de los migrantes, quienes a través de la producción de una prenda generarían desarrollo económico para la comunidad.Este proyecto, KanaN, contempla la instalación de una empresa social en las cercanías del Cerro del Cuatro, que sirva como taller de manufactura de una prenda diseñada por las integrantes de esta iniciativa: una capa, “kanan”. No obstante, también la comunidad podría emplearse en el sitio para elaborar más piezas y así conseguir una oportunidad laboral.De esta manera la empresa KanaN emplearía a las personas de la comunidad y a los migrantes, quienes podrían trabajar durante su paso en la elaboración de dos capas: una para ser distribuida por la empresa, y otra más para su uso durante lo que resta de su trayecto, por lo que la empresa además de tener el objetivo de ser sustentable, brindaría un beneficio social.Para conocer el problema a fondo, estas chicas acudieron a un refugio de migrantes en las cercanías del Cerro del Cuatro, donde luego de conversar con estas personas idearon la manera de apoyar con el desarrollo de una idea que también podría funcionar como modelo de negocio.“Los migrantes sufren muchas inclemencias en el viaje: al subirse al tren sufren frío, la fricción del viento en su cara, temperaturas altas”. “Quisimos ayudar en todo eso y ver cómo por medio de un diseño podríamos dignificar el viaje”, asegura Clara.Por ello, las chicas de KanaN emplearon sus conocimiento en Diseño Industrial en la creación de una capa con características que ayuden a la movilidad del migrante cuando viaja a bordo del tren, pero que también pudiera brindarle protección ante el clima que se presente durante la travesía y que pudiera ser práctico para su traslado.Además, con la instalación de un taller de manufactura de estas prendas las chicas de KanaN también buscan derribar el prejuicio que se tiene en torno a la figura de los migrantes, pues aseguran que durante su convivencia con ellos conocieron que es uno de los problemas que más enfrentan en su travesía por Guadalajara.“Hicimos un estudio en la zona y vimos que la gente pensaba, y piensa, que los migrantes vienen a quitarles el trabajo”, señala Paulina.Oportunidad de empleo para todosEl proyecto también prevé que se elaboren otros tipos de “kanan” para distintos públicos, y que con esto se puedan obtener ingresos extra para la manufactura de otras capas para migrantes, pero también para que la comunidad obtenga un ingreso y la empresa continúe con su operación.Las integrantes de KanaN aseguran que aunque en un principio la comunidad se opuso a la idea, poco a poco ha habido apertura, por lo que vieron una oportunidad al ofrecer una opción laboral, pues señalan que en la zona hay personas que laboran en empresas de manufactura y es viable utilizar sus conocimientos para consolidar esta empresa social.“La sociedad sería la que lo haría, distribuiría y vendería para mochileros, campistas… y con lo que se juntara, el precio de uno cubriría el costo de producción de dos, para que el otro fuera a darse a un migrante, no como asistencialismo, sino para que el migrante haga lo propio y sea por sus servicios”, agrega Paulina.Los “kanan” que se elaborarían no sólo serían prendas cualquiera, sino que se busca que éstas sean personalizadas y cuenten con información sutil del migrante que ayudó en su costura y también se incluyan detalles sobre el fenómeno de la migración y la discriminación para concientizar sobre ello.El producto está hecho con un material denominado nylon tiburón, una tela exportada que cuenta con la características ideales para facilitar la movilidad de los migrantes. El costo de cada “kanan” oscilaría los 250 pesos, con lo que se cubriría la elaboración de una capa más que sería donada para las personas migrantes.